Capítulo X: Los Cimitarras de Arabia

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-Rika POV-

Entré en casa de los Blaze y me encontré con Julia, que en seguida corrió a darme un abrazo, que por supuesto correspondí. Desde que me fui a la concentración a Odabia no la había visto, y la había extrañado, aunque no fuera tanto tiempo.

-¡Hola Rika, me alegro de verte por aquí de nuevo! -me dijo Julia con una sonrisa tras soltarme-

-Rika: Lo mismo digo -le respondí con una sonrisa-.

-Julia: Te estaba empezando a echar de menos, Rika. Ahora que estás aquí la casa no se verá tan sola, aunque sea solo por un rato.

-Rika: ¿Axel no pasa mucho por casa? -pregunté curiosa-

-Julia: No mucho, la verdad -se mostró algo apenada-. Como ya sabes, trabaja en la Asociación Japonesa de Fútbol Juvenil, por lo que no tiene mucho tiempo.

-Rika: Si, lo imagino... bueno, hoy te haré compañía por un rato, así no te sentirás tan sola -le sonreí-

-Julia: Muchas gracias, Rika, ya sabes que esta también es tu casa, eres como de la familia.

-Rika: Siempre os estaré agradecida por todo a ti y a Axel. Ahora mismo sois lo más parecido que tengo a una familia. Nunca olvidaré todo lo que hicisteis por mi. -dije algo emocionada-.

-Julia: Y lo volveríamos a hacer, no lo dudes -me abrazó de nuevo, y yo le correspondí de nuevo-

-Julia: Bueno, ¿quieres qué preparemos algo de comer, o aún no tienes hambre? -me preguntó tras soltarse del abrazo-

-Rika: Claro, preparemos la comida juntas, aunque antes me gustaría darte esto -saqué de mi bolsa dos pequeños regalos y se los di para que los abriera-.

-Julia: ¿Me traiste algo? No hacía falta, Rika, aunque es todo un detalle por tu parte -me sonrío-.

-Rika: De paso que iba a casa quería traerte un detalle, como tu hiciste antes de que me marchara a Odabia.

Le había regalado un colgante gota y pañuelo muy mono, para que se acordase de mi cuando los llevara. Ella es una de las personas que más aprecio, y con la que más confianza tengo. Eso si, con los demás suelo ser generalmente mucho más fría.

-Julia: Son muy monos, tanto el colgante como el pañuelo -dijo con alegría-. Desde luego los guardaré con cariño.

Los guardó en una cajita que tenía y nos pusimos a preparar la comida. Durante la comida le conté todo lo que me había pasado, tanto con los pandilleros como con Víctor. Ella y yo no solemos tener secretos.

-Julia: Menos mal que al final no te ha pasado nada -suspiró aliviada-. Ya sabes que no debes meterte en problemas, se lo prometiste a Axel.

-Rika: Lo sé, aunque en este caso fueron ellos quienes me persiguieron, yo no tuve nada que ver.

-Julia: Por lo menos apareció Víctor para salvarte el pellejo.

-Rika: Si, bueno...

-Julia: ¿Sucede algo?

-Rika: Ahora podrán ir a por él por mi culpa.

-Julia: Tranquila, se las arreglará bien. ¿Es qué estás preocupada por él? -me preguntó curiosa-

-Rika: ¿Q-qué? N-no digas tonterías, no es nada de eso. Solo no quiero que repercuta a la selección, nada más -dije algo nerviosa, sin saber muy bien por que-.

-Julia: Ya, claro... -me lanzó una sonrisa maliciosa-

-Rika: Sigamos comiendo, anda -dije tratando de cerrar el tema-.

(Parada) Inazuma Eleven Go Galaxy: la amenaza intergalácticaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora