Colors ✧ Yoonmin

Colores

El tiempo era relativo, Yoongi mejor que nadie sabía eso. Para él el tiempo al lado de Jimin corría demasiado rápido, no era suficiente.

Sin embargo, algunas veces el tiempo pasaba lento y dolorosamente. Yoongi recordaba aquella vez en Busan como si estuviera impresa en su mente, Jimin sufrió mucho durante esos días, se volvió a llevar un amargo recuerdo de su tierra natal pero Yoongi no dejo que cada rayo de luz se escapara de él, le pidió disculpas, se sentía culpable.

"No es tu culpa Yoongi hyung, sé que tú lo hiciste por mi y lo apreció mucho..." Esa fue la respuesta de Jimin, sin rencor, con un abrazo a cambio.

Cuando volvieron a Seúl hubo un gran cambio de nuevo. Su relación se fortaleció mucho y Jimin se convirtió en un cuadernillo en blanco en donde Yoongi comenzó a dibujar con mayor paciencia y amor.

No siempre sonreían, había día en los cuales alguno de los dos se sentía azul, había pequeñas y tontas peleas como en una relación común, sin embargo, siempre terminaban disculpándose, diciéndose más te amos de los necesarios y riendo de nuevo.

Park Jimin comenzó a ver a detalle cada color de Min Yoongi. No hubo día en el cual él tomara su pincel y pintara el corazón de su chico con paciencia y dedicación.

Jimin pudo apreciar que detrás de un color oscuro puede haber un arcoíris lleno de vida. El rubio descubrió que Yoongi era una persona peculiar, cada cosa que realizaba la hacía con pasión, le gustaba cuidar de los suyos, era perfeccionista, exigente consigo mismo y perseverante, era tierno y amoroso aunque solo con él y su madre; Jimin amó cada bello color en Yoongi.

Los asesoró en su corazón, grabando la textura, la saturación, el brillo y el contraste. Cada cosa que Yoongi le otorgaba la apreciaba, cada cosa que le decía la escuchaba y la grababa en su mente.

"Te amo." Esa era la frase favorita de Jimin, le gustaba decirla y amaba aún más escucharla porque era real, por ambas partes.

Yoongi por su parte, cuidó de su obra de arte, cada parte de Jimin debía ser tratada con amor, cada cosa que hacía y decía debía ser escuchada y apreciada.

Min Yoongi era amante de las bellas artes, su obra favorita era Park Jimin.

No importaba lo que la gente dijera, ambos entendieron que en un mundo que gritaba igualdad aún existían demasiadas discrepancias. Pero hay una cosa que no cambiaba, el amor. Un extraño sentimiento que ellos no podían describir pero que lo sentían.

Los colores eran diferentes, puede que alguien vea el azul de una forma, tal vez existan muchos tonos pero siempre será azul, azul pastel, azul rey, azul turquesa... Azul.

Yoongi dejo de ser azul poco a poco, pasó del azul al verde, del verde al amarillo y naranja mezclándose con el rojo, el purpura, el rosa y el blanco. Se mezcló con los tonos de Jimin de una manera preciosa, creando colores como el lila y el carmín, no había límites.

Cada color que ambos creaban era bello. Cada que se amaban formaban un prisma, cada que reían formaban un tornasol.