capítulo 9

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La mañana siguiente me desperté como es usual a la misma hora que el sol ilumina el cielo.
De mi equipaje saqué mis vestimentas para entrenar, ropas las cuales semejaban a un vestido pero uno donde podias moverte con mas libertad.

Cuándo salí de mi habitación, al primer hombre que ví fue a sir harwin.
Este me saludo con cortesía.

--sir harwin-- le nombre antes de que se alejara.

--¿Si, princesa?-- volteó para escuchar lo que tenia por decir.

--se que no deberia interrumpir en su tarea de cuidar a Rhaenyra y sus hijos, pero me preguntaba si usted podía ayudarme en mi entrenamiento--

--¿Entrenamiento?-- preguntó.

--junto a mi padre solemos entrenar durante las mañanas o tardes. Sin el cerca y visto que usted es un caballero, pense en pedirle ayuda-- admití.

Sir harwin asintió, luego me pidió que le siguiera a donde los otros niños entrenan por las mañanas.

--sinceramente me sorprende que su padre acceda a que su hija aprenda a usar una espada, ¿No confía en el poder de su dragon, princesa?-- preguntó mientras caminabamos.

--claro que confío en goldagger, es una parte de mi-- lleve una mano a mi torso. --pero también creo en que saber usar una espada no está demás--

--no negaré eso-- sonrió.

El hombre abrió la puerta por mí, al salír lo primero que mis ojos vieron fue a mis primos entrenar.
Aunque los menores, jace y luke, no parecian obtener la misma atencion que Aegon y Aemond.

--¿Vitalys?-- preguntó el pequeño luke.

Los demas voltearon a verme.

--vine a entrenar-- expliqué. --claro, si el rey me lo permite--

Viserys, que miraba desde lo mas alto y bebía de una copa, dirigió sus ojos hacia mí.

--adelante-- asintió.

Sir harwin tomo uno de los muñecos de paja, luego me entregó una de las espadas de madera.

--¿Espadas de madera?-- pregunté al ver el arma en mis manos.

--en este lugar entrenamos, una espada real es innecesaria-- sir criston explicó con cierto desagrado en su voz.

--mi padre dice que es mejor entrenar con una real, acostumbrarse al peso ayuda con la agilidad-- respondí.

--tiene un punto, princesa-- sir harwin me dio la razón.

--¿Puedo tener una espada real?-- Luke preguntó con emoción.

--tu y jace deberan esperar un par de años mas para eso-- sonreí.

Ambos niños agacharon sus miradas con decepción.

Finalmente comenzé con mi practica, luego de entrenar con una espada real, una de madera se siente diferente.
Aun asi me moví lo mejor que pude, y sir harwin no se detenía en cuanto de corregirme se trataba.

Aun asi me moví lo mejor que pude, y sir harwin no se detenía en cuanto de corregirme se trataba

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𝐭𝐡𝐞 𝐛𝐚𝐬𝐭𝐚𝐫𝐝 𝐩𝐫𝐢𝐧𝐜𝐞𝐬𝐬 -aemond targaryen-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora