Prólogo.
Cada día tenemos sueños o pesadillas que no les damos importancia. Solo cuando queremos. Nos quejamos de las cosas horribles de las pesadillas y aseguramos los buenos momentos de los sueños que rezamos por que se hagan realidad.
Ambas cosas son iguales, la diferencia es el final que no nos debe de importar. No te asustes ante el horror de tu imaginación pues es lo mejor que tenemos.
Sin ella, nada sería una aventura. Empieza a creer y comprenderás el sentido escondido de la vida.
Descubriendo lo soñado.
Capítulo 1.
Corro por un callejón oscuro que nunca había visto. Llevo mi mochila llena de libros que ese día no pesa mucho. Mi gorro de lana me tapa la frente y mi bufanda llega hasta mi nariz. Parezco un espía.
Es de noche y n hay nadie en la plaza del pueblo. La población ha cambiado. Muchos niños se fueron porque no había muchas riquezas pero yo me quedé allí. Simplemente porque me hace sentirme especial, no me importa el dinero ni las riquezas que tenga, solo quiero tranquilidad.
Conozco cada rincón, cada esquina como la palma de mi mano, por eso me sorprende ver un entrante en una de las paredes de la plaza que nunca había visto y decido colarme.
Oigo las alcantarillas y las ratas corriendo asustadas. Solo hay oscuridad y no tengo miedo. No la temía, era mi amiga y formaba parte de mí.
En aquel callejón no hay ninguna farola, lo que me parece extraño porque en todo el pueblo hay un montón.
Me sorprende ver una sombra o un espectro que recorre con la mirada todo mi cuerpo sin producirme miedo. Sigo andando hasta que veo que me deja en paz.
Siento su brazo en mi hombro susurrándome unas palabras. Le cuesta sacar las palabras pero al final lo entiendo perfectamente.
-Odio todo tu cuerpo. ¿En serio te consideras perfecta?
-Perfecta no pero normal sí.
Desaparece dejando una nubecita de humo negro pero no tarda en volver a aparecer.
-¿Qué quieres de mí?-Pregunto con una voz insegura y forzada.
-Tan solo que entiendas el significado de esto.
La figura se va convirtiendo en una forma humanoide. Distingo sus ojos verdes y su cara pálida y luminosa. Dejo que con sus fríos dedos me recorra la frente produciéndome un dolor de cabeza tremendo.
No se oye más que el suave sonido del viento.
Abro los ojos y en seguida, distingo mi habitación con formas borrosas. Es la cuarta vez que tengo aquel sueño tan extraño y a la vez tan especial.
Tantas veces he intentado encontrar un significado por el pueblo pero no había nada que pudiera decírmelo.
Me até un delantal a mi cintura y me preparé para hacerme el desayuno e ir a instituto. No vivo sola pero mi amigo Luis se tenía que ir a una reunión importante y e ha levantado una hora antes.
Es lunes y odio los lunes. No espero a nadie especial. Tan solo la misma rutina de siempre, chicos y chicas en la entrada hablando de exámenes y música. Otros estudiando para algún control importante.
Nadie se centra en mirar a su alrededor y darse cuenta de que hay más gente allí, a su lado que no merece saber los problemas de los demás. Todos son malos.
Aquel día había alguien nuevo, llevaba una cazadora y unos vaqueros. Tenía el pelo marrón con cresta y no paraba de mirar a los demás estudiantes con una mala expresión en su cara.
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Descubriendo lo soñado
FantasiTan solo muchos cuerpos pero pocos conocidos. Tras ellos se esconden una gran secreto, que ni ella misma sabía. Marta, una chica de 16 años, persigue todos sus sueños, se adentra en cada rincón. Como muchas otras más personas. Personas que han sido...