XI

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Liam estaba mirando el Lago hasta que se dio cuenta de mí.

-Blair.

-Hola Liam.

-¿Por qué dijiste que nos encontraríamos aquí?- preguntó extrañado.

-Fue el primer lugar que pensé- mentí. Había pensado en la casa Everest o el Bosque, pero el bosque me llenaba de remordimiento sin razón, aunque 15 minutos atrás estuve en el Bosque.

-Ajá, ¿Qué haremos?

-¿Conoces un libro llamado Lush?- fui al grano no tenía otra opción.

-Mm no me suena.

Gracias por tu ayuda, Liam.

-Okey, olvídalo.

-Sayn me dijo que eras confusa, ahora lo puedo confirmar.

Oh, recordé que ahora Sayn y Liam son tan amigos que en algún momento se tatuaran juntos, y como toda relación, el golpe de sangre les llega.

-Que bien- no supe qué responder.

-Ve al grano, Blair.

-¿Recuerdas la cabaña que fuimos la otra vez?- pregunté, Liam asintió- esa cabaña es de Claire Everest, bruja elegida, conténtente de cada poder y elemento.

Liam parecía confundido, y como no va a estarlo es un mortal.

-¿Okey?

-Dios Liam préstame atención.

-Es lo que intento, Blair.

-Existe un privilegio de brujas que es ser la elegida o ser una guardiana, las elegidas son brujas más poderosas del mundo, a lo que los mortales llaman monstruos, las guardianas son, como lo dice su nombre, guardianas del poder que no tienen ellas.

-Okey, entiendo.

-Te empujaré al río, Liam.

-Entiendo te lo juro.

-Ajá.

 ☪

Con Liam terminamos haciendo un recorrido enorme. Del Bosque a la Casa Everest, de la Casa Everest al Lago y del Lago a donde Sayn.

Mis piernas sufrían, ni siquiera las sentía.

Fuimos al Bosque porque queríamos encontrar algo más que no encontramos. Fuimos a la Casa Everest para cambiarme. Fuimos al Lago para hablar de lo que sea y acá estamos en lo de Sayn.

Liam padecía con mucha energía, mientras que yo apenas puedo levantarme de la cama.

-¿Cómo haces para tener tanta energía?- pregunté llamando la atención de Liam.

-No lo sé, ¿Tú como haces para no tenerla?

-Porque yo no estoy acostumbrada.

-Yo menos.

-Me frustras.

-Tú me amas, Blair.

-¿Tanto se nota?- dije sarcásticamente.

-Ajá.

En cuestión de segundos me quedé dormida, no me juzgaba al tener sueño, aunque haya dormido más de 6 horas.

 ☪

-Blair.

-¿Qué?- pregunte somnolienta.

-Te necesitan en la puerta.

Abrí mis ojos con pereza de bajar, aunque bajé igual.

-¿Sí?- pregunté al abrir la puerta, mis ojos se abrieron de par en par al ver un Alexis sonriente.

-Hola, Everest- Alexis me golpeo desmayándome completamente.

No entendía nada, estaba consciente pero inmóvil.

Lo único que entendí fue que estaba en el Lago.

-Alexis, no sabes lo que haces- Comentó Luke.

-Cierra la boca, Luke, si no quieres que también te maté- amenazó Alexis.

Luke se calló.

¿Me mataría?

En unas horas sería mi cumpleaños.

En unas horas recibiría mis poderes.

En unas horas...

-¿La tirarás al Lago?- preguntó Luke.

-Sí, ¿Cuánto falta para mañana?- preguntó Alexis.

-Horas, estoy seguro de que no, minutos, 10- minutos...

-Bastará con ahogarla- suspiro- llegamos querida, Everest.

Luego sentí como un escalofrío recorrió mi cuerpo entero.

Una ola de agua helada me empezó a dejar sin aire.

Pero había algo curioso en eso.

No iba para abajo, iba para arriba, en el Lago no era común, una vez que caías no había escapatoria.

Empecé a sentirme móvil de mi cuerpo.

Abrí mis ojos y no estaba en el agua, estaba más bien volando.

La sensación superior, mágica y fuerte empezó a recorrerme.

Las Brujas de la Noche©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora