4 - Explorando la TARDIS

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Se dirigieron escaleras abajo en la TARDIS, pasando por la central de mandos y mientras los dos miraban el interior, que estaba lleno de cables rotos, estructuras casi destruidas y otras partes quemadas y/o afectadas. A Alex le pareció una pena...una máquina tan explendida y maravillosa así de destruida era una crueldad. Supuso que el Doctor estaba pensando en cómo va a arreglar ese gran desastre. Efectivamente, el Doctor pensaba justamente eso. Sin el destornillador, ¿cómo iba a hacerlo?
Se metieron en los pasillos de la TARDIS esquivando trozos y restos de ella. Las luces blancas parpadeaban sin parar, unas más que otras. Caminaron recto, giraron hacia la derecha, después siguieron de frente otra vez y por último a la izquierda, cuando el Doctor por fin entró en una sala más o menos espaciosa con cuatro sillas y estanterías con algunos libros antiguos y nuevos. Habían libros y alguna que otra estantería por el suelo.
El señor del tiempo rebuscó entre los libros y sacó un pequeño botiquín de primeros auxilios.
- ¿Ves? Siempre voy bien preparado. -dijo el Doctor sonriendo a la chica.- siéntate.
Se sentaron y el Doctor empezó a frotar la herida con un líquido transparente... era como agua y agua oxígenada a la vez, pero no dolía. Seguídamente sacó un rollo de venda y le enrolló un trozo sobre la lesión. Mientras lo hacía, los dos se miraron a los ojos durante breves segundos con una pequeña sonrisa. Pero al Doctor se le notaba triste. Alexandra supo el por qué: Por la guerra del tiempo, cuando destruyó a toda su especie y por su destornillador sónico perdido. Aunque Alex se sonrojó, seguía sintiendo pena por cuánto había pasado el Doctor durante más de mil años.
- Ya está -dijo el Doctor levantándose de la silla.
- ¿No te hiciste daño? -pregunto Alex levantándose también de la silla.
- ¿Cómo? -el Doctor se dio la vuelta y se acercó al ella.
- En la TARDIS, al venir hacia aquí... ¿No te dolió la caída?
- ¡Oh, no, no! Tranquila, estoy bien.
●●●Regla no. 1: El Doctor siempre miente.●●●
Con el tema de la herida de dalek resuelto ya solo quedaba lo del destornillador sónico. Volvieron a la central de mandos a pensar en un plan.
- A ver, recopilemos las cosas: No tenemos el destornillador, un dalek se lo ha llevado volando...en tal caso el dalek debería seguir en la tierra, a menos que...
- ...A menos que ¡haya una nave! ¡Claro! -interrumpió el Doctor. Miró a Alexandra con una sonrisa de oreja a oreja y luego se dirigió a la pantalla de la central.
Alex solo se quedó extrañada.
-Antes de perder el destornillador fui atacado por una nave desconocida. Pero...ahora me doy cuenta de que los sistemas de reconocimiento de la TARDIS dejaron de funcionar con el primer ataque. ¡Por eso me decía que era una nave desconocida! -dijo el Doctor con los ojos en la pantalla.
-¿Y cómo vamos a llegar ahí?- preguntó Alex algo más contenta, pero se dio cuenta de que ya le había arruinado la felicidad del Doctor...
- Esa...esa es la cuestión...-dijo el Doctor pensativo.
Estuvieron pensando un rato.
-Un momento...¿De qué está compuesto el destornillador sónico? -preguntó Alex.
-Pues...De componentes eléctricos, un cristal de Metebelis que puede producir ondas sónicas y hierro, aunque no me acuerdo bien si era hierro.
-Entonces, si tienes esos componentes, podríamos crear otro.
El Doctor la miro con una cara sorprendida y dijo:
-¡Muy lista! -la felicitó- Creo que tengo todos los materiales. Pero tendré que construirlo yo, puede que sea peligroso.
El Doctor se fue escaleras arriba a por un libro algo desgastado, luego bajó y se fue por uno de los pasillos de la TARDIS. Alexandra intentó seguirle, pero el Doctor lo sabía:
-Quédate en la centran de mandos.
Alexandra, un poco frustrada, volvió al principio y se sentó. Oyó una puerta abrirse y luego cerrarse. Supuso que era el Doctor, que ya había entrado en la sala correspondiente.
Se le ocurrió una idea malvada. Bueno, no tan malvada... Sólo quería explorar la TARDIS. No se lo pensó dos veces, así que se levantó y se fue por el pasillo contario. Casi todo estaba dañado, pero aún así la emocionaba estar en su nave espacial/máquina del tiempo favorita. Se metió en muchos sitios, tanto salas como pasillos.
Entró en una biblioteca enorme con yo-que-sé-cuántos libros, y vio uno en especial que estaba sobre un atril.
*La curiosidad mató al gato...* Pensó Alex, pero se lanzó al la piscina y abrió el libro.
En él pudo contemplar datos sobre otros planetas y galaxias, y también sobre alienígenas. Entre esos datos estaba también, el verdadero nombre del Doctor.
Se quedó pasmada, ya que en la fandom era el mayor misterio de toda la serie. Iba a empezar a chillar como una loca, pero no debería de estar ahí.
Salió y cerró la puerta. Pero los pasillos habían cambiado...antes se podía ir de frente y a la derecha. Ahora se podía ir a la derecha o a la izquierda.
*Es verdad...la TARDIS esta viva. Ya no me acordaba* pensó.
Después de hacer el pito-pito-gorgorito, se fue por la derecha y llegó a una especie de depósito vacío con unas escalerlas que llegaban hasta abajo.Se quedó en la varandilla pensando para qué serviría esta sala.
Hasta que de repente, ¡PIUMM! Un láser salió de la nada, dándole al botón de bloquear la puerta. Alexandra se puso pálida al verlo y al después oír "EXTERMINAR!" a lo lejos.
Se quedó en silencio un rato, hasta que más láseres aparecían. El dalek la tenía localizada, no podía escapar. Como es "muy lista", baja las escaleras con los láseres del dalek persiguiéndola. Se intentó esconder detrás de una caja, pero otro dalek estaba allí.
Uno de los daleks la estaba manteniendo sujeta mientras que el otro le estaba acercando el desatascador ese que tienen cada vez más y más cerca de la boca.
En ese momento es cuando el Doctor apareció con su nuevo destornillador sónico y desactivó los daleks.
Alex estaba sudando como un pollo en el horno. Después de unos momentos de silencio, el Doctor dijo:
-¿En qué estabas pensando?
-Tenía curiosidad por ver el resto de la TARDIS...No sabía que tenías daleks aquí dentro.
Al Doctor, Alexandra la recordaba a Clara. Si se conociesen serían muy buenas amigas.
-Anda, volvamos arriba y arreglemos este caos. Ahora que he comprobado que este destornillador funciona, podremos hacerlo.
Mientras subían, Alex dijo:
-He visto una biblioteca...
-¿Abriste el libro en el atril?
- Sí.
-Espero que guardes en secreto todos esos datos.
-Lo haré. -finalizó Alexandra.

¿Y mi destornillador sónico? - Doctor WhoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora