Capítulo 17: Nuestra cura
Nep
—Ten linda noche, Nep —comenta la recepcionista al pasar delante de su mostrador.
—Igualmente —le sonrío.
Acaba de terminar mi turno en la editorial, solo deseo tomar un baño caliente, hacer una tasa de chocolate e irme a dormir toda la noche, amo trabajar en este lugar, sin embargo, siempre termino demasiado agotada.
Lex: Hola, Nep, ¿Quedamos para tomar un café mañana?
Nep: Hola, me encantaría, ¿Te parece a las seis?
Lex: Perfecto, nos vemos.
Apago la pantalla del celular mientras me acomodo la bufanda, ya está empezando a subir la temperatura, quiero poder disfrutar de los rayos del sol. La biblioteca hoy está más llena de lo habitual, así que me arrepiento de entrar y sigo mi camino hacia el apartamento, ya tendré otro día para buscar mi próxima lectura. Tengo demasiado cansancio para detenerme. Me introduzco en la primera calle cuando una voz familiar llama mi atención.
—Eres un hijo de puta —grita aquella voz con fuerza.
Me detengo en mi puesto buscando de donde proviene aquel sonido.
—¿Te duele saber que me la follé?
¿Qué?
Camino hacia donde provienen el sonido, es en la parte trasera de la librería, apresuro mis pasos sin poder controlarme. Sé que no debería acercarme, pero es imposible no hacerlo cuando su voz se escucha muy fuerte.
—Maldito, te haré tragar todas tus putas palabras.
Cuando llego al lugar mi cuerpo se congela instantáneamente, Neil está de frente a un chico moreno con varios tatuajes en su cuerpo, su mirada choca con la mía, tiene el labio partido y uno de sus ojos empieza a adquirir un tono morado. Su rostro se arruga al verme, y pierde la concentración, provocando que el moreno le proporcione un golpe en el abdomen. Hago una mueca mientras me acerco.
—Ni lo pienses —me grita evitando que siga caminando.
Neil le devuelve el golpe al chico, alejándolo rápidamente de mi vista. La mirada del moreno demuestra mucha rabia, pero ladea la cabeza al verme.
—¿La conoces?
—Si llegas a tocarla, te mato —dice escupiendo la sangre de su boca, vuelve a proyectarle otro golpe haciéndolo caer —¡Tú lárgate! —me grita.
—Es una chica muy hermosa. Podría darle... —Neil lo hace callar con otro golpe en su mandíbula. El ruido es tan fuete que me hace retroceder unos pasos.
—Te he dicho que te voy a partir tu puta boca como sigas hablando.
Los dos continúan dándose golpes, yo busco entre el lugar algo para separarlos, pero no lo encuentro, así que me acerco empujando a Neil por su espalda.
—Neil... Por favor, para —le digo sujetando su espalda.
—Te voy a matar —le dice sin prestarme atención, suelta mis manos fácilmente de su espalda sin dejar de golpear al chico.
—¿Así que ella es tu noviecita? —me mira el moreno —Debe ser muy buena en la cama.
El chico de ojos azules intensifica sus golpes, lo hace más rápido y no se detiene en ningún momento.
—Neil... —lo vuelvo a llamar —Neil, suéltalo, ¡lo vas a matar! ¡Neil!
No se detiene, lo levanta del suelo con un rápido movimiento y continúa golpeándolo. Pienso en alguna forma de detenerlo, mis manos empiezan a temblar de la desesperación. Sin dudarlo me ubico rápidamente en medio de los dos chicos, Neil detiene su mano justo cuando su puño está a punto de tocar mi rostro, gruñe fuertemente sin despejar su mirada de mí y luego da un paso hacia atrás.
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Nuestro instante
RomanceUna vez la banda de The fray dijo "siempre es a medias, y nunca un todo" Nuestros dos protagonistas entendieron esta frase la primera vez que se conocieron, mientras ella esperaba tener el amor de su vida, él solo esperaba alejarse de la vida que h...