5

1.3K 39 4
                                    

Matilda

Soy una persona que se engancha muy rápido, me demuestras un poco de atención y creo que me gustas pero la verdad es que no, solo me gusto la atención que me diste en ese momento, por eso nunca me a gustado nadie de verdad.

Pero con el Bastian lo siento diferente, me hace sentir mal pensar que yo sólo soy para el la mejor amiga de su hermana chica.

—Me siento mal en todos los sentidos.—habló la martina al lado mío, luego de despertar tenía un dolor de cabeza insoportable, según ella.

Me levanté para mirarla feo—Pa que tomai como enferma.—le dije un poco pesa.

—Estaba dolidaa, además que me reclamas si estuviste con mi hermanito.

—Al lado de su hermana que se podía con cuea la raja.

Soltó una risa al decir lo último.—Pero hablaron enferma.

Pues si hablamos pero no pasó nada. 

—Tomate el agua mejor.—le digo dando por terminada la conversación y vistiéndome para regresar a mi casa.

—Chao amor de mi vida.—alargó la a.

—Chaoo amor de mi vida.—le dije cerrando la puerta de su pieza.

Al bajar las escaleras me topé
con el.—chao bastian.—le regalé una sonrisa de boca cerrada.

—¿No queri que te vaya a dejar?.

—No tranqui, mi mamá está afuera, gracias igual.—El asintió con la Cabeza y me sonrió.

Tocaron el timbre, era mi mamá obviamente y el Bastian se adelantó para abrirle.

—¿BASTIAN?!!.—dice mi mamá terrible feliz.

—El mismo.

—Tan grande que está mi Niño, y bien lindo también, ¿cómo está?.

—Bien, tía ¿y usted?

—Bien también mi Niño, venga tilda que nos tenemos que ir, un gusto verlo mi bastiancito.

—Un gusto verla también.—que educado bastiancito.

Mi mamá nos dio la espalda se fue al auto y yo me fui a despedir del Bastian  queriendo darle
Un beso en la mejilla, el corrió un poquito la cara para que el beso cayera cerca de la boca, me reí de nervios.—Te gusta webeo bastiancito.

—A ti también parece.

Las cosas con el basti cambiaron dástricamente, desde cuando me corre la cara cuando le doy un beso en la mejilla, no me molestaba en lo absoluto pero me daba vergüenza.

—Tan buen cabro que es el basti.—habló mi mamá manejando hacia la casa.

—Mjm.

—Deberiai fijarte en el y terminar con el otro weon, lo amaría como nuero, además de que es bien encachao el cabrito.—me miró de reojo, también odiaba al Darío.

—¿Lo aceptariai como nuero?.—hablé divertida con una sonrisa tonta.

—Pues obvio, además siento que lo mirai con carita enamora.— mi mamá estaba con una sonrisa juguetona, mirando hacia al frente.

Me di vuelta para mirarla y me acomodé en el asiento.—No habli leseras mami, lo miro normal.

—Sóplame este ojo, te tuve 9meses en mi guata, te conozco como la palma de mi mano.

—Mm no se, me llama la atención, si, pero sigo con el Darío y ¿ojitos de enamora?no creo que tanto.

—Pero te llama la atención y si se verían bien juntos.

ojitos de bambi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora