14. Cadenas irrompibles - 5.1

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"Sabes que estas en el camino correcto, Cuando pierdes el Interés por mirar atrás"

La brisa suave, movía las copas de los árboles con gracia, llevando con ella un aroma salado que se mezclaba con la tierra húmeda, encontrándose a las orillas del verde prado.

La arena blanquecina daba un brillo peculiar a la luz del sol, parecían pequeños trozos de diamante, esparcidos a lo largo de la costa.

Las olas golpeaban con ferocidad las orillas visibles de la arena ya colorada, a causa del agua salada. El agua parecía irradiar los colores verdes, combinados con un suave tono celeste, reflejo del hermoso paisaje que ahora se cernía ante sus ojos.

- Es hermoso - confeso Ailen, observando todo con emoción.

- Realmente lo es ... ¿como conoces este lugar? - Preguntó Naurend, volteándose para recibir la respuesta del chico.

- Tengo una casa por aquí ... - confeso con simpleza.

- Pero la pregunta es ... ¿como lo conoces? - Interrogó Lindsey, al darse cuenta que aquel no había respondido correctamente a la duda de su hermana.

- Mi novia me trajo - dijo, sin mostrar sentimiento alguno en su rostro.

Esas palabras se encargaron de paralizar el cuerpo y las esperanzas de Naurend, quien ahora había llevado su mano derecha hasta el pecho, para tratar de calmar el dolor que sentía. Ni siquiera se percató de lo que sucedió en aquellos minutos, los cuales para ella se detuvieron de momento.

Al escuchar aquello, Faila volteo a verla, solo para encontrarse con unos ojos cristalizados por las lagrimas, que amenazaban con salir en cualquier instante. Al darse cuenta de eso, su cara cambio, y Ailen con Lindsey se dieron cuenta de ello, ahora se encontraban preparándose para lo que venia. Con suma rapidez, nuevamente se volteo, para enfrentar de cara al chico. Levanto la parte baja de su pierna derecha, llevándola hacia atrás, y luego mandarla con mucha mas fuerza hacia delante, impactando en la entrepierna de Anthony, lo que causo que aquel cayese al piso cinco segundos después de haber recibido el golpe.

Lindsey tomo entonces a Naurend de los hombros, y la jalo, para que la siguiese. Ailen les dedico una amenazadora mirada a los tres chicos que se encontraban al lado de Anthony.

Faila y Ailen siguieron a toda prisa a Lindsey, la cual ya se encontraba lo suficientemente lejos con Naurend, quien aun parecía encontrarse mal.

Paso aproximadamente una hora ... una hora en la que Naurend no había dicho ni una sola palabra, una hora en la que habían caminado solas por aquella playa desierta sin saber a donde ir, o siquiera que hacer.

- Tengo hambre - comento Ailen, rompiendo el silencio, y ganándose con ello, una mirada de odio por parte de Lindsey.

El silencio volvió a reinar después de eso, pero al pasar algunos minutos, la que hablo fue Naurend.

- Creo que me emocione demasiado rápido - sonrió con tristeza.

- No digas eso Naurend ... - La consolaba Faila.

- Es la verdad, es decir, ¿como siquiera no se me ocurrió que un chico tan lindo como él, no tuviese novia? - Se abrazó a si misma.

- Eres muy inocente aun - Suspiro Ailen.

- Soy muy ingenua ... - Se dijo en un susurro.

- Naurend - Lindsey iba abrazarla, pero ella lo impidió, estirando su mano derecha.

- No voy a llorar.- Comunico de una manera fria.

- Pero ... - Comenzó a decir Ailen, pero inmediatamente fue interrumpida.

- No puedo perder, algo que realmente no tengo - Se burlo de si misma.

- Entonces ... ¿que piensas hacer? - Pregunto una entusiasmada Faila.

- ¿A qué te refieres? - Le pregunto confundida.

- No sabemos donde estamos, golpeamos a ese chico y ... los teléfonos se quedaron en el auto - Comunicó de una manera irónica.

