The possibility of our future... (Haruchiyo Akashi x Tú)

Niños..!

A los niños les costó un poco adaptarse, no están muy acostumbrados al cariño.

Quería acercarme a ellos, de poco a poco y no ser tan repentino con mis acciones.

Lo menos que buscaba era que se sintieran incómodos conmigo.

Así como me sentí yo cuando Takeomi quiso acercarse a mi, fue horrible.

Hoshi estaba atenta y alerta cualquiera de mis movimientos, la entendía, era la mayor y quería cuidar de su hermanito.

En cambio, Daiki él estaba más tranquilo y hasta en cierto punto más cariñoso conmigo.

No sabía cómo había terminado con dos hijos y ni míos eran, bueno legalmente si lo eran.

-Hey! Hoshi, vamos iremos a comer, qué les parece? Y de paso vamos al centro comercial, así podré comprar lo que necesitan ambos- ello no me dirigió la palabra en ningún momento pero, asintió.

Sentía que era como T/n cuándo se enojaba, ella siempre me ignoraba.

Yo no sentía tanta soledad, aunque era algo raro decir "vamos niños".

Solo me daba algo de miedo, saber cómo reaccionaría Baji y su madre.

Claro, ya no había ningún lazo que te atara a ellos pero, aún así su opinión era de mucha importancia e influencia en mi vida.

Tomé mi abrigo y estaba apunto de salir, pero recordé qué mis niños no tenían un abrigo.

Subí rápidamente a mi habitación, sacando todos polerones de T/n, era la única ropa pequeña que tenía.

Sentir su olor me trajo demasiados recuerdos, recuerdos como nuestra primera vez, como cuando casi se cae de mi motocicleta por querer subirse y ella era muy pequeña. También recordé cuando ella dijo que no quería tener hijos propios, qué le dolería mucho el parto y que prefería adoptar.

Adoptar.... Eso explica muchas cosas, sí ese día cuál era mi necesidad de entrar a un orfanato.

Trata de no llorar y preferí bajar, le entregue un polerón a cada uno, a Hoshi le quedó bien, pero a Daiki le quedó enorme.

Sonreír, ya que la escena se me hacía muy tierna.

Me subí a mi auto y les indique que subieran, pero ambos se miraban inseguros de hacerlo.

-qué sucede?-pregunté.

-no queremos ensuciar su auto, señor Haruchiyo- mi corazoncito se quebró.

Qué tanto daño les habían hecho a estos pequeños.

-no van a ensuciar nada, ahora todo lo mío es suyo- ellos me miraron con brillos en sus ojos.

Sabía que habían pasado una infancia muy dura.

Su comportamiento me lo decía todo.

Llegamos al centro comercial más cercano, sabía que me iban a ver las mujeres, claro, un hombre con dos niños no es nada normal.

Entre varias tiendas de ropa para infantes, les di a elegir lo que quisieron y yo lo pagaría todo.

Me siento orgulloso de estar haciendo esto, esto de ser papá me está gustando.

Miraba a mi Haru con ojos brillosos, se mira hermoso sonriendo nuevamente.

Te hacía falta compañía, yo sabía que ellos te salvarían.

Sabía que estabas a nada de suicidarte.

Pero no permitiré que hagas eso por mí.

Tú tienes un futuro muy brillante por delante, ahora sobre sal por tus hijos.

-aver, aver, aver, déjame ver si entendí- Baji y se mira un tanto raro- ahora tengo dos sobrinos, los adoptaste de golpe porque se te ocurrió- asentí con la cabeza- Dios mío y ver a la niña es cómo ver a mi hermana-

-sí eso lo pensé yo también cuando la vi, y el niño tiene toda su personalidad- él y yo nos miramos.

-dudo que sea una reencarnación- respondió Baji.

-también lo dude, aún la siento a mi lado así que dudo que sea su reencarnación- el asintió

Y así se quedó el tema.