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Tener hijos es difícil, y eso Staxx lo sabe muy bien. Pero nunca penso que serian tan diferentes entre ellos, aunque fueron criados igual y lo descubrio cuando Titi entró por primera vez al jardín de niños.

-ay Titi, te juro que quiero llorar- el pelinegro no pensaba soltar a su pequeño bebe, besaba sus mejillas mientras lo abrazaba -mamá promete venir por ti a la salida, si? Te amo!-.

Lo bajo para acomodar las pequeñas coletas echas con sus rulitos y su mochilita.

-adio mami!- le dio un último beso para entrar por la puerta moviendo su mano en forma de despedida.

Staxx comenzó a caminar hacia su auto donde lanzó todo su llanto de madre orgullosa y nostálgica, aunque también se sorprendió por lo facil que fue la entrada del primer día de Titi, ya que bueno...con su primer hijo no fue así.

-quackity! Aun no te levantas? Hace 20 minutos te desperté hijo!- un joven staxx entró al cuarto para ver al niño sentado pero profundamente dormido, estaba enojado pero admitía que daba un poco de gracia verlo así

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-quackity! Aun no te levantas? Hace 20 minutos te desperté hijo!- un joven staxx entró al cuarto para ver al niño sentado pero profundamente dormido, estaba enojado pero admitía que daba un poco de gracia verlo así.

-vamos que llegaremos tarde- busco la ropa y el delantal que debía usar, aparte de la mochilita y sus zapatillas rojas favoritas.-quieres llevar tu peluche de pato?- El niño asintió aún dormido.

Lo vistió con mucha lucha ya que el niño no quería colaborar. -quacks hijo, que se me acaba la paciencia, debo ir a trabajar.-
Al escuchar eso decidió ceder un poco y en minutos ya estaba tomando su chocolatada en su taza de cual era de los padrinos mágicos. Mientras el mayor tomaba un café rápido para arreglarse para el trabajo.

Luego de casi una hora (y ya llegando tarde) tomaron el transporte público hasta el jardín, estaba muy lleno así que estaba con el niño en sus brazos quien se volvio a dormir, además de cargar su mochila con todo lo que necesitaba para el día. Suspiró y solo se remplanteo la vida.

Pasaron las paradas hasta la suya y bajo del bus. No tuvo que caminar mucho porque el jardín de niños era a unos metros de la parada.

-quackity, vamos ya es hora de entrar!- bajo a su hijo despertandolo y este solo lo miraba -vamos mi vida, ahí esta la seño!-

El niño miro a la chica que llevaba un delantal lleno de colores y tenia una sonrisa, luego miró a su madre aun más confundió.

-Alexis deja de verme, vamos- tomo de la mano del menor llevándolo adentro, el otro entendió lo que quería hacer así que intento soltarse de todas maneras- entra!

-no! No entraré!

-alexis quackity entra ahora! Llegare tarde al trabajo!

-mama me abandonarás?!- su voz era entrecortada.

-ahora que dices!- se agarro el puente de la nariz para escuchar llantos provenientes de su primogénito, su paciencia había llegado a su límite. - quacks, hijo escúchame- se bajo a su altura y lo abrazo- mamá se irá por un rato ya que debe trabajar, así puedo darte todo lo que necesitas! Tus seños te cuidarán mientras, solo será un par de horas! Vendré a por ti y te daré muchos dulces, okey?

-h-hasta picantes?

-si, hasta picantes, vamos ahora entra.

El pequeño limpio sus lágrimas con su manga y le dio un beso en la mejilla a su madre.

-vuelve rápido mami- dijo para entrar sin volver a quejarse.

El joven al fin puedo relajarse un poco e irse a trabajar, aunque admitía que extrañaba a su pequeño hiperactivo corriendo por la cafetería.

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Hola! Como estan?

Acá en Argentina es el día de la madre así que decidi escribir algo para hoy<3

Oh y no olvidemos decir que la historia llegó a 1k de estrellitas! Muchas gracias♡

Sin más molestias

Nos vemos en el siguiente cap.

➥『 ᶠᵃᵐⁱˡʸ ˢᵗᵒʳʸ 』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora