❍ the endless ❍

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Caminaba por los pasillos del inmenso palacio, buscando a la persona con la que habia compartido cama la noche anterior.
Porque bueno, Hob se habia despertado sobre esa cama de nubes sin Morfeo a su lado.
Entonces, el castaño supuso que tuvo alguna emergencia o el de ojos marrones se habia quedado dormido y por su sueño pesado, su novio no quiso despertarlo.

Por lo que fuese, ahora se encontraba asomándose por una de las pocas ventanas que habían en los pasillos. Pero, solo pudo ver la figura de una mujer, pálida, con una túnica cual fantasma. Pelinegra y rizada, muy hermosa.

Se veía un tanto borrosa aquella imagen, que Hob pensó que era su vista la que le falló por un momento.
La mujer elevó su mirada hasta él, como si estuviera al tanto de su presencia allá arriba. Le sonrió con una mezcla de alegría o hasta nostalgia, aunque, notó ese deje de preocupación al final.

Robert le devolvió el gesto de forma amable y, al estar a punto de saludarla directamente, esta se desvaneció.

—¿Little dream?—

Hob respondió a ese llamado volviendo su mirada tras suyo, donde Morfeo lo veía con detenimiento. Él se percató de la extrañeza en los ojos marrones de su pareja y quiso indagar más en ello: —¿Todo está bien?—

El mayor vió como su receptor titubeó unos segundos antes de asentir totalmente, a lo que Sueño se aproximó para depositar ambas manos sobre las mejillas del moreno y besar dulcemente los labios contrarios.
Gadling mostró su fascinación por el gesto, formando su perfecta dentadura en una sonrisa.

—Lamento el que no me encontraras a tu lado esta mañana, pero tenia asuntos que atender antes de ir al campo de los hermanos—

—Pensé que habías dicho que no me dejarías solo por tu paranoia de ayer — atacó con una sonrisa divertida, a lo que Morfeo tenia la respuesta perfecta: —No estabas solo, Matthew te observaba. Él me avisó cuando despertaste y comenzaste a buscarme—

—¿Matthew?, pero jamás me percaté de su presencia—

La avecilla llegó al ser nombrada, quedándose en el marco de la ventana: —No te preocupes, cuando yo vigilo nadie sabe o sabrá que estuve ahí —

Asintió sin más ante el dato que el ave decía con orgullo, para luego escuchar a Dream recordarle lo del día de siembra y cosecha en el campo de Cain y Abel.

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—¡Lord Morfeo, Lord Robert!— la efusividad de Abel se transmitía mediante la expresión en sus facciones y el movimiento repetitivo de su mano, buscando llamar la atención no solo de los recién llegados, sino también la de su hermano; quién por cierto, se encontraba sacando la mayoría de materiales él solo. —Es un honor tenerlos a ambos aquí— admitió amable.

Morfeo veía como la, ahora no tan pequeña, gárgola se aferraba a los hombros de Abel, mientras el rostro de Caín reflejaba el disgusto de estar preparando los objetos él solo por culpa de la miserable atención que su hermano podía poner en las tareas importantes.
El Eterno consideró el no dejar solos a los hermanos por un rato, ya que, el menor de ellos podría sufrir la descarga de ira del otro antes del medio día.

El castaño no fue capaz de notar la nube negra formándose sigilosamente sobre Caín ante la pérdida de su paciencia, pues sus sentidos priorizaron las palabras de Abel.
—Oh no es necesario eso, Abel... solo llámame Hob— aclaró con una sonrisa nerviosa y sus palmas moviéndose con un gesto que denotaba poca importancia.