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1 año después
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Nanako ya tiene amigos, claro, supongo que es normal ya que por fin entró a la escuela primaria. Mimiko sigue siendo tímida lo cual me preocupa, no quiero que mi hija termine igual que yo.

Mi cuerpo se siente cansado y no necesito de un espejo para saber que mis ojeras se ven marcadas.
Estos últimos meses han sido muy estresantes para mi, incluso siento que me distancie de mis hijas pero supongo que es algo que no puedo evitar, trabajo es trabajo.

Mimiko está en la guardería y nanako en la escuela y no tengo que ir por ellas en un par de horas por lo que tengo suficiente tiempo.
El tiempo pasa extremadamente rápido pero a la vez tan lento.

Dejo que el viento se llevé mi suspiro y me tumbó en el piso mirando al obscuro techo de mi habitación. Se que puedo levantarme y subirme a mi cama pero estoy en esa etapa en dónde hasta la cama más incomoda del mundo se siente como si fueran nubes.

E dejado de alimentarme bien, estoy conciente de eso, en las mañanas antes de que mis hijas se levanten, tomó un cigarro como si fuera mi desayuno, usó el pretexto de que ya desayuné y simplemente acompaño a mis hijas en la mesa. Me e desvelado, e llorado incluso más que antes, me e echo dañó y e estado a punto de dejar a mis pequeñas huérfanas.

Se que es mi cansancio pero... No lo sé. Probablemente la vida sería más fácil.

No e sabido nada de gojo en un tiempo, bueno, exactamente hace un año con tres meses y veinte días.

Al tercer mes me rendí con mi búsqueda. Me di cuenta que no merecía la pena luchar por algo perdido.
Tengo la teoría de que se alejo al saber lo patético que soy.

Ni siquiera puedo cuidar de mi mismo, no se cómo es posible que soy padre. ¿Porque existo? ¿Porque no morí junto a mis padres? En verdad me gustaría cambiar todo. Mataría a la humanidad solo para que me dejen en paz.

Soy tan egoísta, por eso me odió.

Comencé a hacer "meditación" pero no me ayudó, comencé una nueva rutina de ejercicios y nada.
Dibuje, escribí, pinte, leí y nada de eso me ayudó a distraer mi mente.
Cuando dibujaba o pintaba terminaba haciendo diseños sin que me diera cuenta.

Escribía bitácoras de trabajo en vez de que fuera un diario de mi vida personal.

Los únicos libros que me quedaban eran tan aburridos que no me ayudaba.

Probablemente sea un perezoso.

Cierro mis ojos lentamente, lo último que pude ver fueron mis pestañas que estaban húmedas. Me acabo de dar cuenta que estaba llorando.

ES A BASE DE NIÑOS [AU SATOSUGU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora