"Nunca sabes cuando sera. Pero sabes que dejaras de ser la misma persona, para convertirte en alguien mas"
La repentina caída de Kenneth, las tenias nerviosas y llenas de pánico. En un abrir y cerrar de ojos, él dejo de caminar, para luego desmayarse frente a ellas, sin explicación aparente del porque había ocurrido aquello.
Ellas seguían de pie frente a él, tratando de encontrar una razón por la cual debieran volver a moverse. Lindsey temblaba, pero aun así, se acerco levemente al chico, para ver si este aun se encontraba respirando. Más algo se lo impido, ese escalofrió que llego desde sus pies hasta su cabeza, la hizo frenar en seco y retroceder nuevamente.
- ¿Faila? - Preguntó Lindsey con preocupación. Necesitaba su ayuda, necesitaba que aquella chica le ayudase, quizá dándole ánimos, quizá buscando alguna explicación.
El cuerpo de Faila se tenso, con la mención de su nombre. Asintió en respuesta de lo que aquella chica pensaba, no lo sabía, pero presentía que si no ayudaba a Kenneth, este podría terminar en una situación de muerte.
- ¡Ailen! - Gritó Faila, al encontrarse postrada frente al chico.
- ¡Sí! - Asintió por puro instinto al escuchar.
- Nosotras nos encargaremos de llevar a Kenneth... - Contestó, segura de sus palabras. - Lindsey, tú nos guiaras - Le dijo con fiereza.
Entonces, regresó su mirada al chico, apretó los puños con fuerza...
"algo no está bien" se susurro a sí misma.
"no me digas... tienes a un chico desmayado ante ti. No hay luz. Tú amiga, tiene un aparente miedo hacia él. Y conociendo todo esto, aun dices que ¡algo no está bien! ¿Qué sucede contigo?" Respondió su subconsciente con ironía y molestia.
"no me refiero a eso, algo no encaja en todo esto. ¿Por qué se desmayó?". Se respondió con confusión
"enfermedades. Tal vez incluso le dio un paró" Bromeó con simpleza.
"No juegues con eso. Puede que tengas razón, pero en todo caso, sabes muy bien que no tendría que haber visto lo que vi en sus ojos en ese momento". Él observaba el agua mientras caminaba con precaución por los bordes de la piscina. Un rayó cayó. Sus ojos cambiaron. Su equilibrio fallo. La soltó. Y terminó sin conciencia en el piso.
"¿Caminaba demasiado cerca de la piscina?"
"Demasiado" rió con modestia.
- ¿Faila? - Hasta ese momento, se daba cuenta de lo perdida que se encontraba. Lindsey hasta ese momento no despegó su vista del cuerpo inconsciente.
- Vamos, no tenemos mucho tiempo - Se levantó rápidamente. Tomo los pies del chico y les indico a ellas, que hiciesen lo que se les había indicado.
Ailen lo tomo por los hombros, y Lindsey caminó hacia el frente. Aun temblaba, pero tenía que tener cuidado y ayuda con lo que pudiese.
Finalmente lograron llegar a la habitación de ellas. Lo colocaron en la cama de Naurend, la cual aun se encontraba perdida junto con Anthony
- Su piel esta fría, Ailen enciende una vela - Le dijo Faila, mientras tomaba unas mantas para cubrirlo.
- Lindsey, sal a la azotea, te hará bien respirar un poco - Aconsejó mirándola. Su cuerpo aun estaba tensó y su mirada no se separaba del cuerpo inerte.
- Estoy bien - Respondió acobijándose con sus manos.
- No, no lo estas. Haz lo que Faila dice - Confesó Ailen, llegando con una vela en sus manos.
Lindsey tembló. Aceptó la sugerencia, y caminó con dirección al lugar indicado por sus amigas. Sabía que ellas tenían razón. Pero por algún motivo no deseaba separarse de él, realmente no le agradaba, pero en esta ocasión, una fuerza la estaba atrayendo. No podía explicarlo muy bien, aquello que sentía, no era algo que se pudiese describir fácilmente.
El teléfono de Ailen empezó a sonar, este fue contestado por la misma, quien después de intercambiar algunas palabras colgó.
- Lindsey, quédate aquí. Iré con Faila a traer a Naurend y Anthony, regresamos pronto, cualquier cosa nos hablas a mi teléfono. - Dijo Ailen colocándose un suéter, llevando entre sus manos una vela.
La puerta cerrada ante sus ojos, causaba que el nerviosismo en su cuerpo, creciera aun más de lo que ya se encontraba.
Se volteó, hasta encontrarse con la vela que quedaba en la habitación. Aquella, irradiaba una luz tenue, pero lo suficientemente intensa, como para poder admirar el cuerpo que yacía sobre la cama.
Hasta ese momento, no se percató de lo que su cuerpo estaba haciendo. Poco a poco se fue acercando a él, hasta quedar frente a la cama, observándolo desde arriba.
Frunció el ceño al notar los ojos contraídos del chico. Parecía como si este supiese lo que ella estaba haciendo, aunque conocía a la perfección que eso no era posible. Él no tenía conocimiento alguno de lo que estaba pasando.
Se sentó a un lado de él, y coloco una mano sobre su regazo. Inclino su cabeza hacia la izquierda, para poder contemplar bien la imagen de su rostro.
Su mano se acerco al rostro del chico. Ahora las mejillas de aquel se encontraban levemente frías, pero aun así las acaricio con suavidad. Estaba tan tranquilo en aquella cama, parecía que nada podía despertarlo. Pasó su mano de sus mejillas a su frente, pero inmediatamente la retiró, al sentir un sudor frio acobijar su piel.
- Kenneth... - Susurro acercándose a él.
Escuchó su corazón latir con rapidez ¿qué locura cometería aquella noche? Sus pensamientos fueron silenciados, al sentir la respiración del chico pegar contra sus labios. Tenía que hacerlo, se arrepentiría toda su vida si no lo hacía.
Ese impulso, la arrojo contra él, uniéndolos finalmente. Pero retrocedió con velocidad al escuchar el quejido que salía de los labios de aquel.
¿Acaso estaba despierto? No podía ser verdad.
Notó como este se tambaleaba de un lado a otro... estaba recuperando la conciencia.
- Oh no - Se levanto rápidamente. - ¿Qué hago? ¿Qué hago? - Se repitió, tambaleándose de un lado a otro en busca de alguna solución...
Él chico se removió nuevamente. Abrió los ojos con lentitud, ¿qué ocurrió? Se preguntó a sí mismo con naturalidad. Empezaba a formar conclusiones en su mente, cuando se dio cuenta de lo que se encontraba frente a él, y la sensación extraña que transmitían sus labios.
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Heichiz [Destino #1]
FantasíaDestino... es el poder sobrenatural inevitable e ineludible que, según se cree, guía la vida humana y la de cualquier ser a un fin no escogido, de forma necesaria y fatal, en forma opuesta a la del libre albedrío o libertad. El destino de ocho perso...