Naurend y las demás sonrieron, aquella manera de decir con ironía, palabras desalentadoras y aun así causar gracia, era un don de aquella chica, uno que amaban profundamente en ocasiones como esa.

- Supongo que habrá que seguir caminando hasta que encontremos a alguien - Canturreo Lindsey.

Y acatando a lo que ella había dicho, siguieron caminando sin decir palabra alguna, extrañamente aquel silencio no era incomodo. Podía describirse como un suspiro por parte de todas, escuchaban con atención sus respiraciones, señales audibles que para ellas, eran suficiente.

El atardecer se acercaba, y con el, las conchas en la arena comenzaban a brillar. Faila pensó, en buscar una que fuese capaz de alegrar a su amiga, caminaba con la cabeza baja, tratando de encontrar algo ... Y finalmente diviso algo entre la arena, algo que brillaba sobre todo lo demás.

- ¡Miren esto! - Grito, haciéndose escuchar.

Aquella, se agacho y comenzó a escarbar en la arena, hasta que logrará sacar o que había visto.

- ¿Qué es eso? - Pregunto Ailen curiosa.

- Una cadena - Se admiro Lindsey al ver el objeto en las manos de su amiga.

Una cadena de plata, de la cual colgaba cristal fino en forma de corazón, aquel extraño objeto parecía brillar con colores muy hermosos y suaves.

- Es precioso - Dijo Ailen con sorpresa.

- Alguien debió perderle. Me imagino que le dolió hacerlo - comento Lindsey observando la cadena.

- Es tuya Nau. - Faila estiró su mano con el collar, hasta que aquel quedo justo frente a los ojos de Naurend.

- No, tú la encontraste, ademas combina con tus ojos, ademas sabes muy bien, que yo no uso estas cosas - Lo tomo de entre las manos de Faila, para luego extenderlo y colocarlo en la cabeza de su amiga.

- Gracias - Contesto Faila, tomando el dije en sus manos, para poder observarlo con claridad.

- Se notaba que lo deseabas - Se burló Lindsey.

- Oh vamos, no era para tanto - Se quejo con vergüenza.

- El sol ya se esta ocultando - Susurro Ailen observando el occidente con atención y nostalgia.

- Ya que no hay nada que podamos hacer, hay que sentarse y aprovechar la vista - Sugirió Naurend caminando hasta donde alcanzaban las olas a llegar.

Luego fue seguida por todas, quienes se sentaron a su Lado sin dudar.

El sol se ocultaba lentamente, era la primera vez que observaban una puesta de sol, el agua reflejaba los colores naranja del cielo, y como estos, poco a poco, iban transformándose en celestes. Todo era perfecto, a pesar de no encontrarse del todo felices, aquello les llenó de alegría, era un nuevo recuerdo.

Finalmente Aquel espectáculo había Terminado, Pero ellas aun no se levantaban, seguían allí, esperando encontrar alguna cosa que pudiesen hacer ahora.

- Conque aquí estaban ... - Se escucho una voz tras ellas.

Todas se voltearon, encontrándose con Sebastián y Kenneth, quienes las miraban sonriendo.

- Ustedes lárguense - Gruño Faila, arrojando les arena.

- Muy bien, quédense aquí si eso es Lo que desean - contesto Kenneth, dándose la vuelta despacio.

- ¡No esperen, ya voy! - Grito Naurend levantándose, causando la sorpresa de las demás.

- Yo los sigo, Vamos Lindsey - Aclaro Ailen, levantando a la chica a su lado.

Empezaban a caminar, pero en ese momento se dieron cuenta de que Faila, aun se encontraba observando el mar con suma atención, y con aparentemente ningún interés en ponerse de pie.

- Esa chica ... - comento Sebastián. - Adelántense, yo la llevo - Término de decir.

Los demás asintieron dudar y continuaron su camino , siguiendo a Kenneth.

Heichiz [Destino #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora