Cordero de Dios

1K 106 40
                                    

-Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo. Ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios que quitan el pecado del mundo. Ten misericordia de nosotros
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo. Amanos señor.-

Pete



Estabamos alterados principalmente por la seguridad de Porsche. La conexión con Arm se perdió por completo, la computadora de la camioneta se apagó, nuestros celulares estaban bloqueados y los auriculares emitían un pitido ensordecedor.

No podía contarlos con exactitud, pero más de veinte motociclistas nos rodeaban. Vociferando gritos de felicidad en sus caras. Éramos el juguete nuevo, ese que se disfruta extasiado y a paso lento.

El primer disparo resonó en la puerta y después de ese primer disparo le siguieron ráfagas de cientos más a la camioneta blindada.

Al principio no entendía por qué se concentraba solo en el lado derecho hasta que comprendí que buscaban derribar la puerta y hacer que las llantas colapsaran.

Era muy precipitado hacer un movimiento al aire y la camioneta que nos seguía ya no estaba atrás de nosotros.

Solo éramos tres personas protegiendo al líder de la primera familia. Nunca me había sentido tan vulnerable en mi puta vida hasta ahora.
Angus en algún punto bajo la velocidad y yo seguía sin entender que mierda estaba pasando hasta que frente a nuestros ojos estaban estacionado cientos de motocicletas. Todos gritando en busca de sus presas. En ese momento éramos presa fácil.

Porsche intentaba comunicarse sin éxito con Kinn, mientras Loyel entraba en pánico al no poder rescatar la señal satélite.
Sabía que para este punto la primera familia sabría que algo pasaba, pero estábamos a cuarenta minutos de camino .

Ví como Angus se detenía por completo sacando su arma no sabía cuál era su próximo movimiento, pero sabía que nada saldría bien de esta maldita emboscada.

-Hoy vamos a bailar junto aquél que nos creo. Hoy vamos a pecar de traición mi pequeño Loyel-

Y disparo sin más directamente a la cabeza de Loyel.

Su sangre salió disparada por todos los lugares. Estaba en shock pues no comprendía exactamente que pasaba. Pero por alguna razón esa sensación caliente en el vientre estaba apareciendo. Dios mío, que me estaba pasando.

En un instante tenía a Angus apuntando directamente a la cabeza de Porsche que ni siquiera me dió tiempo de pensar, la sangre de Loyel aún caí por mi frente manchando mis ojos.
Porsche estaba igual de impactado, su traje ahora estaba salpicado de pequeñas gotitas rojas.

Tal vez así es como merecía morir, pero no era como deseaba.
Y por un momento pensé en levantar mi arma y disparar directamente a la cabeza de Angus, pero mi cuerpo no me respondía.

A Porsche le duró poco el pánico y en segundos ya estaba apuntando directo a la frente de Angus, pero este no se amedrentó de hecho su risa descarada y algo siniestra me quitó lo poco cuerdo que seguía.

- Si hoy muero joven Porsche, seré el más feliz pues usted también lo hará-

Escuché un sonido abrumante justo en dirección de Porsche, todo fue extremadamente rápido. Los pedazos de metal salieron disparados en todas direcciones. Ví como mi pierna empezaba a sangrar a través de la tela de mi pantalón. El pedazo de metal color vino estaba clavado en mi muslo. Porsche fue el más afectado, no estaba seguro de sí su brazo seguía unido a él porque la cantidad de sangre que salía era enorme.

Estaba entrando en un pánico irracional. Siempre jure que la muerte no me provocaba temor hasta el día de hoy dónde veía a Porsche desangrarse aferrándose a una oportunidad de escapar. Empujándome, intentando salir por la puerta junto a mi.

Me sentía un cobarde por no querer luchar, por no querer salir vivo. La desgracia ya me había tragado por completo.

-Miren a la puta, ahora tiembla de puro miedo-

El terror de un momento a otro desapareció, sabía que era él, sabía de quién era esa voz ahora quería ir corriendo a sus brazos tal cual perro en busca de su amo. Sentí como Porsche se quedaba rígido atrás de mi igual de sorprendido que yo. Igual de estático sosteniendo el aire en sus pulmones.
La única diferencia es que yo quería ir corriendo a sus brazos. Lo necesitaba para sobrevivir. mi vocación es permanecer a su lado como un fiel lacayo asistiendo la iglesia.

Sentí a Porsche sujetarme por la cintura volteandome en el proceso ahora yo era su escudo humano y para ser exactos no me importaba ahora observaba sus sublimes ojos, mientras la noche lo bañaba y solo quería seguirlo. Tocarlo como un enfermo en busca de su cura.

Porsche grito sobre mi oído, asustado tal cual ciervatillo buscando a su madre. No veía preocupación en Vegas y no sentía ni veía ninguna arma con él. Estaba desamparado buscando refugio en mi cuerpo.

Vegas lo miraba de manera siniestra y yo solo lo quería besar fuerte. El impulso llegó sin control formándose en el centro de mi estómago y es que, cómo frenar lo que siento, si era él mi epicentro del huracán?

Voltee a ver a Porsche, ni siquiera me detuve a analizar si me apuntaba con una arma había perdido fugazmente el miedo a morir, por qué prefería morir que ya no pecar acompañado de las manos de ese hombre.

Y le dispare sin más directo al corazón, sin darle un derecho réplica sin avisarle si quiera que podía dudar de mi lealtad. Por qué él sabía que mi lealtad hace mucho se había ido a manos de Vegas.

Vi el eco vacío de su alma abandonar su cuerpo y en ningún momento sentí lastima o compasión por mi gran amigo.

Estaba agotado a veces hay tanto dolor que me es imposible seguir.

Pero solo quería tocarlo, saber que realmente estaba ahí manchandose las manos junto a mi.

-Estás acorralado gatito- Su respiración me asfixiaba de manera acogedora- despídete de tu amigo, mi amor, hoy hiciste un buen trabajo, te vere pronto en nuestro hogar cariño-

Y de pronto el cansancio de las horas sin sueño y alimento me hicieron caer, sus brazos tampoco me sostenian y la oscuridad me llegó con un golpe abrupto en mi nuca.


Ay Porsche, te dije que tuvieras cuidado

AGNUS DEI- VEGASPETEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora