Colors ✧ Yoonmin

Saturación

—Hola.—Yoongi sonrió, Jimin estaba de nuevo en la caja.

—¿Taehyung?—El castaño rio levemente al ver los botes de ramen.

—¿Quién más?—Jimin se recargó sobre la caja, vio como Yoongi hacía su trabajo, como todas las veces que había ido al supermercado, solo que ahora las cosas habían cambiado drásticamente.

—Son 3368 wons.—Jimin sonrió, sacó su billetera, tomó su tarjeta y se la extendió a Yoongi.

—Salgamos hoy...—Yoongi lo miró, sus ojos felices, Jimin vio de nuevo ese color nuevo, un avellana profundo.

—¿A dónde?— Jimin tecleó su clave como siempre, Yoongi tomó las cosas y las guardó.

—En realidad a ningún lado, a mi apartamento, compré unas pinturas nuevas.—Jimin tomó las bolsas, esperó por una respuesta.

—Bien.

—Bien.— Sonrieron, como ya era costumbre.— Te veo más tarde Yoongi-ssi..—Yoongi lo observó irse como siempre, alegre y sin voltear de nuevo hacia atrás.

•••

—Tu debes ser Yoongi.— Yoongi estaba afuera del apartamento de Jimin, un muchacho delgado, un poco alto de cabello castaño estaba en la puerta.

—Tu debes ser Taehyung.—El mencionado río alegre, Dios, ese chico era todo colores resplandecientes, una gama amplia de rojos, azules eléctricos y tal vez amarillos y naranjas intensos.—Él mismo.

Taehyung lo dejó pasar, el chico vestía un pantalón y una camisa holgada, tenía un aura relajada.

—¡Jimin! ¡Yoongi ya llegó!— El castaño rodó los ojos, esperó a Jimin en la sala mientras que Taehyung se sentaba en un sofá y retomaba su drama en Netflix.—Es bueno conocerte Yoongi-ssi, Jimin no para de hablar de ti, pero te lo agradezco, el pobre estaba un poco triste desde que dejamos Busan.

Yoongi procesó la información de manera lenta, asintió intentando no tomarle mucha importancia.

—Hey...—Jimin apareció por el pasillo, estaba vestido de manera simple, tan solo una camiseta blanca y unos vaqueros, pero seguía luciendo bien.

—Hola.— Taehyung carraspeó y los miró con diversión desde el sofá.

—No hagan mucho ruido, quiero ver la televisión en paz.— Yoongi admiró un color nuevo en Jimin, lo había visto antes, muchas veces pero esta vez fue más intenso, el rojo, en sus mejillas.

•••

—Las compré ayer, salí al centro con Taehyung y su amigo.— Yoongi fue guiado por el rubio hasta su habitación, era la primera vez que estaba en ese sitio y se sintió extraño pero cómodo.

Sus ojos observaron el lugar, era amplio, las paredes eran blancas, las luces eran cálidas, había fotografías en una pared, libros, cd's, muchas cosas que describían a Jimin.

—Tu habitación es diferente a como la imaginé.— Jimin rio, esperaba esa reacción por parte de Yoongi, era la primera persona aparte de Taehyung que conocía e invadía ese espacio.

—¿Diferente en qué?—Llegó hasta su escritorio y tomó los tubos de pinturas.

—No lo sé...— Se acercó hasta el castaño, lo miró un par de segundos.—Con más color.

El rubio sonrió justo como Yoongi le gustaba, sonrió dulce, con el brillo en sus ojos.

—Me gusta lo minimalista.—El castaño estiró su mano hasta que atrapó la de Jimin y de nuevo crearon un contacto visual, solo que ahora más intenso y de cierto modo, privado.

Ambos pudieron apreciar la brillantez de sus almas, la chispa, lo que los hizo envolverse en colores y llevarlos a juntar sus labios lentamente.

Yoongi pudo sentir el calidez, la saturación de los bellos colores que Jimin le transmitía en esa caricia. Con sus manos en su cintura, su aroma dulce y la suavidad de sus labios.

Jimin por su parte pudo mezclar el azul oscuro con el naranja, pudo comenzar a ocultar esa mancha oscura, cubrió con sus colores esa noche que habitaba en Yoongi. Con sus manos en su cabello castaño, sus labios pequeños y rosados sobre los suyos, su calor, todo Yoongi era perfecto para él... El color que creo en él ahora comenzaba a pintar su interior con una fuerza inmensa.

—Me gustas.—Yoongi fue el que lo dijo esta vez sin pensarlo, lo sintió, fuerte y detonante.—Me gustas mucho Jimin.

Lo besó una vez más, quería envolver sus brazos alrededor de él, quería colorear su cielo e iluminar su sendero, ese sendero que Jimin había creado con tenues pinceladas y le lo llevaba directo a su corazón.