capítulo 6.

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Sentada al lado de dos australianos y la pobre chica que al parecer era la novia de Oliver, o mejor dicho, prometida.
Era curioso que Oliver estaba tan loco como pa casarse tan joven, más curioso era que Ari hubiera dicho que sí.
- Oli corazón ¿como salen tantas tonterías de tu boca en tan pocos minutos? -- Le pregunto Ari a su novio con cierto tono burlón mientras rodaba esos ojos marrones y esa sonrisa perfecta.
La verdad es que era una chica guapísima.
Se notaba que era más joven que nosotros de todas formas.
No por su inmadurez, de echo, estaba mucho más centrada que este par que se sentaba a nuestro lado.
Si no por los rasgos de niña que aún tenía.
Los 20 recién cumplidos.
Aún tenía algo de acné de la adolescencia, muchas ojeras de despertarse temprano para la uni y los dientes perfectos.
En fin, tenía lo bueno de aún no estar amargada.
- Ey gata, ¿que piensas tanto? Hasta humo te va a salir de la cabeza a este paso. -- Se burló Reo mientras se sentaba detrás mia colocándome entre sus piernas.
De verdad que este chico me hacía sentirme bipolar.
Que hacía ahora.
¿Le devolvía alguna vacilada, o me quedaba cómoda callada?
La segunda mejor.
- Reo como ligas eh.
- Oliver callate si no quieres comer tierra. -- Le amenazó el chico sentado tras mi espalda.
- Niños a pelearos con la arena a otro lado. -- Les advirtió Ari mirándolos a ambos.

Era divertido estar con ellos.
Pero no podía evitar pensar en cuanto tiempo más podría estar.
No era solo por mis padres.
Mi hermana pequeña me necesitaba allí con ella.
Y esto aunque me doliera, no podía ser eterno.

- Oye Kate. -- Dijo Ari llamando mi atención.
No me había dado cuenta ni de qué Oliver y Reo se habían levantado e ido a jugar a la orilla del mar como críos.
Era divertido verlos.
- Dime.
- ¿Cuándo vais a hablar Reo y tu?
Esa pregunta me desconcertó, no entendía a que se refería.
- ¿Hablar?
- Venga Kate, hablar del rollito que me lleváis.
- No hay ningún rollito Ari, somos amigos.
Ella me miró con una ceja alzada y después negó suspirando.
- Si te quieres mentir adelante. -- Finalizó la conversación para después girar la mirada hacia su prometido.

Sabía a qué se refería.
Claro que yo quería a Reo.
Muchísimo.
Si las circunstancias fueran otras me habría lanzado hace tiempo.
Pero, tenía que tener en cuenta la realidad.
Y esa era, que dentro de poco tendría que volver a casa, y que seguramente no volvería a ver a Reo.

Suspiré apenada y respire con los ojos cerrados esa brisa con olor a mar que tanto me agradaba y que iba a extrañar.

Entonces el grito de Ari me alertó, pero los brazos mojados de Reo fueron los que me alertaron al cargarme y empezar a correr hacia el mar.
- ¡Reo! -- Brame aferrando me a él sin poder evitar reírme antes de que me arrojará con él al mar.
En cuanto salí a la superficie y vi a Reo mirándome con esa sonrisita suya, lo hundí en el agua divertida.
- ¡Oliver quita! -- Grito Ari entre risas corriendo en la orilla siendo perseguida por un Oliver lleno de algas.
No pude evitar reírme, pero entonces, Reo me agarró y hundió en el agua sumergiendome junto con él.
Quedamos cara a cara bajo el agua.

Su mirada clavada en la mía, importandonos poco tener que salir a respirar o no.
La verdad no recordaba ni que estaba bajo el agua cuando el junto sus labios con los míos.

Esto estaba mal.
Muy mal.
Pero eh.
Si hacer las cosas mal significa hacer esto, tengo claro que lo podría hacer más a menudo.

Salimos del agua para respirar aún en un intenso beso con sabor a sal pero igualmente dulce.
Poco duro cuando una bola de arena mojada se estampó contra mi espalda llenándome de barro.
Me separé sin darle mucha importancia a lo que había pasado y miré al lanzador.
- ¡Oliver! -- Grité mirándolo fijamente antes de salir corriendo del agua a por él y comenzar a encorrerlo por toda la playa.
- ¡Kate no me dejes viuda antes de la boda! -- Me gritaba Ari desde la toalla.

¿Acababa de dejar a Reo en mitad del mar por una trastada de Oliver?
Al parecer si.

Al final Oliver tendrá razón y en verdad las rubias por ser rubias somos medio tontas.
Na de eso nada.
Antes muerta que darle la razón a ese idiota.

- Idiota, límpiame. -- Le exigí a Oliver mientras me sentaba en la orilla a intentar quitarme toda la tierra de la espalda y parte de pelo.
- Venga te ayudo, para que veas que soy súper majo y eres tú la amargada.
- Lo que tú digas. -- Rodé los ojos mientras dejaba que me echara agua de maneras algo violentas, pero almenos me estaba quitando la tierra.

Nos acercamos a Reo y Ari que nos miraban como si fuéramos un par de críos que acaban de pintarrajear una pared de casa.
- ¿Ari estás segura de con quién te casas?-- Cuestioné mirándola antes de sentarme a su lado.
Oliver abrió la boca como un buzón y luego me miró ofendido.
Lo mejor fue que Ari no contesto a la pregunta, si no que se empezó a reír.
- Kat no seas mala persona con el pobre tonto. -- Dijo Reo mirándome divertido.
- Eso Kat no seas -- se quedó callado por unos segundos procesando y luego miro mal a Reo - ¿me acabas de defender insultando me? Tonto tú estúpido surfero.
- Cielo, tú también haces surf. -- Le replicó Ari cómica.
- Mi amor, si empiezas a no apoyarme mal nos va a ir. -- Le contesto Oliver mirándola de brazos cruzados, ella se levantó negando con una sonrisa y se sentó en su regazo.
- Si mi amor si. -- Le dijo ella mientras le acariciaba la cara con una escasa barba que empezaba a asomarse.
Y a besuquearse.
Eran una pareja muy bonita.
Pero no me gustaba ver el afecto físico en público.
Me resulta incómodo.
No me dió tiempo a quejarme ya que Reo me agarró y movió de forma rápida.
Al parecer tenía envidia y quería imitarlos.
No iba a quejarme.

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⏰ Última actualización: Oct 13, 2022 ⏰

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