"Siempre estuvimos destinados a suceder " - Trivia: Love -BTS
Pete
Sentí como brotaba de mi lado izquierdo el líquido espeso y caliente de mi sangre. El dolor se sentía agridulce. El ver su sonrisa y aspirar su olor masculino me resultó tan placentero que quería volver a confiar en él en que aún estaba a mi lado, pero solo sentí el dolor de la bala al penetrarme el cuerpo y un golpe acertado de su parte.
Lo observé irse sin mirar atrás montando su motocicleta dando gritos de alegría junto con lo que una vez fue mi equipo y mi familia.
Había traicionado a Porsche por ellos y ahora estaba en el suelo frío viéndolos partir sin mi, tal vez el karma me había llegado tan rápido. Moriría solo, tan solo como siempre lo había pensado.
No sé cuánto tiempo estuve llorando mirando las estrellas de esa noche que a mi parecer cada vez se volvían más grandes y brillantes. No sé cuánto tiempo paso hasta que escuche de nuevo motocicletas y autos llegando a toda velocidad. No sé cuánto tiempo paso, pero cerré mis ojos esperando mi muerte.
Escuché gritar al señorito Kinn de manera desgarradora. Lo escuché gritar por su amor eterno, por aquel amor que ya no estaba en este plano físico, por aquel amor que yo mismo le había quitado y que muy dentro de mi agonia no me arrepentía.
Tal vez por eso esperaba mi veloz muerte sin remordimiento.
Una semana después
Aún no sabía nada de Vegas de hecho no sabía nada de nadie. Estaba en el hospital desde ese día las enfermeras me explicaron que había perdido mucha sangre así que tuvieron que hacer demasiadas transfusiones sanguíneas y estabilizarme antes de salir de peligro.
Después de esos tres días de peligro nadie vino a visitarme. Nadie estuvo a mi lado cuando el doctor me dió de alta en el séptimo día. Sabía que todos los gastos estaban cubiertos, pero nadie estaba esperándome cuando salí del hospital.
Y para ser honesto no sabía a dónde ir.
El hospital era gigante, era de alta gama, muy bonito con una estancia preciosa por la parte de afuera y aunque hacía demasiado frío me senté en una pequeña silla que estaba frente a unas lindas flores.
No sabía que hacer y no sabía absolutamente nada de lo que pasaba haya afuera en el mundo que yo conocía. Mi mente me estaba matando con todas esas probabilidades dónde el señorito Kinn sabía que fui yo quién le disparo a Porsche o donde su padre se enteraba que había traicionado a la primera familia por Vegas, por el mismo cabron que me dejó desangrando en el suelo frío esa noche, pero es que nada tenía lógica en este juego porque si ellos sabían que yo había sido el causante de ese juego por qué yo seguía vivo en un hospital de lujo, porque está más qué claro que ellos fueron quienes me trajeron aquí, pero entonces por qué no había nadie ni siquiera un guardaespaldas.
Nada simplemente nada.
Y por más que pensaba a dónde ir o como escapar terminaba en el mismo lugar en el cual estoy ahora. Solo, porque estaba solo y eso me hacía sentir vulnerable, porque yo trabajé para esa maldita familia, durante años trabajé para ellos sin parar regalandoles lo mejor de mi y aunque me trataron con muchísimo amor nunca deje de ser el "guardaespaldas Pete" tan desechable e insignificante, pero cuando Vegas llegó a mi vida sentí que ahora era alguien que valía muchísimo alguien importante que no se podía remplazar tan fácilmente, pero estaba equivocado.
Me enamore de un cabron mafioso qué esperaba realmente.
No sabía cuánto tiempo llevaba sentado en ese frío lugar ni cuánto llevaba llorando por el vacío de no pertenecer a ningún lugar.
- Debí haber muerto en ese momento -
Me reclamé a mi mismo pues la muerte se veía como algo esperanzador en este momento.- No, yo no te quería muerto en ese momento, ni tampoco en otro para ser honesto - Su voz tan suave cerca de mi oído me dejó sin aire que respirar - Americano, sin azúcar - Me extendió un café con su mano derecha haciendo resaltar su anillo de poder de la segunda familia.
- Qué haces tú aquí, conmigo? - claramente mi nerviosismo me delataba, pero no sabía si era por miedo a que nos vieran juntos o porque estuviera tan cerca de mi.
No tomé el café, pero si me acerque lo más que pude a él cuando le pregunté que hacia en el hospital.
- Me acaban de informar que mi esposo fue dado de alta del hospital así que vine a recogerlo, pero la enfermera te dejo ir antes de comunicarme directamente. Muy ineficiente de su parte-
Vegas seguía teniendo esa voz tan profunda, tan sofisticada y grave que me mareaba e hipnotizaba al mismo tiempo. Honestamente me perdí desde que menciono esposo. No sabía exactamente que estaba pasando, pero tenerlo cerca me volvía inestable.
- ¡Mamá, mamá Pete! Por los Dioses estás bien? Estaba tan preocupado, pero esos estúpidos del hospital no dejan entrar a menores a sala intensiva. Estás bien, cierto? - Macao hablaba sin parar de hecho había llegado corriendo con una carreola por delante suyo, pero se acercó tan rápido hablando demasiado que no sabía que decir. Solo asentía a todo lo que preguntaba.
Esto era irreal, esto estaba pasando demasiado rápido que no sabía exactamente como reaccionar.
Hasta que escuche un llanto fuerte proveniente del cochecito de bebé fue que todos volteamos a vernos, pero solo Macao fue con el bebé.
- Lo siento pequeño, lo siento es solo que mamá volvió y estaba muy feliz, quieres conocerlo?-
- ¿ Quién es ? - Pregunté al aire esperando que respondiera Vegas y de hecho lo hizo.
- Nuestro hermano, pero Macao sigue diciéndole que eres su madre igual que la de él así que ese pequeño bebé loco ahora sabe que eres su madre - habló Vegas sin verme a los ojos.
Mientras veía como Macao se acerca con un bebé vestido como patito.
Y no sé si fue mucha o muy poca información, no sé si fue ver a Vegas tan cerca después de tanto tiempo a ver a mi niño Macao cerca mío tan preocupado o saber quién era al fin ese bebé que simplemente comencé a llorar de manera atropellada y fuerte.
Estás últimas semanas estuve enferma y la carga laboral no me dejaba ser feliz y actualizar.
Espero les guste
Bonito inicio de semana

ESTÁS LEYENDO
AGNUS DEI- VEGASPETE
Short Story"Me llamas señor y no me obedeces" Juan 14:23 Pete podía derribarme con sus ojos. Yo era su verdadero cordero, seguía su palabra y vivía bajo obediencia. Así que tuve que limpiar mi nombre para que él se sintiera orgulloso. No...