—Amo el alcohol.
Observé de reojo a mi madre vaciarse una copa de champán de un solo trago, largo un leve eructo tapando su boca y justo un mesero llegaba con una bandeja llena de copas llenas la cual mi madre no tardó en agarrar otra sonriendole en forma de agradecimiento.
—Querida, no te embragues.—Papá pasó una mano por su cintura y besó su cabeza.
—Vamos sabes que me pongo traviesa cuando tomo alcohol y te encanta.—Diji melosa.
—Me voy.—Di la vuelta queriendo borrar esas palabras de mi cabeza.
—Jason, debes demostrar que estas comprometido con esto y la única manera es mezclándote.—Mi padre gruñó.—Se que te importa una mierda esta beneficencia porque tienes dinero de sobra pero afuera de aquí hay mucho más hijo.
—No es por eso papá y lo sabes. Yo más que nadie sé la mierda que es estar afuera, no olvides de donde me sacaste.—Me acerqué a él frunciendo el ceño.—Jamás pienses que me importa un comino la gente de afuera porque esa clase de personas son mucho más real de los que están aquí dentro.
Mi madre nos miró preocupada.
—No vuelvas a juzgarme de esa manera.—musité.—Tu me críaste no olvides y lo hiciste mejor que eso.
Trago en seco mirando el suelo.
—Lo lamento hijo, sólo quedate, esto es por esa gente que te importa.
—Bien. Saldré a fumar.
Acaricié la mano de mamá quien miraba a papá furiosa antes de alejarme. Muchas personas me saludaron mientras trataba de llegar al balcón y una que otra trató de detenerme a hablar.
Encendí mi cigarrillo, juro fue como si aire entrará en mis pulmones. Hay algo que que yo sabía de mi padre que él no, él trata de olvidar de donde provengo, su cabeza quiere borrar ese recuerdo de él conociéndome en ese maldito lugar. Ambos trataron de hacerme olvidar, me di cuenta en el momento en que a mamá se le escapó que me recordaba de bebé diciendo papá como primera palabra. No se muy bien el porqué dijo aquello o porqué están haciéndolo.
Mire el cigarrillo consumirse hasta que lo aplasté con mi zapato. Di la vuelta y la vi.
—Hola fenómeno.—Sonrió.
—Alexa.—Susurre.
Mostró los dientes tras mis palabras. Llevaba su pelirrojo pelo en ondas suelto, su vestido era uno verde al cuerpo con escote corazón. Llevaba una ligera capa de maquillaje pero a pesar de lo cambiada que estaba era un rostro que jamás olvidaría.
—Que guapo estás.—Se acercó hasta estar totalmente frente mi.—Has cambiado bastante.
—No vuelvas a llamarme así.—Murmure seriamente.
—Si.. Lo lamento por eso.—Sus mejillas se volvieron rojas.—No sabía el dolor que te estaba causando, era una niña.
Ignoré lo recién dicho.—¿Qué haces aquí?
—Pues mi hermano es socio de alguien de aquí y vine a ver a que estúpido rico podía atrapar dah.—Me miró obvia mostrando su escote el cual no pude evitar ver unos segundos.—Y te estaba buscando.
—No me interesas, jamás lo hiciste. Adiós.
Traté de pasar por su lado pero su mano en mi brazo me detuvo.
—No es por eso Jason.—Su mano me apretó.—Sabes de que debemos hablar, le arruinamos la vida.
—¿De qué muerda estás hablando? Sueltame.—Me sacudi soltandome.
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Inefable© | Sin editar.
Romance-¿Cuán roto debe estar mi corazón para que seas feliz? -Por favor, perdóname. -No es suficiente. -Te amo Todas esas palabras inundaron su cabeza poniéndola en dudas, porque ya no sabia si lo que tanto deseaba era lo que la hacía realmente feliz. Tod...