187-clase A

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Una nueva mañana estaba en el horizonte cuando Lucifer se despertó de su sueño, bostezando.

Se levantó de la cama y salió de la habitación para encontrar al anciano sentado en el sofá con una bolsa empacada. 

"¿Ya preparaste todo? Tienes prisa por hacer que me vaya, ¿no es así?" Lucifer preguntó mientras rodaba los ojos. 

-Para nada. No soy rápido, eres tú el que se despertó tarde. Ya son las ocho de la mañana, joven- respondió el anciano señalando el reloj. 

"Dúchate y prepárate rápido, o nos perderemos el único viaje a la ciudad del día".

Lucifer regresó a su habitación y recogió algunas prendas antes de entrar a la ducha. 

Solo después de vestirse se fue. 

"Estoy listo", le dijo al anciano mientras salía de nuevo de la habitación. 

"Eso es bueno. Dejémoslos". El abuelo Chi se puso de pie con una bolsa y salió de la casa con Lucifer. 

Cuando se fueron, encontraron a todos sus vecinos parados afuera, esperándolos.

"Tía Velma, tío Luci, tío Joe, tío Dona, ¿por qué están todos esperando aquí?" Lucifer preguntó sorprendido. 

"Alex, ¿escuchamos que irás a la Academia? Vinimos aquí para despedirte porque es un gran problema. Te convertirás en un héroe si te gradúas allí y enorgulleces a nuestro pequeño pueblo. Queríamos desearte suerte". y gracias por todo."

El líder de la Aldea respondió a Lucifer. 

"Para nada. Debería agradecerles en su lugar. Todos ustedes son muy amables. No puedo decirles lo feliz que estoy de haber nacido en este pueblo", respondió Lucifer mientras se inclinaba respetuosamente. 

Al escuchar sus palabras, algunas personas no pudieron evitar mirar hacia otro lado. Solo recordaron que todo era una mentira en lo que Lucifer estaba creyendo. Él no nació aquí, y le habían mentido mientras lo mantenían en la oscuridad. Desafortunadamente, todavía no había ganado sus recuerdos.

"Ven, vámonos", el abuelo Chi palmeó los hombros de Lucifer mientras comenzaba a caminar. "Estaremos tarde."

Bajo la atenta mirada de los aldeanos, los dos abandonaron la Aldea y desaparecieron en el horizonte. 

...

Lucifer y el abuelo Chi estaban esperando en la carretera principal, que estaba bastante lejos de la Aldea. 

Tuvieron que caminar durante dos horas seguidas para llegar aquí. Desafortunadamente, no tenían otra opción ya que su pueblo era muy pobre. 

Ninguno de ellos tenía ningún vehículo, y si querían llegar al centro de la ciudad, necesitaban tomar el autobús desde aquí.

El autobús tenía un horario fijo de dos de la tarde, y solo pasaba una vez al día. 

El clima estaba demasiado caluroso ya que el sol estaba justo sobre sus cabezas cuando Lucifer y el abuelo Chi llegaron a la parada. Ya estaban sudando mientras esperaban el autobús. 

Afortunadamente, el autobús no llegó tarde esta vez. Llegó justo a tiempo y se detuvo antes que los dos. 

Las puertas del autobús se abrieron, dejando entrar al abuelo Chi y Lucifer. Encontraron asientos vacíos y se sentaron uno cerca del otro mientras el autobús volvía a moverse. 

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