𝗖𝗔𝗗𝗘𝗥𝗔 ||The Silent Sea||

Capitulo 4

—Me da mucho miedo ver esto —comentó Sun sudoroso, parado en medio de los más jovenes que estaban sentados.

—Asegúrese de que el anclaje sea sólido o no sobrevivirá si se resbala —dijo ella por el comunicador, ignorando el anterior comentario.

—Cuando llegue, verá el interruptor de energía del mecanismo —continuo Ryu— en cuanto lo apague, empezaré a revisar el protocolo, puede reemplazar el panel mientras tanto, y en cuanto le dé una señal...

Una clase de pitido suave comenzó a sonar.

—¿Qué es eso? intenta detenerlo.

—Eso hago.

Sinceramente no podría colaborar mucho ahí, era alguien inútil ante la situación, pero aportaba su presencia y eso era lo importante.

—Capitán, tiene que esquivarlo.

Por la pantalla en la computadora inteligente se veía todo lo que estaba viviendo Yun-jae, haciéndola sentir como si ella fuera la que estaba en esa situación, causándole escalofríos, no solo por la sensación de que era su propia vida la que estaba en sus manos, si no por la vida del capitán.

Milagrosamente el hombre pudo agarrarse de otra cosa y hacerse a un lado para que el ascensor no lo arrollara, no obstante, la cuerda que usaba para sostenerse fue elevada por el ascensor, haciéndolo volar por el espacio, habiendo que también la mayoría de luces dentro de la base Balhae se apagaran.

—¿Ahora funciona?

—Creo que si.

—Capitán ¿está bien? —preguntó ella por el comunicador.

—Estoy bien, ¿Qué sucedió?

—No lo sabemos. Podría ser mal funcionamiento por la falta de energía, pensé que el ascensor no funcionaba, ¿por qué hizo eso de repente?

El ascensor estaba por desprenderse, So-won realmente no quería ver así que desvió la mirada a otro lado e intento distraerse mirando alguna cosa que estuviera a su alrededor, perdiéndose del mundo real en el acto.

—Teniente... teniente —Ryu tuvo que tocar su hombro al ver que estaba en su mundo.

—¿Eh? —lo examinó confusa.

—Deberías ir a ver como está el capitán —sugirió Sun palmeando su espalda.

—¿Por qué?

—Tú querías ir en un principio, si eso te hubiera pasado a ti, seguramente el capitán se preocuparía por tu estado —siguió.

—Ah.

Han Yun-jae.

—Capitán —oí la melodiosa voz de So-won.

Puedo escuchar su respiración y su tono elegante con una pisca de preocupación, también puedo oler la fragancia a rosas que su cuerpo siempre emana, y por ultimo; sus finos dedos tocando mi cuello y mis hombros. Pero no puedo ver nada.

—Está vivo pero no está vivo —le escuché decir.

Hice mi mayor esfuerzo para abrir los ojos, porque quería ver su rostro y averiguar que expresión tenia por mi desconocido estado, hasta que lo logré. Ver su rostro —borroso al principio— me llenó de una alegría intensa, sobre todo cuando mire sus cejas fruncidas con desasosiego, ignorando el hecho de que estaba casi sobre mi y con su rostro muy cerca del mío.

—Ah. Despertó —me di cuenta que su tono se volvió más sereno. Me hizo sentir como si estuviera en un mar de la tranquilidad.

—¿Qué me pasó...? —susurré queriendo mantenerla en esa posición por siempre, pero ¿Qué significaba la eternidad?

—Se desmayó por falta de oxigeno —respondió— me alegra que ya se encuentre bien —se separó de mi entristeciéndome, y me levantó de un jalón— aún seguimos incomunicados, pero estamos haciendo nuestro mayor esfuerzo para que eso cambie —informó con cierto desagrado, y se giró dándome la espalda para poder marcharse y dejarme ahí con E2 y Soo-hyuk.

¿Cómo puede portarse tan indiferente después de que nos besamos?,. Yo seguramente tengo la cara roja gracias a su mínima cercanía.

Narrador omnisciente.

Después de que el capitán se encontrara en un mejor estado se dirigieron al deposito tres debido a la señal que se transmitía allí, fallando al querer encontrar al intruso, pero encontrando un extraño dispositivo guardado en el bolsillo del difunto Gi-su —que ya dos de nuestros personajes conocen bien—.

Después de que Yun-jae conversara con la directora Choi, estuvo dispuesto a ordenarle a los demás cosas que hacer, al menos hasta que llegó la docta Ji-an cuestionándolo si era agua y él lo sabía. Entonces el capitán reveló que la Estación Balhae era donde estudiaban el agua lunar y que si tenían éxito en la misión salvarían a toda la humanidad, no obstante, insatisfecha la doctora Song volvió a cuestionarle porqué les había escondido tal información, porque el agua lunar fue la causante de la muerte de todos en la Base.