Donde esta el corazón | Segunda parte

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Sus voces rebotaron en la pared de la iglesia mientras afinaban el plan. Un equipo estaría formado por él, Tara, Aaron, Rick y Daryl, mientras que el otro albergaría a Maggie y su gente. No era la idea más inteligente, considerando todas las cosas, no la habían visto en mucho tiempo, ¿podrían afirmar que la conocían más?

Nadie tomó en serio la preocupación de Negan, ciertamente no Aaron, que tenía fuertes lazos con Hilltop y su líder interino, Jesús. Maggie simplemente le arrojaría a su esposo en la cara y nadie la culparía por eso. Estaba solo en su propio escepticismo, lo que solo significaba que vería las señales de mierda golpeando el ventilador antes que nadie.

Michonne estaba menos que feliz de que Rick la presionara para que la acompañara en este viaje y, por una vez, se encontró de acuerdo con ella. En todo caso, merecían ser egoístas en su deseo de que Rick se quedara, convenciéndolo de que hiciera eso, bueno, no iba a suceder.

Todavía pensaba que había más que discutir, especialmente sobre su estrategia, cómo maniobrarían a través del bosque y dónde acamparían, pero la sala estaba cargada de frustración que nadie quería filtrar en este momento.

Judith se unió a él en la iglesia un tiempo después de que todos los demás se hubieran dispersado, deslizándose en el lugar junto a él con una ceja levantada. "Mi mamá no está feliz".

Él se rió entre dientes y extendió los brazos a lo largo del respaldo del banco. "No, ella no es la pequeña Grimes, ¿estás tratando de enojarla aún más viniendo aquí y hablando conmigo?"

Judith se encogió de hombros y miró hacia la entrada de la puerta donde su padre la estaba esperando, probablemente arraigado allí por la demanda de Michonne o por su propia preocupación. Negan nunca se quedó solo con Judith, siempre había alguien vigilándolos.

"Ella no puede hacer mucho al respecto".

"¿Sí? ¿No crees que me echará? Se burló.

Judit negó con la cabeza.

"¿Y por qué es eso?"

"Carl". Sus ojos parpadearon hasta los de él, oscuros y ricos a diferencia de los de Rick. Si alguien se preguntaba, seguramente lo atribuirían al color de ojos de Michonne, pero según los hechos, era su madre biológica o su padre biológico.

Asintió con la cabeza, lenta y deliberadamente, como si escuchar el nombre de Carl pronunciado fuera doloroso en sí mismo. Lo fue. Dolía menos ahora, sabiendo que murió en sus propios términos, de una manera de la que estaba orgulloso, y nadie más tenía algo que decir excepto él.

"¿Ya pasas tiempo con un oficial amistoso allí?" Preguntó, lo más casual posible con la mirada de su ex-amante mermando su resolución. "Ya sabes, ¿tiempo de vinculación y toda esa mierda dulce?"

"Idioma." Ella le recordó. "Y algo así, es raro. Volvió de entre los muertos - mi madre lo buscó durante mucho tiempo, ¿sabes? El tío Daryl también... es simplemente raro". La pequeña rubia sonaba culpable, como si debería sentirse agradecida de que su padre hubiera regresado después de tanto tiempo.

"No tienes que estar feliz por eso". Murmuró. Ella le lanzó una expresión burlona. "Todo tu mundo se puso patas arriba, chico, diablos, estaría enojado. No sabría qué hacer conmigo mismo si mi esposa simplemente se levantara y caminara hacia las puertas delanteras. Lo intentaría como el demonio, pero quiero decir, vamos, no somos las mismas personas. Ninguno de nosotros lo somos.

"Sí." Ella suspiró y miró hacia su padre, quien le ofreció una sonrisa forzada en respuesta. Negan hizo todo lo posible por no ver el intercambio, pero su curiosidad siempre lo superó. Judith nunca se demoró y, en cambio, lo empujó con la pierna antes de ponerse de pie.