Cada tarde estaba siendo lo mismo, Lisa y Jennie jugaban a la distancia con sus respectivos celulares. Hasta el momento no habían hablado demasiado, solo por chat, era más cómodo para Lisa.
Su hermano llegó del trabajo, estaba bastante cansado y estresado. Saludó a su madre y se dirigió al segundo para ver a Lisa, siempre lo hacía casa vez que llegaba a casa.
Al abrir la puerta, la encontró riendo a su celular, escena que logró molestarle al él haber tenido un día tan mierda.
_¿Estuviste todo el día en cama? - preguntó con molestia. Lisa borró su sonrisa y bajó la mirada, no respondió, le avergonzaba decirle que sí - ¡Si ya te sientes bien, ¿Por qué no vas a buscar un empleo?! ¡Todo el día estás en tu cuarto, Lisa! ¡No haces ni mierda! ¡Necesitamos dinero en casa y tú muy bien allí echada! - Lisa brincó del susto cuando Jungkook cerró la puerta fuertemente.
Jennie le pareció extraño que Lisa se desconectara, ella era de avisar.
Una persona sana mentalmente, puede recibir gritos de tu parte y quizá te ignore o solo se moleste por un momento. Una persona con ansiedad o depresión, puedes hacer que se destruya lo poco que había mejorado, con una simple palabra.
Las palabras de su hermano se repetían como eco en su cabeza, una y otra vez, torturandola. Lisa negaba, cerraba los ojos y comenzó a golpear su cabeza con sus manos. ¿Por qué se estaba sintiendo así? No debía, no debía sentirse así. Solo fueron palabras, solo simples palabras. No debía ser tan débil.
_No llores, no llores...no seas una idiota, es absurdo - sus lágrimas comenzaron a acumularse - ¿Por qué mierda lloras? Sabes que tiene razón - se reprochó con molestia - deja de temblar - su voz se quebró - no llores por esta tontería, no lo hagas - a contrario de lo que ella quería, su cuerpo reaccionaba solo, no podía controlarlo - n-no llores...n-no...- comenzó a temblar, a tartamudear - n-no...d-dijo n-nada malo...n-no te g-golpeó...
_Lisa - Jennie llamó desde debajo de la ventana - ¿Vas a seguir jugando? Encontré un juego muy bueno - esperó respuesta, pero Lisa ni siquiera se asomaba - ¿Hola?
_Vete - pronunció, tratando de verse bien - s-solo vete.
_¿Ya no vas a jugar?
_¡Solo vete! - gritó con molestia, tenía ganas de golpearse nuevamente, se sentía furiosa con ella misma. Su hermano tenía razón, no puede estar allí jugando. Debe buscar un empleo, cuanto antes. Necesita dinero, el dinero es necesario.
"No quieras apresurarte. Eso te está generando más ansiedad. No puedes sanar si piensas constantemente en lo que estás perdiendo"
Las palabras de su psicólogo llegaron a su mente, volviendo a sollozar. ¿A quién le debía hacer caso? Podría mejorar pero eso sería en años de terapia. Años en que no podrá estudiar o trabajar, años que estaría perdiendo, años en los que estaría envejeciendo y podría recuperar.
_Está bien - respondió Jennie - igual ya me iba - respondió incómoda - buenas noches.
***
Eran las dos de la mañana, Lisa se encontraba despierta sentada al borde de su cama. Miraba a la nada, pensativa, no tenía ni un gesto, era como si no tuviera emociones en ese instante.
En su mano... sostenía un pequeño cuchillo. Cada vez las ganas de acabar con su vida iban creciendo, cada vez tenía menos miedo.
Observó con decepción el cuchillo en su mano. Años atrás se reía de los psicólogos que se preocupaban por los pensamientos suicidas que podría llegar a tener. Lisa no los tenía, ella estaba segura que nunca lo haría. Y ahora está allí, sorprendida por no sentir tanto temor de la muerte como lo sentía antes.
Solo necesitaba un segundo...y todo estaría hecho.
Seguía mirando el filo, cuando un mensaje llegó a su celular, era de un número desconocido.
_Hola, ¿Lisa, verdad?
_¿Quién eres? - respondió decaída.
_Eso no importa. Quisiera hacer un trato contigo. Estoy en el mismo grupo en el que estás, ese el de juegos.
_¿Qué trato?
_He visto que muchas veces hablas de necesitar dinero. Yo puedo dártelo - esto llamó la curiosidad de Lisa.
_Explicame.
_Verás, me enteré que sufres de ansiedad. Entiendo que personas como tú, y a tal nivel en el que estás, no pueden trabajar y eso es mucha más presión. Yo puedo darte mucho dinero, ¿Te parece unos trescientos dólares?
El fuerte agarre del cuchillo fue disminuyendo, Lisa estaba pensativa.
_¿A cambio de qué?
_A cambio de unas fotos. Solo dos fotos.
_¿Fotos? ¿De qué?
_De tu cuerpo. Solo es eso, te toma unos segundos y te ganas 300. Ojo, no te estoy obligando, es solo si tu quieres.
Lisa no le respondió de inmediato, se sentía asustada, pero la presión de mejorar aunque sea un poco, batallaba en su mente. Era dinero...ella lo necesitaba.
_¿Solo serían dos?
_Sí, solo dos. Una de tus pechos, y otro más abajo, me entiendes.
"No lo aceptes, no lo aceptes, no lo aceptes" una pequeña voz en su interior se lo repetía.
"Debes hacerlo. No hay otra manera de conseguir dinero, no puedes salir" y otra voz más fuerte resonaba.
_¿Ahora?
_Como quieras. Si tienes miedo de que te mienta, solo dame tu cuenta y te lo deposito ahora.
Los ojos de Lisa comenzaron a cristalizarse, había tomado una decisión, y tanto solo analizarlo le daba asco y vergüenza de ella misma.
Después de enviar su cuenta, una notificación llegó. Eran 500 dólares.
_Un poco más, porque sé que valdrá la pena. Ví tu foto perfil, no se ve muy bien tu rostro, pero solo eso es necesario para saber que eres muy hermosa.
Lisa, con pasos dudosos, se acercó a la puerta y la bloqueó. Sus manos comenzaron a temblar, su corazón a latir rápidamente. Las náuseas volvían por el nerviosismo alto que estaba sintiendo, pero aún así, llevó sus manos a su polera, quitándoselo con la mirada apagada.
_Gracias, presiosa. Un gusto hacer tratos contigo. Si en un futuro quieres volver a hacerlo, solo escríbeme.
Lisa dejó el célular en la cama. Cerró los ojos y sollozó en silencio. Era una perdedora, y sabía que tal vez en un futuro, lo volvería a hacer, solo por el dinero.
Aún no hay grandes momentos Jenlisa en esta historia, y es porque se necesita desarrollar mucha confianza y no me gusta narrarlo tan rápido.
Voten ❤️