El inicio

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Nunca me había dado cuenta en lo alto que Cameron es. Mientras él y yo caminábamos a unos pasos alejados de los demás, nunca pensé en cómo serían las cosas si no se hubiera metido en mis pensamientos. Tal vez todo sería un poco más tranquilo, tal vez nunca hubiera obtenido la oportunidad de hacer esto y desearía con todas mis fuerzas que Eli estuviera aquí y que me hubiera visto en mi primer show. Pero en lugar de estar con ella estoy con este chico-marino (Cameron) que aparece en todos lados. Maldita sea.
-Asia, ¿cuánto tiempo dices que llevas entrenando con delfines?-Valery dijo. Algo curioso de ella es que va pegada a Aaron. Tal vez haya cambiado de parecer y Aaron sea su nueva novedad. Lleva sus rizos un poco alborotados y puedo oler su perfume desde acá. Sus vaqueros ajustados y su blusa escotada acentuaban muy bien su figura.
-3 años y medio, aproximadamente.-
-¿Y tú les enseñas todo eso?- Dijo... Bambi aparentemente asombrado. Su aspecto es de alguien lento. El típico chico del grupo que no tiene sentido del humor y tiene el don de arruinar todo. Aún no lo conocía claro, pero esa fue la primera impresión.
-Sí, pero no lo diseñe yo sola. Como soy novata en esto, varios entrenadores pusieron su granito de arena sobre ello.
-Yo hubiera dado la Playa Entera. ¿Entiendes?- En efecto, lento. -Porque ellos dieron un granito... ¿Sabes? Olvídalo, ¿sí?
Valery soltó una risita.
Pasamos gran parte de la hora caminando alrededor del acuario y del parque, viendo a los niños pequeños corriendo de alegría y soltando risas.
Cameron tiro de mi brazo para apartarme de una persona en bicicleta. Que trillado.
-Lo siento. - Dije yo, y me aparte de él tan pronto como logró sostenerme.
-Te dije que teníamos que hablar, no es gran cosa como para perderte en tus pensamientos.- dijo Cameron muy despacio para que los demás no pudieran escucharnos.
-¿Eh? No, no estoy pensando en lo que piensas decirme en particular.-
-¿Ah no? Me pregunto... ¿Habrá guía de estudio para tu clase de personalidad?-
-¿Estudias a las mujeres?- le pregunté sonriendo. ¿Sonriendo?
-No, pero sin duda... Tú eres un misterio.-
-¡Hagamos un juego!-Dijo Valery desde adelante.
Todos observábamos como Valery dejaba la lata vacía de refresco en el bote de basura.
-¿Un juego?- Dijo Cameron.
-Uno de parejas- dijo Valery.
¿Un juego de parejas? ¿Entonces Valery será mi pareja o será mixto?
-En ese caso yo escojo a Asia- dijo Cameron.
-¿Asia?- dijo Aaron- Pero, estaría un poco disparejo ¿No?
- ¿Disparejo en qué?- Dijo Bambi.
-No lo sé, tal vez sea mejor mujer con mujer.
-Vamos Aaron, no seas aguafiestas- Dijo Valery tomándolo del brazo -Será divertido.
-Eh creo que ustedes no están viendo. ¿Duh? ¿Quién será mi pareja?- Dijo Bambi.
-Juegas futbol americano -Empecé-. A cualquier chica le gustaría pasar tiempo contigo.
-Entonces ¿Te mueres por pasar tiempo conmigo?- Dijo Cameron.
-Dije que me gustaría, no que me muera por hacerlo.
-Bien, el juego consiste en esto: Cada estación tiene cierto puntaje y ustedes tienen que lograr conseguir la mayor cantidad de puntos posible en seis horas, tengan en cuenta que las filas le restan puntos, así que si escogen una montaña rusa de doscientos cincuenta puntos y la fila es de 30 minutos, son menos 50. Los puntos representan la diversión que pueden tener según el criterio mío y Cameron-.
Parece que Valery lo tenía muy bien ensayado.
-El tiempo comienza en 30 segundos.- Dijo Valery.
1...
-Eh, no estoy segura sobre estos puntos- dije yo un poco temerosa.
5...
-¿Verdad? Yo tampoco, deberíamos de intercambiar.- Dijo Aaron acercándose a mí.
10...
-¿Qué? No, es mejor así- Dijo Valery.
-Asia me escogió a mí- comentó Cameron.
-En realidad no escogí a nadie- repuse yo.
25...
-¿No cambias de opinión?- dijo Aaron pero Valery levantó su mano con el reloj.
27...
-En realidad... - Cameron tomó de mi mano antes de que pudiera protestar.
29.
-No, ya es tarde.-

Cameron corrió y yo le seguía el paso por detrás. Sostenía mi mano con firmeza y sus pasos eran fuertes y largos.
-¿A dónde vamos?- Dije jadeando debido a la velocidad que llevábamos, ya cansada.
-Busca el juego más colorido.-
Busqué hasta que encontré un juego con una forma cilindrica. Cameron fue reduciendo la velocidad y nos fijamos en el nombre.
Kar@l
Ciento veinte puntos, cinco filas.
-Tardaremos unos diez minutos en entrar, hasta que termine la ronda.-
-¿Este juego da vueltas?- Intenté que mi voz no sonara tan temerosa o dudosa pero no podía evitarlo.
-¿Vueltas? ¿Te refieres a que te deje de cabeza o así?- Dijo Cameron, él tampoco pudo evitar sonar algo divertido ante mi penosa verdad. Asentí con la cabeza, nunca me había subido a algún juego que te deje de cabeza pero sinceramente no quería saber lo que se sentía.
Cameron y yo nos sentamos en un carrito, el encargado cerró las barras de protección y nos ajustó los cinturones.
-Si este juego nos da vueltas, te mato.
-Descuida, sí nos da vueltas pero no la clase de vueltas que te disgustan.-
Casi oré esperando que fuera cierto eso, pero entonces el juego arrancó, no se despegó del suelo si no que empezó a girar, literalmente. Se sentía la fricción debajo de mis pies y el aire golpeando fuertemente mi rostro. El cabello de Cameron daba de un lado al otro, ambos levantábamos las manos y gritábamos intercambiando sonrisas.

Cuando el juego paró nos bajamos y caminamos apresuradamente. Aunque aún quedaba tiempo de sobra podía sentir el deseo de disfrutar cada segundo cómo si fuera el último.

El segundo juego era uno de los clásicos en todo parque: los carritos chocones.
Quinientos veinticinco puntos
-Veinticinco puntos de fila -vociferé.
-¿Qué me dices de este? ¿También te asusta?-
Me avergoncé un poco al ver que lo encontraba gracioso, pero ahora no era el momento de ponerme molesta o sentida con él. ¿O lo era? Hace unos días ni me hablaba y estaba con Valery, hasta tuvieron tiempo de venir y hacer una lista de los lugares más divertidos y pocos divertidos del lugar. Ahora que Valery quiere intentar algo con Aaron ¿Cameron quiere intentar algo conmigo?
Qué asco.
-No, la verdad no- Dije yo con sequedad.
Cameron asintió y dejó de hablar durante lo que quedaba de fila. ¿Habré hecho mal? Tal vez esto sea el quiebre de este día.
Sé que no puedo ponerme así y arruinar el resto de la tarde. Apenas llevamos media hora con el juego, pero no puedo dejar que quiera volver a lo mismo. Los coqueteos y las sonrisas. No después de lo que pasó con Valery.

