Donde esta el corazón | Segunda parte

17 | ✝️

"Pensé que dijiste que fue hace mucho tiempo".

"Mmm". Él tarareó. "Tal vez no tanto como pensaba".

Por mucho que Negan quisiera tirar todo el asunto de "cuidar de Rick" por la ventana después de que su conversación se calmara, aún no había vuelto a ser él mismo. Por mucho que quisiera, no insistió en el tema; no cuando Rick tosía y se aclaraba la garganta. Todavía tenía que pedir más agua, y Negan lo atribuyó a su orgullo reflexivo.

Cogió su mochila y rebuscó en su interior hasta que encontró una de las botellas restantes de agua potable. Rick lo miró mientras desenroscaba la tapa y tomaba un largo trago de agua, pero no dijo nada para expresar su propia sed. Se lo imaginó.

Desafortunadamente para él, no podía dejar que el hombre más joven muriera, no bajo su vigilancia de todos modos, y definitivamente no porque estaba amargado por una conversación que compartieron. A pesar de su propio disgusto, le arrojó a Rick la botella de agua después de que le había vuelto a poner la tapa. Lo atrapó y lo miró con una sospecha injustificada.

"Te ves como una mierda." Rick murmuró, bastante poco convincente antes de decidir tomar un trago del agua ofrecida. Negan consideró sus opciones; podría dejar a Rick fuera por completo, o su respuesta podría contener algo igualmente ofensivo.

Él asintió, lento. "Mierda Rick, pareces una maldita margarita que acaba de brotar del suelo. Apuesto a que ahora también hueles muy bien. Recibió la mirada deslumbrante patentada de Rick Grimes como respuesta, antes de volver a terminar una de las últimas botellas de agua. El silencio llenó el espacio entre ellos, la inquietud se despertó dentro de él mientras subconscientemente alcanzaba su mochila de nuevo.

De allí, el envase de pastillas que Aaron le había recetado. Demonios, probablemente los había robado directamente del botiquín de la enfermería, solo para asegurarse de que Negan y su pierna no arruinaran la misión. La broma estaba sobre él, porque se había jodido todo sin importar el estado de su pierna.

"¿Eres un adicto a las pastillas ahora?" Rick le lanzó con disgusto.

Negan negó con la cabeza mientras tomaba las pastillas, y cuando volvió a hablar, resopló: "Sí, porque así es como paso mi tiempo, Rick, drogándome y olvidándome del mundo por un momento". Rodó los ojos. "Aaron me dio esto para mi pierna, no quería que retrasara a todos".

La confusión tembló en la ceja del joven. "Eso es un poco..."

"¿Dulce?"

Iba a decir al revés.

Se encogió de hombros y guardó su botella de agua personal una vez que terminó con ella. Si iba a pasar el día lejos de Rick, hirviendo agua para que no se murieran de sed, hoy sería ideal. Rick parecía estar mejor de salud, o al menos estaba mejorando, lo que significaba que sus posibilidades de supervivencia habían aumentado desde la última vez que lo revisó.

Suponiendo que no se mataran unos a otros primero, sus posibilidades ya no eran tan pálidas y sombrías como lo eran hace solo unos pocos días.

En cualquier caso, el agua hirviendo debería ser una prioridad durante la mayor parte del día. Si Rick insistía en tragar hasta la última gota de agua, tendría que asegurarse de que no se acabaran. Lo último que necesitaban era que la condición de Rick se saliera de control y no tuvieran líquidos para hidratarlo.

Sin una palabra, cruzó la habitación hasta la puerta. Sin embargo, la voz de Rick lo detuvo a medio camino. "¿A dónde vas?"

"¿Quién eres, mi esposa?"