-Jennie...- Susurró Lalisa.- Hoy estaré todo el día fuera, volveré para cenar... ¿vale?
-Ajaa...- Contestó Jennie adormilada.
Sin esperar más respuesta por parte de su esposa se despidió de ella besando su mejilla y salió de la casa. Un par de horas más tarde, cuando el sol comenzaba a salir Jennie se despertó y se sorprendió de no encontrar a Lalisa por ninguna parte. El día pasó velozmente entre ayudar en el campo, hacer la comida y dar clases a los niños antes de darse cuenta ya era la hora de cenar y todavía no sabía nada de su esposa. Intentó distraerse preparando las lecciones de las próximas clases, ya que ahora ya contaba con seis niños a los que enseñar, pero no conseguía dejar de lado su preocupación.
Se encontraba frente al fuego decidida ya a salir en busca de Lalisa cuando esta entró tranquilamente por la puerta.
-Siento el retraso...- Dijo sonriente.
-¡¿qué sientes el retraso?!- Le grito Jennie.- ¡Llevo todo el día sin saber dónde estabas! ¡Qué se supone que debo hacer yo si tú desapareces...!- Comenzó a faltarle el aire y respiraba entrecortadamente al tiempo que propinaba algunos empujones a Lalisa. Esta se acercó a ella y la abrazó.
-Lo siento, creí que esta mañana me habías escuchado cuando te dije que me iba...- Dijo estrechando con fuerza a Jennie entre sus brazos.
-No vulvas a hacerme esto...- Le dijo ella correspondiendo a su abrazo.
Tras unos minutos de silencio en los que Lalisa pensó que Jennie ya se abría relajado y en los que ella había podido comprender sus palabras, le contesto con picardía al tiempo que posaba sus manos en las caderas de su mujer.
-Así que ... no podrías vivir sin mí eeee.- Dijo mirándola directamente a los ojos.
-Pues no.- Contesto Jennie sin pensar, pero al darse cuenta intentó corregir su error.- Aquí no, no podría hacerlo...
-Entonces no quiero irme de aquí jamás.-Lalisa no pudo aguantar sus instintos y ante una perpleja Jennie depositó un beso en sus labios. Pero al ver la cara de desagrado de su esposa pareció arrepentirse al instante.- Perdóname... yoo...-Dijo desviando su mirada. Pero Jennie no dijo nada, rodeó el cuello de su esposa con sus brazos y la atrajo hacia ella.- Señora Park...- Dijo Lalisa sin evitar reflejar su sorpresa.- Está siendo usted muy directa.
-Siento corregirte querida... pero no soy la señora Park, soy la señora Manobal.- Y dicho esto se fundieron en un tierno beso.
....
Lalisa se despertó al amanecer como cada día, besando la frente de su esposa se despidió de ella y salió a trabajar. Le gustaba la vida que llevaba. Tan solo habían transcurrido un par de meses en aquel lugar, pero ya lo sentía como su hogar. Le encantaba la tranquilidad del trabajo en el campo, la oportunidad que le propiciaba para pensar y reflexionar, le encantaba la gente de la isla, su cercanía y su sinceridad, le gustaba el clima, pero sobre todo le enamoraba la mujer que la recibía cada día. Lalisa era muy consciente de que el camino al corazón de su esposa era largo, pero reconocía que en ese último mes habían avanzado mucho. Jennie ya no solo no retiraba su cara cuando ella la besaba, sino que en ocasiones era ella misma la que buscaba sus labios. Pero a pesar de todo eso, continuaba sintiéndose inquieta. Todavía no había recibido noticia alguna, lo que solo podía significar que ambas continuaban estando en peligro.
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LA HIJA DEL ARCHIDUQUE || Adaptación Jenlisa G!P
Fanfic[^•^] Lego [^•^] Jennie Kim, hija del duque Kim Nam Gil y la duquesa Kim Tae Hee, ha tenido una infancia envidiable. Siempre rodeada de amigos y familia, jamás le ha faltado nada. Sin embargo, un acontecimiento en su pasado la obligó a volverse una...