Dos amigos, dos traidores ▪Tk▪.

Aroma de galletas y orquideas

Jungkook se hizo a un lado para dejar pasar a su amigo, se dirigió a la cocina, dejó la bandeja en la mesa y se regreso a ver a su amigo. Notó que tenía sus ojos tristes, estaba melancólico.

-¿Qué pasa?-. Le preguntó preocupado.

Taehyung sonrió decaído y negó con su cabeza. Jungkook se acercó a él y pasó su mano por la cabeza de Taehyung, se alejó apenas y sintió el toque Jungkook frunció sus cejas.

-No me toques-. Dijo seco. Jungkook se extraño, siempre le acariciaba cuando pasaba algo, recordó el día en que le reclamo por estar con Jimin. Si su homofobia salía en este momento de seguro lo mandaría a la mierda por su estupidez. -Hice algo de ejercicio y sude-. Jungkook se extraño, Taehyung no era de hacer ejercicio. Además creyó que le iba a decir que tocarse de esa forma era de maricas, pero no lo hizo y eso lo relajo un poco, la incertidumbre se quedó porque le mintió.

-Tu no haces ejercicio-. Le dijo quejándose. Taehyung le miró algo herido y divertido.

-Hoy si-. Jungkook levantó una ceja.

-¿De qué?-. Taehyung se levantó quedando cerca del menor, su estatura era más alta que la del pelinegro, solo unos dos centímetros menos. Jungkook se alejó para ver el horno, las galletas seguían blancas.

-Skate-. Respondió y Jungkook le alzo a ver incrédulo. Taehyung no parecía que le interesara el skating.

-No te creo-. Dijo rápido y se coloco enfrente del mayor. Taehyung levantó una ceja y se cruzo de brazos. -No me mires así, sabes que no pareces con esos gustos-. Le dijo algo divertido. Taehyung llevó una mano a su corazón y jadeo indignado.

-Hoy fue mi primer día, conocí a un grupo de chicos y ellos me enseñaron a subir, lo demás lo dejamos para otro día, Lisa ya se quería ir-. Jungkook asintió indiferente, golpeó con su lengua su mejilla interna, y resopló sin que el mayor lo notará.

Así que estaba con Lisa, era normal, después de todo eran novios.

-¿Y cómo los conociste?-. Le preguntó ignorando el dato de la pelirroja.

Taehyung narró todo y Jungkook lo escuchaba mientras preparaba el chocolate líquido para untar en las galletas. Después de su historia se quedó en silencio recordando lo de Lisa.

Jungkook abrió la puerta del horno y vio que las galletas estaban listas, tomó el guante de cocina y saco la bandeja, la dejo encima del mesón y luego metió la otra bandeja de galletas, se levantó cerrando el horno y vio a su amigo, estaba pensativo de nuevo.

-¿Qué sucede?-. Cuestionó sintiendo su estómago revoletear de nerviosismo y preocupación.

-Es que...-. Dudo en responder. Jungkook le presto atención. -Lisa dijo que estaba sudado y...-. Jungkook soltó una risita.

-Te preocupa tu olor-. Intuyó. Taehyung asintió apenado. Jungkook se acercó y llevó su rostro al cuello de Taehyung y respiro, Taehyung se estremeció por el repentino acto. No olía mal de hecho olía a colonia, llevó su rostro al pecho y de nuevo aspiro, un pequeño aroma de orquídeas se presentó, supuso que era por las flores del lugar donde trabaja, no había mal olor, solo aromas agradables. -Solo hueles a orquídeas-. Le dijo sonriente. Taehyung llevó su camisa a su nariz y Jungkook tenía razón. Las orquídeas estaban fresca el día de hoy y cuando las envolvió tuvo que llevarlas a su pecho porque el papel seda no doblaba, hizo una mueca y suspiro aliviado, pero también fastidiado por las orquídeas.

-Creí que ella se alejó por eso-. Jungkook  negó.

-Las mujeres son exageradas-. Le dijo y Taehyung le dio la razón. Jungkook camino y despego las galletas de la bandeja, tomó el chocolate derretido y envolvió a cada galleta, sintió unos brazos rodear su cintura. Taehyung lo estaba abrazando por detrás, sintió como hundía su rostro en su cuello, Jungkook giro un poco su rostro para darle más espacio y dejarle hacer lo que quiera, su cuerpo se estremeció cuando sintió que la nariz del castaño acariciaba su cuello.