Lamento la tardanza, disfruten ^-^
Abrir o cerrar sus ojos, si pudiera catalogarlos como tal, no hacia la gran diferencia. La oscuridad de las sombras era tan densa que no podía distinguir nada.
¿Cuánto llevaba en ese lugar?, ¿Días, meses, años?
No lo sabía, en lo único que tenía certeza era en que debía salir de ahí. Anhelaba libertad.
—¿Qué esta pasando? — soltó en un tono de voz demasiado sueve, como una brisa agotada, pero debido al espacio tan amplio y vacío como lo era ese reino, su susurro pareció un grito de incertidumbre.
Sintió como la neblina que inmovilizaba sus manos se debilitaba poco a poco. Sintió como un remolino parecido al que lo había encerrado ahí, ahora lo transportaba hacia su emancipación.
Su sonrisa se ensancha y su corazón se acelera al percibir una luz tenue sobre su rostro, echando un vistazo a su "viejo hogar". Su sonrisa cambia a una mueca de extrañeza al ver en lo que se había convertido La Ensoñación.
Un escudo ya desgastado luchaba por contener una horda de demonios que batallaban por entrar, también vio lo que antes eran campos verdes transformarse en campos de cenizas y comenzar a volar por el viento. Ya casi no quedaba nada.
—Sabía que el Reino de las Sombras terminaría por dañarse también, pero resistió mucho—
Corintio enfocó inmediatamente su atención hacia el dueño de esa voz. Un agotado Matthew en su forma humana lo veía desde una distancia algo prudencial.
—¿Cuánto tiempo? —
—13 años— Sus gestos no pudieron despistar la sorpresa en su rostro y el pecoso no pudo evitar una sonrisa ladina.
—¿Cómo está el amo? — preguntó con un sentimiento de obligación más que de verdadera preocupación.
La respuesta ya la esperaba y los labios de aquel cuervo se la respaldaron: —Desfalleciendo, como todos aquí—
—Ni siquiera preguntaré como fue que llegamos a esto una segunda vez— rio con ironía mientras el pelinegro suspiraba. Corintio de verdad quería un contexto para todo este Apocalipsis, pero no quería quedarse mucho tiempo porque sabia que una vez cerca de Matthew este lo haría dudar de huir. Odiaba ser tan blando.
Pero pensándolo mejor, esto no era su problema. Este embrollo no lo creó él, así que no se veía como responsable de nada.
—¿Tú cómo estás? — Ahí estaba de nuevo la sinceridad de parte del chico con plumas entre su cabello.
—Con ansias de irme de aquí—
—¿Para qué? — exigió saber con una rabia contenida. Una rabia que surgía del no comprender las razones y desesperación del contrario de irse al mundo de La Vigilia. —¿Para demostrar lo poderoso que eres, para sentirte superior a los demás? —enumeraba aun en voz baja, caminando cada vez más cerca a Corintio.
Matt lo conocía desde que era pequeño, conocía toda su vida y eso precisamente estaba nublando su raciocinio hacia la rubia pesadilla.
La pesadilla no se movió ni un centímetro, ni siquiera cuando el cuervo estaba a un paso de este y dijo: —Si eso me muestra mi verdadero potencial, sí. Eso me hace sentirme bien—
—Hay otras cosas que no tienen un fin malvado y se sienten condenadamente bien— la mente de Corintio no reconoció el tono utilizado por Matthew después de eso y su atención jamás se desvío de los ojos marrones y labios rojizos del cambia-formas. —Puedo mostrarte si te quedas a ayudarnos—
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❍ the endless ❍
Fiksi PenggemarLa vida. Una realidad donde conviven entidades que van desde dioses, ángeles y demonios, hasta criaturas míticas y humanos. Donde, a pesar de su poder, todos existían para y por el universo. Pero así como unos respetan el equilibrio, otros buscan d...