𝐋𝐀 𝐍𝐈𝐍̃𝐄𝐑𝐀 𝐃𝐄 𝐌𝐈 𝐇𝐈𝐉𝐀. | 𝐉𝐌 𝐘 𝐓𝐔.| •𝐓𝟐•

Día 138.

Después de aquella pequeña charla con Jimin, decidimos salir por la ciudad a pasear y después ir a cenar a algún lindo restaurante.

Aquellos días de luna de miel fueron los mejores que pude haber tenido.. Nos la pasábamos juntos siempre, hablábamos por videollamada con los niños quiénes estaban al ciudad de sus abuelos y tíos. 

Por otro lado, las noches en las que no salíamos a pasear, hacíamos el amor.. De hecho, en cada momento que teníamos en el día lo hacíamos y con protección, claro. Pero, parecíamos adolescente de lo caliente y eufóricos que estábamos.

En fin, nuestras pequeñas vacaciones terminaron y, comenzamos a hacer la mudanza hacia la nueva casa. Hyu Min estaba emocionada por su bonito cuarto decorado por su papi, y ni hablar de los pequeños quiénes gateaban por su habitación felices.

De solo verlos a los tres así.. Me producía nostalgia y felicidad. Jamás pensé que llegaría a esto, nunca me imaginé el tener tres pequeños encantadores y un esposo tan lindo como Jimin.

A veces recuerdo todo lo que pasó anteriormente. Las mentiras, los engaños, peleas, accidentes.. Todo eso que quería olvidar y poco a poco lo hacía.

Porque quería dejar el pasado atrás, porque debía sanar cada cosa mala que pasó para poder estar bien y concentrarme en el presente, en mi familia y en mi. 

Ahora me encontraba en casa, Hiu Min y Junior estaban jugando con los pequeños mientras ellos intentaba empezar a caminar con ayuda de ambos niños mayores.

Por otro lado, todos los adultos estábamos allí sentados, disfrutando de la tarde mientras tomábamos algo. 

Jimin estaba a mi lado mirando fijamente a Junior para después mirar a Taehyung.

- Kim Taehyung, será mejor que controles a tu hijo porque no respondo de mi.. - exigió.

- ¿Qué? Que pasó ahora..

- No te preocupes Tae, nada grave. - dije con una sonrisa - Es sólo que tu amigo... Está algo celoso.

Jimin bufó y me miró mal por haber confesado la verdad. 

- ¿Acaso Junior y Hiu Min..? - preguntó algo dudosa Victoria y yo negué.

- No, no. Es sólo que hace un tiempo, nuestra hija nos confesó que le gustaba un poquito Junior y pues, Jimin reaccionó algo mal. - confesé.

- ¿De verdad estás siendo celoso con la niña, Jimin? - se metió Seung mirándolo.

- Tú cállate.. El día que tengas una niña me entenderás. - respondió seco.

- No necesita tener una hija para ver lo celoso y posesivo que eres, siempre fuiste así con tus novias y ahora lo eres con tu hija. - defendió Jihyun con todas sus armas a Seung.

Mi mirada se posó en Jimin, levantando mis cejas sorprendida por lo que acababa de confesar mi cuñado.

Aunque, la sorpresa no era tanta ya que, de vez en cuándo se le escapaba lo celoso extremo conmigo pero era algo que podía controlar.

- No me mires así __, no es mi culpa. - trató de defenderse.

- Jimin, son niños, no debes preocuparte por esas cosas... Aún. - dijo Taehyung.

- ¿Cómo que aún?

- Pues si, son pequeños y ya, lo peor vendrá cuándo sea adolescente y se escape de casa para verse con chicos en algún lado. - habló Seung.

Cada palabra que Taehyung y Seung decían parecía que se clavaran directo en el corazón de Jimin, haciendo que casi le de un infarto.

- Está pálido. - Me susurró Victoria.

- Un poquito pero, es normal. - dije con una sonrisa.

Pasamos la tarde allí, riendo todos juntos y recordando buenos momentos del pasado. Nos quedamos hasta que se hizo de noche, para después ir a la cocinar algo y cenar juntos.

Los niños seguían en su mundo, jugando, pero todos cayeron rendidos a media noche.

Llegó la hora de que cada uno se vaya a su casa, por lo que así fue... Dejándonos solos a Jimin y a mi.

Me tiré al sofá algo agotada mientras Jimin hacía lo mismo, acostándose encima mío sin aplastarme. Su cabecita apoyada en mi pecho mientras una de sus manos se metía dentro de mi remera para acariciar mi abdomen y cintura. Estábamos en silencio, pero no era incómodo de hecho, nos gustaba a veces estar así y sólo disfrutar la presencia del otro.

Hasta que Jimin decidió hablar de la nada.

- ¿Podemos tener otro bebé? - preguntó tranquilo.

Al escucharlo, casi me ahogo con mi propia saliva, lo miré y este simplemente se quedó en su lugar sin siquiera verme.

- ¿Otro bebé? Tienes tres durmiendo arriba, en nuestra cama... ¿No te parece que es hora de cerrar la fábrica?

- Pero, __... - dijo quejándose  - Quiero tener una gran familia contigo, quiero que seamos muchos aquí.

- Jimin, aún tenemos tres niños que son muy pequeños y necesitan de nuestra atención y cuidados, si traemos más bebés será un caos... Al menos esperemos unos años, recién nos casamos. - dije mirándolo.

- Se siente cómo si estuviéramos juntos desde hace diez años. - susurró acariciando mi cintura.

- Pues lamento desilusionarte pero no es así cielo, tenemos mucho tiempo para tener más bebés, así que no te preocupes. - sonreí.

Este levantó su mirada con una sonrisa y se acercó a mis labios, para besarlos dulcemente.. Esos labios gruesos y suaves que tocaban los míos con delicadeza.

Y yo me sentía cómo si fuera la primera vez que lo hiciera.

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