Punch line

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JK P.O.V

Las palabras del Sr. Park resonaban en mi cabeza como un eco una y otra y otra vez. Eran flashbacks, incontables veces en mi vida me habían dicho que era un inútil, que no servía para nada, que solo arruinaba todo lo que tocaba y mis acciones hablaban por si solas. Era verdad, siempre lo hacía, incluso justo ahora.

Esta vez no se trataba de una máquina que una vez más dejé inservible en mi intento por conocer más a fondo. Era una cena de negocios con amigos, una relación padre e hijo que también eché a perder...

Tuve deseos de huir más de una vez, pero por lo menos siempre he sido valiente y resistente, he escuchado y me he tragado cada palabra e insulto que me han dicho en el pasado.

Esta vez me quedaré por Jimin, esto no solo se trata de mi, Hoseok creyó en mi al igual que el joven Park, y aunque les fallé a ambos no voy a abandonarlo a su suerte y afrontaré cada una de las consciencias de lo que hoy he causado.

Mi burbuja de pensamientos y autocompasión explotó en el instante que vi el gancho derecho de Jimin chocar contra la mandíbula del señor Park y a su madre retroceder.

Acto seguido apretó mi mano más fuerte que antes y guiándome salimos corriendo de aquel lugar.

Llegamos a la acera y Jimin soltó mi mano caminando con la cabeza y los hombros bajos hasta llegar a la parte trasera del auto, donde se agachó colocando su peso sobre sus propias rodillas con la cabeza entre sus hombros comenzando a llorar.

Me acerqué despacio y coloqué una mano sobre su hombro. Un poco arisco se movió en una delicada sacudida para evitar el contacto, así que tomé mi distancia.

Después de unos cuantos sollozos se levantó decididamente limpiando sus lagrimas con brusquedad. - Lo siento.- Me dijo y lo entendía, no es fácil ser rechazado y juzgado por tu propia familia, de verdad que lo sé.

Rebuscó en los bolsillos de su pantalón y me imploró de forma muda y sin dirigirme la mirada extendiéndome las llaves del auto. - Por supuesto. - Le respondí cálidamente rozando mi pulgar para desaparecer una de las ultimas lágrimas que bajaban por su suave y lindo rostro.
Contuve la fugaz emoción de pilotear el audi y me acerqué para abrirle la puerta.

Una vez que se acomodó en el asiento metí la mitad de mi cuerpo acercándome al suyo para abrochar su cinturón de seguridad.

Jimin no oponía resistencia, no tenía la fuerza emocional. Solo él sabrá todo lo que viene sintiendo y arrastrando para que su imponente ser se haya convertido en el chico vulnerable que tenía a centímetros.

Acaricié su mejilla una vez más con toda mi palma en un gesto delicado. Su mirada estaba perdida. Aún debía de disculparme con él. Sentía que nada de esto hubiera pasado si yo hubiera cumplido adecuadamente con lo único que se me pidió, y ni eso pude hacer bien.

Yo también me sentía mal por el vómito de palabras de aquel sujeto, pero tras tantas veces que las he oído a lo largo de mi corta vida, había creado una coraza que guardaba todo aquello sin darle cabida a reflejarse en el exterior.

Disipé mis pensamientos caminando hacia el asiento del conductor para así poder concentrarme en el camino y brindarle un ambiente seguro de apoyo al afectado y vulnerable CEO de Parkdust.

Encendí el motor el cual fue como música a mis oídos y refrescante a mi alma.
Busqué en mi teléfono música tranquila, relajante y con mensajes dulces para reproducir en el auto, puse la calefacción y recosté levemente su asiento para que estuviera cómodo.

Plan Boyfriend || JikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora