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El día era monótono para Lisa, hacía lo de siempre, solo estar echada en cama y ver vídeos en distintas redes sociales, era lo único que lograba distraerla aveces.

Ya no se encontraba triste por lo de Miyeon, eso era demasiado extraño para ella, era como si nunca hubiera estado enamorada, no había ni un sentimiento de dolor al recordarla, había estado así durante días después del último mensaje que le envío, no entendía el porqué.

_"Hey, buenos días a la cumpleañera" - era el mensaje de Rosé.

Aunque vivieran una al frente de la otra, nunca habían salido ni hablado directamente en persona, todo era mediante mensajes o simples saludos y sonrisas a través de la ventana.

_"Hola, Rosie"

_"Oye ¿Qué harás hoy? Puedo llevarte serenata si quieres" - ambas rieron, aún sin saber que la otra también reía.

_"No tengo planeado nada. Aunque mi hermano traerá pollo y un pastel. Y mi mamá hará mi comida favorita"

_"Eso me parece perfecto, la comida siempre es un buen regalo"

_"Lo sé, me lo dices siempre. ¿Dónde estás ahora? ¿Te encuentras en casa?"

_"Mmm, sí, ando con sueño, no tengo ganas de salir, pero en la tarde iré a dejar tu regalo a tu mamá, sé que te gustará"

_"Sabes que no es necesario"

_"Entonces me quedo con el regalo"

_"No, está bien, lo acepto" - Lisa quería poner un emoji, sentía que su respuesta era demasiado seria, pero no quería que Rosé le diga infantil. Aunque nunca lo a hecho, suponía que tampoco le gustaba.

_"Oye ¿Y estás mejor? Ya sabes, por lo de Miyeon"

_"La verdad, no lo sé. No siento nada ahora"

_"¿Como que nada? No entiendo"

_"Tampoco yo, es como...si mis sentimientos se hubieran bloqueado. ¿Sabes algo de eso?"

_"Creo que sí. Dicen que cuando algo es mucho para tu cuerpo, tu mente las bloquea. Es como un autodefensa"

_"Interesante. No sabía de eso 😂" - Lisa se dió cuenta del emoji, ahora estaba demasiado avergonzada.

_"Yo tampoco sabía 👁️👄👁️"

Lisa estalló en carcajada al ver esa carita.

Rosé se asomó tras la ventana al escuchar su risa, eso la hizo sonreír, le alegraba ser el motivo el por cuál estaba felíz.

_¿A quién espías? - Rosé se tiró a la cama para disimular, su prima había entrado sin tocar la puerta, aunque era obvio, también dormía allí.

_A nadie - respondió con simpleza.

Jennie se acercó a la ventana, pudo ver el cabello rubio de la chica que soplaba esas burbujas.

_¿Ella es tu amiga? - preguntó con curiosidad.

_Sí, la que te dije que no salía - seguía mensajeando con Lisa.

_¿Sufre de algo? - seguía viéndola.

Esta pregunta se le hizo raro a Rosé, no tardó en verla con duda.

_¿Por qué? ¿Qué sabes tú?

_Hace días, estaba llorando fuera de su casa - se quitaba su chaqueta, solo quería dormir un rato y se recostó sobre su cama.

_¿Llorando? - se sentó de inmediato - ¿Estaba temblando?

_Sí, quise ayudarla pero solo me dijo que la acompañara - se sentó a quitarse los zapatos - y mira - sacó un osito del bolsillo de su pantalón - se había caído esto pero no me lo dió.

Una hermosa mentira Donde viven las historias. Descúbrelo ahora