Jennie despertó con los primeros rayos del sol y sin esperar siquiera a que una doncella acudiera a ayudarla a vestirse, tomó su ropa de aventuras, como llamaba ella a la ropa de hombre que empleaba para cabalgar libre o perderse por el bosque, salió de su habitación y se dirigió a los establos. Sabía perfectamente que ese día iba a ser muy duro para ella, por esta razón decidió que necesitaba tomar fuerzas.
Sentir el aire golpeándole la cara y revolviéndole el cabello era una sensación de lo más satisfactoria. Orgullo, su purasangre, era el único varón al que le abría su corazón y del que jamás se cansaba. Bueno, también lo hacía con su hermano mellizo Jungkook, pero él no está mucho por casa y con Kim Taeyhung, pero a este último no podía considerarlo como un hombre. Continuó al galope hasta que Orgulló necesito un respiro. Se acercaron a un pequeño riachuelo y Jennie desmontó y comenzó a acariciar a su caballo, mientras sus pensamientos volvían a aquel nefasto momento en el que Sehun le había roto el corazón, las esperanzas, los sueños y su confianza en las personas.
Hacia ya dos años, toda su familia había ido a pasar el verano a la casa Falle (aquella casa había sido bautizada con ese nombre, porque ese era el apellido del Duque de Espa, el padre de Tae Hee y abuelo de Jennie), junto a ella se encontraba la residencia de los Kim (familia de V), y resultó que ese verano Hye Song, la mejor amiga de su madre, y su familia se encontraban allí. Jennie estaba más que acostumbrada a tratar con ellos, eran como su familia, pero Sehun, el sobrino de Hye y Seung Song, resultó todo un descubrimiento para ella.
Él pareció caer rendido a los pies de Jennie, y tras conquistar su corazón le pidió que se fugara con él. Ella no deseaba deshonrar su apellido ni decepcionar a sus padres, por lo que declinó la propuesta, ofreciéndole a Sehun la posibilidad de que la cortejará oficialmente. Más Sehun cuyas intenciones eran sacar el máximo provecho de inmediato, montó en cólera y después de una retahíla de improperios y antes de que todo se saliera de control, le juró que jamás se habría fijado en ella si no tuviera tantos títulos y una gran fortuna, porque no era ni bonita ni simpática. Para colmo, en el baile que tuvo lugar aquella noche, comenzó a cortejar a una marquesa. Él parecía haberla olvidado por completo, pero aquellas palabras dichas por un joven despechado y las acciones que le siguieron se habían grabado a fuego en el corazón y el alma de ella.Con el tiempo, Jennie borró los acontecimientos tan desagradables. En su memoria, la versión de la historia que decidió recordar sólo englobaba las feas palabras dichas por un mal hombre. Pero a pesar de todos sus esfuerzos, desde aquel momento había endurecido su carácter ante cualquier joven que pretendiera cortejarla. Nadie más que ella podría proteger su corazón de todos aquellos que sólo querían obtener una buena dote casándose con ella, de todos los que únicamente querían utilizarla.
Jennie suspiró mientras contemplaba su rostro en el agua, sabía que no era fea, y tenía muy claro que tampoco era una gran belleza como lo había sido su madre. Recogió su cabello en una sencilla trenza y volvió a montar. Debía darse prisa en regresar a casa y arreglarse antes de que los Song hicieran acto de presencia, sino lo hacía su madre se enfadaría y el carácter de su madre podía ser muy duro cuando quería.
Divisó el castillo a lo lejos y tan concentrada iba en sus pensamientos que no se percató de que un jinete se acercaba a toda velocidad a ella. Cuando la cercanía fue excesiva el jinete grito, Jennie no llegó a comprender las palabras, pero sus reflejos fueron lo suficientemente rápidos como para hacer frenar su caballo.
-¡Pero está usted ciego!- Grito al tiempo que se desmontaba de Orgullo para comprobar que se encontraba bien.- Podría haberle torcido la pata a mi caballo.
-¿Y no podría haberle hecho nada a usted?- Dijo una alegre voz. Jennie levantó la cabeza en el preciso instante en el que Taeyhung desmontaba de su caballo.
-No podía ser otra persona.- El enfado de Jennie desapareció, ella y Tae siempre se ponían a prueba, desde que ella era niña había adorado fastidiarlo, y el día que él comenzó a devolverle las jugarretas se convirtieron en grandes amigos.-¿Cómo estás?- Dijo abrazándolo efusivamente.-¿Cómo se encuentra tu madre? No sabía que vendrías también tú...
-Si no llegó a venir tu madre me mata.- Dijo separándose un poco de Jennie.- Recuerda que ya no eres una niña Jennie, y yo soy un hombre respetable..- No terminaba de decir esa frase cuando los dos rompieron a reír.
-Lo de que no soy una niña lo sé, pero tú un hombre respetable... dudoso.- dijo Jennie tomando del brazo a su gran amigo.
-Tengo casi 31 años y jamás he hecho nada que deshonre mi apellido, así que .... en fin hablando enserio, mi madre está feliz, pregunta por ti a menudo, dice que eres igualita que tú madre cuando era joven.- Tae acompaño aquel comentario con una malévola sonrisa. Jennie adoraba a su madre, pero no soportaba que le dijeran que era igual a ella.
-Que descaro señor Kim.- Replicó Jennie sabiendo que Tae odiaba que se dirigieran a él por su apellido.
-Pensaba que ya habías aceptado que las mujeres llevan falda.- Dijo devolviéndole a Jennie su comentario.- A ver si comienzan a fijarse en ti las mujeres y no los hombres jovencita.- Los dos rieron ante aquella ocurrencia y recorrieron el camino de vuelta a casa.
Tae se había convertido en el mejor amigo de Jennie el día que su hermano Jungkook a los 15 años había tenido que irse a estudiar fuera. Tae era el único que sabía que algo había pasado con Sehun, puesto que la misma tarde que él le destrozó el corazón a Jennie, ésta se adentró en el bosque para que nadie la viera llorar y en éste se había encontrado a Tae leyendo. Hasta aquel día su relación se había fundamentado en simples juegos de niños, en los que ella le fastidiaba y él se reía de ella, pero aquella circunstancia hizo que su amistad creciera y esa misma noche Sehun apareció con un ojo morado y Tae con los nudillos rojos.
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LA HIJA DEL ARCHIDUQUE || Adaptación Jenlisa G!P
Fanfic[^•^] Lego [^•^] Jennie Kim, hija del duque Kim Nam Gil y la duquesa Kim Tae Hee, ha tenido una infancia envidiable. Siempre rodeada de amigos y familia, jamás le ha faltado nada. Sin embargo, un acontecimiento en su pasado la obligó a volverse una...