Cuando pasamos, yo me senté en un carrito a unos metros lejos de Camerón. ¡Qué molesto era tener que estar con él!
Prendieron los carritos y mi objetivo era mi acompañante. Estaba molesta ¿Por qué me hace sentir así? ¿Por qué no me puedo controlar? Él me molestaba y parecía apropósito.
Cuando los carritos empezaron a andar, fui hacia su carrito pero antes de poder pegarle alguien más chocó su carrito con el mío. Cameron soltó una risa.
-¡Atrápame, Asia!
¿Atraparlo? ¡¿Qué diablos?! Sonreí sarcásticamente ante su invitación, pero volví a conducir hacia él, Cameron dio una vuelta a su carrito y lo chocó contra el mío haciendo un impacto, se sacudió de una forma tan graciosa que solté una risotada y otro carrito chocó contra mí, río conmigo.
Atoré mi carrito contra otros dos autos mientras Cameron salía y se preparaba para estamparse contra el mío.
Me dolían las costillas de lo mucho que reía al no poder encontrar la forma de salir y de lo desesperada que me encontraba
Cuando él dio su ultimo impacto los carritos pararon y tuvimos que bajar.
-¡Esos debieron ser más de quinientos veinticinco puntos!- Dijo Cameron riendo.
Él se reía con mucha naturalidad y parecía que realmente estaba disfrutando de mi compañía. Me daba igual lo que él haya hecho, no arruinaré mi día sólo por eso. Al menos no hoy. Podemos ser amigos y amigos seremos.

Pasaron tres horas y ya teníamos varios puntos acumulados, comimos algo. Para descansar un poco, pero sin dejar pasar tiempo y acumular más puntos, decidimos ir a la rueda de la fortuna.

-Bien, son sólo cincuenta puntos y no nos quita nada porque no hay filas, ¿Sabes por qué?- Dijo Cameron sonriendo.
-Porque se pierden de todo- Dije yo.
-Porque es el juego más aburrido de la historia.- respondió.
-No nos hemos subido a ninguna montaña rusa. Eso daría bastantes puntos.
-Sí, je, quiero esperar a que se me pase la comida.-
Cameron asintió y ambos entramos a una cabina de la Rueda de la fortuna, me senté agradeciendo a mis piernas por no haberme fallado durante todo este tiempo.
-Asia. - Dijo Cameron
-¿Sí?
-¿Por qué me evitas?
Cameron estaba viendo hacia la ventana y no hacía contacto con mis ojos. No podía decir si era una trampa.
-No lo hago -. Y era verdad. No buscaba esconderme de él.
-No me habías hablado, en la fiesta no me dirigiste la mirada.
-Soy una conocida ¿No?
-¿Qué?- Cameron giró su cabeza y nuestras miradas se encontraron.
-En la fiesta dijiste que solamente era una conocida, y pareciste estar pasándola muy bien con Valery.-
-¿Valery?- Cameron se río pero su sonrisa era diferente, como una clase de "mira que ingenua" y así me sentí.
-Asia, no estabas haciéndolo por Valery ¿Cierto?
-¿Por qué crees que lo haría por ella?- Aunque gran parte de esta conversación era por ella, no podía admitirlo.
-Valery es mi prima.- Dijo Cameron acercándose a mí. -Ella vive en Denver. Se enamoró de Aaron desde chicos y por eso planea transferirse de escuela, Aaron piensa que por esa misma razón somos mejores amigos y debo contarle cada detalle de mi vida y era más facil decirle que eras una conocida a aventarme toda la historia.
Cameron hablaba con rapidez y sus palabras fluían como agua, parecía alterado y dolido.
-No te hablé pensando que tú me ignorabas o que no querías pasar tiempo conmigo.
-No...Yo... -Intenté que las palabras salieran de mi boca pero sus palabras eran fuertes, y no parecía que estuviera mintiendo. Lo cual me dejaban sin refuerzos.
Cameron se acercó y puso su mano en el asiento a un lado de mi hombro, se agachó hasta quedarse en el mismo nivel de mis ojos.
-¿Cuál es tu excusa, Asia? Si el problema era que esperabas a que yo te llamara, entonces ahórrame la molestia y dilo. Porque me muero por desvelarme contigo.
Pronunció esas palabras y todo se detuvo un momento, después me arrepentí de haber supuesto tantas cosas sobre él.
-Dímelo, Asia.

AgridulceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora