—Hola Yoongi-ssi.—Yoongi había extrañado ver las sonrisas de Jimin pero ahí estaba de nuevo, solo que esa vez sus colores se veían apagados y marchitos.
Llevaba una sudadera negra que le quedaba grande con la capucha puesta, un cubrebocas y sus ojos lucían pequeños y opacos, sin la luz que los caracterizaba.
No hubo sonrisas, no hubo pláticas, solo un Jimin callado y mirando a la nada.
—Son 4473 wons.—Murmuró, siendo consciente de que algo no andaba bien, esperó por la tarjeta pero esta vez el pelirrubio le entregó el dinero en efectivo.
Yoongi cobró, guardo las cosas y le entregó el cambio. Jimin se acercó pero cuando Yoongi estiró su mano para darle el dinero notó como el otro se tambaleaba, después vio como perdía el equilibrio y caía.—¡Jimin!
Dio la vuelta rápidamente, salió de su lugar y fue hasta el chico, estaba asustado, Jimin estaba pálido, el blanco predominaba dando como resultado que sus bonitos tonos cálidos se esfumaran.
—¡Namjoon! ¡Ayúdame!
Como pudo cargó a Jimin y lo llevó hasta la zona de empleados y corrió por el botiquín.
—¿Qué pasó? Llamaré a una ambulancia.—Yoongi negó alterado, tomó el algodón en sus manos, colocó alcohol y rápidamente lo colocó en sobre la nariz de Jimin.—Hyung es mejor llamar a una ambulancia.
El castaño esperó, segundos después que parecieron eternos ambos vieron como Jimin se movía y comenzaba a abrir sus ojos.
—¿Y-Yoongi?...—El mayor suspiró aliviado, demonios, se había preocupado tanto, en segundos sintió que el mundo se derrumbaba.
—Eh, tranquilo Jimin-ah, estas bien, te desmayaste.— Jimin cerró sus ojos y se quejó un poco.—No cierres los ojos.— El chico abrió los ojos y Yoongi se encontró con ese par de ojos chocolate por primera vez de cerca.
—Lo siento...—Jimin desvió la mirada y él grabó la imagen en su memoria, era un Jimin avergonzado y frágil.
—No tienes porque disculparte...—El menor regresó su mirada hasta él, lo observó y se percató que su cabeza descansaba sobre la pierna de Yoongi, notó cómo el muchacho castaño lo tocaba con demasiado cuidado como si fuera de cristal y sonrió enternecido.
—Gracias Yoongi-ssi.— Yoongi no pudo hacer nada más que mirarlo atento, perdiéndose de nuevo en la mezcla de tonalidades que Jimin volvía a tener, esa dulce mezcla de cafés y naranjas, como el otoño, su estación del año favorita.
(✿)
—Es aquí.—Yoongi observó el lugar, era un lindo conjunto de apartamentos.—Gracias por acompañarme, no era necesario.— Yoongi se encogió de hombros, ninguno de los dos dijo nada por unos segundos, ambos esperando por algo.
—No podía simplemente dejar que regresaras solo en ese estado.— Jimin sonrió, dulces líneas en sus bonitos ojos y Yoongi intentó guardar esa imagen como una fotografía, tal vez más tarde podría dibujarlo.
—¿Quieres pasar?— Yoongi se sorprendió, no esperaba eso.—Y-yo te invito un café, cómo una forma de agradecerte por todo lo que hiciste por mi hoy.
Yoongi sonrió, un reflejo de brillo iluminó su interior, lo pensó, tal vez no era lo correcto pero el ver a Jimin con sus manos apretando las mangas de su sudadera aunado al nerviosismo en sus ojos, se veía tan lindo, aceptó.
—De acuerdo.
(✿)
—¿Vives solo?—Jimin sacó las dos tazas de porcelana de la alacena y colocó la tetera con agua.
—No, mi amigo vive conmigo solo que no está.— Yoongi asintió, comenzó a hacerse muchas preguntas sobre Jimin.— ¿Y tú? ¿Vives lejos de aquí?
—Un poco.—Jimin hizo una mueca al escuchar su respuesta, Yoongi la notó y se explicó rápidamente.— Pero no es tan complicado, solo debo tomar el autobús.
—No sé mucho sobre eso, a decir verdad tiene poco que me mude aquí, bueno, que nos mudamos aquí.
—¿En serio?—El menor asintió, se volteó para ver a Yoongi sentado del otro lado de la isla de la cocina.
—Mi amigo y yo venimos de Busan.—Busan... Yoongi recordó la plática con sus amigos, recordó la imagen que su mente recreó, el mar, los colores turquesa.
—Me gustaría conocer Busan.—Jimin sacó el azúcar, el café y tomó el agua caliente para servir.
—¿En serio?— Yoongi vio la sonrisa de Jimin, volvía a tener sus tonos habituales y eso le tranquilizó.
—No conozco el mar.— El menor lo observó con una sonrisa suave, Yoongi quedó admirado, esperó por la taza de café y miró de nuevo a Jimin.
Park Jimin, el chico que ahora pintaba levemente su vida con tonos pasteles su vida, intentando ocultar el gris y el negro.
—Algún día te llevaré, te encantará.
Yoongi asintió con una sonrisa, no se cuestionó nada, no le preguntó a Jimin el porqué se había mudado de Busan, ni le preguntó por su familia pero en el fondo podía ver la nostalgia en los ojos de Jimin, herido y melancólico.
Muchas veces la gente ignorante opaca nuestros propios colores, desgastándolos y apagándolos por el simple hecho de no ser como ellos desean. Le había pasado tantas veces a Jimin que decidió correr y pintar su propio mundo.
Yoongi no sabía que Jimin también tenía colores oscuros en su interior, colores que fueron creados por odios injustificados, por personas que no entendían que él brillaba a una tonalidad diferente que los demás, una tonalidad perfecta que se entremezclaba en armonía con la tonalidad de Yoongi.
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Colors ✧ Yoonmin
Fanfiction"Min Yoongi era azul, Park Jimin era una puesta de sol y ambos completaban perfectamente el cielo, el sol, el mar y las estrellas y su amor era una gama de colores que solo ellos podían apreciar." ✧Longfic ✧Estado: finalizada ✧13 capítulos ✧Género:...