Donde esta el corazón | Segunda parte

11 |✝️

En la extrema sequedad y el calor de los meses de verano, el clima se volvió bochornoso. Sin embargo, la brisa fresca que entraba sigilosamente a través de su ventana enrejada proporcionaba el equilibrio perfecto entre el calor sofocante y las gotas de sudor que le rodaban por la nuca.

Su cabello, crecido y desordenado, estaba resbaladizo por el calor, los rizos húmedos caían lejos de su lugar peinado hacia atrás y en sus ojos con cada movimiento o giro de su cabeza. Dios, era casi insoportable. Consideró pedirle a Gabriel una liga para el cabello la próxima vez que lo visitara, o tal vez a Rick.

Si había algo que más odiaba estar encerrado, era su incapacidad para bañarse cuando quería. Esperar a que Gabriel trajera su lavabo se estaba volviendo molesto, nunca había sabido que El Sacerdote llegaría tarde, pero aquí estaba, no a tiempo por una vez.

Negan había escuchado el rumor de construir un puente entre las comunidades, una forma de acceder a sus comercios más rápido, con un camino más seguro para viajar. Gabriel nunca le dio mucha información cuando preguntó, y Rick lo visitaba cada vez menos cuanto más tiempo estaba atrapado allí.

Realmente se sentía como un sueño febril ahora, la mirada de anhelo en los ojos azules de Rick, el brillo de las lágrimas no derramadas, algo que Rick necesitaba y que solo Negan podía darle. Había conocido una versión diferente de Rick Grimes, una versión rota, pero aún buena.

Cuando finalmente apareció Gabriel, bajando los escalones arrastrando los pies con una inquietud que llenó la habitación, Negan estaba molesto con él. Nunca expresó lo significativas que eran las pequeñas interacciones, pero Gabe lo sabía, lo sabía jodidamente todo.

"Hola Padre—" Cualquier broma insultante murió en su lengua, mientras su mirada recorría la expresión sombría de El Sacerdote era seria, y no justificaba una broma. No es que lo haya detenido antes, pero... "¿Qué pasa? alguien muere? Tienes que contarme los chismes de aquí, de lo contrario sabes que no lo entiendo, Gabe.

Cerró los ojos y respiró hondo, Negan lo observó mientras contaba por lo bajo; uno dos tres. Cuando volvió a abrir los ojos, estaban endurecidos, menos emotivos. Cuando habló, su voz era hueca, "Rick". Dijo el nombre, con un trago grueso después. "Es Rick".

_____

"Pinchazo." Rick siseó entre dientes, después de haber escupido la tela sucia de la camisa de Negan al suelo, aferrándose a su brazo. Personalmente, entendía cuánto apestaba esa mierda, pero no estaba dispuesto a consolar a Rick, no cuando obtenía algún tipo de placer al verlo sufrir. "Eres un jodido—"

"Cuidado Rick". Advirtió Negan. "No tienes a ninguno de tus amigos chupapollas ahora mismo, estás con un brazo abajo, ya no me gustas". Examinó la habitación y asintió con la cabeza hacia el otro extremo de la habitación. "Pero, no te preocupes, Ol 'Yeller, hay un maldito rincón allí donde puedes ir a lamerte las heridas si quieres, te juro que no miraré".

Rick lo fulminó con la mirada, a través de una expresión furiosa que fue en parte provocada por el dolor que probablemente todavía estaba sintiendo. Con suerte, pronto se convertiría en adrenalina. De esa manera, si necesitaban escapar rápidamente, Negan no tendría que preocuparse por cómo se vería si regresara sin Rick.

Los ojos de Negan parpadearon desde el techo hasta la figura de Rick que se retiraba. Se encontró preguntándose qué diablos había hecho para merecer esto, estar atrapado solo con Rick, de todas las personas. Podría haber sido cualquiera; Tara, Aaron, diablos, hubiera preferido a Daryl y sus gruñidos antes que a Rick.

Le dolía la pierna y descubrió que pedía a gritos que la adormecieran, que Aaron le diera más de sus píldoras de la felicidad. Casi le hizo olvidar que estaba allí, o que le hizo correr cojeando, si es que alguna vez volvía a correr. Ahora Lucille se usaba más como bastón que como cualquier otra cosa, pero supuso que siempre había sido así; él apoyándose en ella en busca de apoyo.