extra 4

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Había algo en la cabeza de megumi que lo había estado atormentando.

¿Era lo suficientemente bueno para itadori?

Esa pregunta comenzó a surgir cuando nobara, una de sus amigas de infancia, había regresado de su pueblo natal a Tokio y ella al enterarse que estaban juntos se sorprendió tanto que casi comenzaba a reír.

"¡Pero son tan opuestos!" Recuerda que le había comentado, en un momento no le tomó importancia pero después, en la noche que estaba sobrepensando estaba al borde de llorar.
No había dicho nada de eso con sus padres ya que no quería que se preocuparan por nada y estaba asustado de hablarlo con su psicóloga.

En parte nobara tenía razón pero todo había comenzado en la noche antes de irse a acostar.
Había tenido una videollamada con itadori y al antes de que finalizará la llamada itadori le dijo algo, algo que lo puso nervioso.

"te amó "

Si megumi fuera más fuerte le hubiera contestado lo mismo pero en cambió simplemente le dijo "gracias, descansa" y colgó para aventar el teléfono en su cama muy lejos de él mientras trataba de procesar la información.
Megumi era muy sensible si en verdad tocaban muy a fondo su corazón.

En el momento no mostraba emociones, el problema comenzaba cuando era de noche y estaba en la comodidad de su cama, allí era cuando rompía a llorar.
Por ejemplo, una vez gojo mencionó sobre las veces que quiso llevarlo al parque cuando era niño pero no estaba seguro de hacerlo, megumi lloró en la noche por eso. Cuando uno de sus perros se lastimo la pata y lo tuvieron que llevar al veterinario de urgencias, también lloró por eso. Cuando recordó a su madre o a tsumiki también lloró.

Era alguien muy sensible escondido por el daño que le hizo el tiempo y su tonto padre.

-buenos días...- les dijo a sus padres que estaban en la cocina desayunando.

-buenos días, lávate la cara para que desayunes- su padre geto le dijo mientras jugueteaban con su tazón de fruta con una sonrisa.

-no tengo hambre...- al momento de decir eso gojo lo volteo a mirar rápido a la cara por lo que megumi lo evitó a toda costa.

-bueno, no importa si no tienes hambre, recuerda lo que te dijo el doctor - la voz de geto sonaba dominante, perfecta para un padre, no como gojo que todo lo tomaba como comedia.

El doctor de megumi le dijo que tenía que comer un poco más de lo que normalmente hacía ya que tenía indicios de una anorexia nerviosa, esto obviamente no pasó de alto por geto y le servía mucha más comida de lo normal a parte de que se preocupaba mucho por él, siempre le preguntaba cómo se sentía, si necesitaba platicar o cosas así.

-¿Estuviste llorando?

La pregunta no lo tomó por sorpresa porque sabía que gojo había notado sus ojos hinchados.
-no. - contestó fríamente para ocultarlo y evitar su mirada penetrante.

-¿Fue esa ratilla de los kento que te hizo llorar?- gojo se levantó de su lugar para ir al lado de su hijo y obligarlo a mirarlo.

Megumi rodó los ojos, aún no sabía porque su padre no aceptaba a itadori. Claro los dejaba solos pero era muy sobreprotector.

"dejen la puerta abierta "
"no estén muy cerca"
"nada de cosas prohibidas hasta que sean mayores de edad"

Eran pocos de los mil comentarios y restricciones que tenía qué oír y para su mala suerte obedecer porque después de todo gojo era su padre.

-no no tiene nada que ver...

ES A BASE DE NIÑOS [AU SATOSUGU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora