capitulo 6

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Una vez dentro del lugar fuimos vigilados por todos los dragones ahí.

--¡Goldagger!-- nombré.

Un gruñido nos hizo saber de su presencia, hasta que finalmente le encontré.
Uno de los guardias del lugar abrió la jaula, dejándonos entrar.

--wow-- dijo Aegon. --es parecido a sunfyre--

--no lo es-- Aemond interrumpió.

--claro que sí, ambos son dorados--

--sunfyre es de escamas amarillas, su reflejo las hace ver doradas a la luz-- explicó mientras se acercaba al dragón. --goldagger posee escamas doradas, algo raro para un dragón--

Mientras escuchaba lo que platicaban, mis ojos se fueron hacia Luke, el cual estaba por tocar al dragon.
Estaba por advertirle, pero fue demasiado tarde. El niño alejó su mano, aferrándose a ella con dolor.

--¿Lo mordió?-- preguntó Aegon.

--no-- me arrodillé a la altura del niño. --las escamas de goldagger lastiman a cualquiera que le toque, excepto a su jinete-- expliqué.

Revisé la mano de Luke, pero el daño fue mínimo, nada de que preocuparse.

Cuando los niños querían irse les dije que podían adelantarse, yo me quedé unos segundos mas con mi dragón.
Aemond, sorpresivamente, se quedó.

--¿Vas a decir algo o simplemente vas a observar?-- pregunté acariciando el cuello de mi dragón.

--según lo que me respecta no hay nada de lo que debamos hablar-- dijo apoyándose sobre la pared.

--¿Qué tal sobré la broma que hicieron Aegon y los niños?--

--¿Quién te conto sobre eso?-- pregunto molesto.

--Aegon, por supuesto--

Me dirigí hasta el pozo de agua, llevándole un poco a goldagger.

--no quiero hablar sobre eso, sobre todo con alguien como tú-- expreso con desprecio.

--no se siente bien, ¿No es así? Sentir que no perteneces, a pesar de si hacerlo--

--no, tu y yo no somos iguales--

Voltee mis ojos.

--no te lastimaría ser un poco mas amable, ni siquiera esta la reina cerca--

Salimos finalmente de la jaula, dirigiéndonos al castillo.

--tu rostro esta sucio-- le hice saber. --¿Te enfrentaste a un dragón o algo así?-- reí.

Aemond me miró, confirmando que al parecer algo así había sucedido.
Le mire sorprendida.

(...)

Nos sentamos cerca de una fuente de agua, Aemond decidió abrirse un poco sobre lo sucedido esa mañana.
Yo mientras tanto pasaba un pañuelo húmedo sobre su rostro, limpiando la suciedad.

Al parecer, luego de ser molestado por el hecho de no poseer un dragón, decidió visitar a uno de los dragones sin domesticar.
Siendo esperadamente amenazado con el fuego que solo ellos pueden expulsar.

--no me mires así-- dijo agachando un poco su rostro.

--lo siento-- reí. --¿Pero que mas esperabas?--

--lo sé, mi madre me lo ha dicho muchas veces..--

--entonces deberías escucharla, intentar domesticar un dragón es enfrentarte a la muerte--

--estoy dispuesto a pagar el precio-- insistió.

--entonces no eres tan inteligente como creía, Aemond--

𝐭𝐡𝐞 𝐛𝐚𝐬𝐭𝐚𝐫𝐝 𝐩𝐫𝐢𝐧𝐜𝐞𝐬𝐬 -aemond targaryen-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora