Capítulo 1 "Presentaciones"

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Narra jack:

Hola, mi nombre es Jackson Overland Frost, pero díganme solo jack, tengo 17 años y soy el heredero del Reino Frost, por si no se dieron cuenta, soy un príncipe.

Supongo que todos creen que es lo mejor ser un príncipe, claro que es genial, no me quejo, es una vida de lujos, con bailes, fiestas privadas, ser conocido, tener todo lo que quiero y tener a miles de chicas detrás tuyo, pero además de todo esto, ser príncipe es una gran responsabilidad y tiene ciertas restricciones que en este momento no mencionaré.

Les diré algo sobre mi aspecto, tengo los ojos azules, piel pálida, pelo rubio platinado. (Casi blanco)

Para que sepan y después no se asusten, tengo poderes de hielo, si, lo sé, soy un fenómeno, un completo fenómeno, pero algunas veces me gustaría tener alguien a quien decirle sobre esto, comentar como me siento, que me ayude a controlarlo, no se... Poder hablar de esto, pero si le contara a alguien, es por seguro que le diría a otra persona y en un mínimo de tiempo toda la prensa se enteraría y se armaría un lió enorme y bueno... Todos pensarían que soy un monstruo, seria una de mis peores pesadillas vividas en vivo y en directo.

—¡Jack! —gritó mi madre desde su habitación— ¡Ven ahora te necesitó!

Si tanto me necesita ¿Por qué no viene ella?

—¡Voy!

Camine lentamente hacia la habitación de mis padres.

—Si, madre —dije al momento de entrar a su cuarto y cerrar la puerta tras de mi.

—¿Sabes donde esta isabella? —preguntó sin apartar la vista de un libro que estaba leyendo.

—Mamá, sinceramente no tengo tiempo para estar pendiente de mi hermana menor —dije mientras abría la puerta de su cuarto y me encaminaba a salir, porque piensen ¿Por qué sabría donde esta?

—¿A donde crees que vas jovencito? —preguntó apartando la vista de su libro y observándome directamente a los ojos, con esos ojos azul intenso que aveces me intimidaban.

—A mi cuarto —dije con cara obvia.

—Ni lo pienses, ahora ve, pídele ayuda a los sirvientes y búscala —ordenó sosteniendo su mirada azul intenso penetrando mis ojos, haciendo que un escalofrió de miedo me recorriera el cuerpo... ¡Si! ¡Lo admito! ¡Le tengo miedo a mi madre! Es que ustedes no la conocen enojada...

—Pero... —empecé a decir para protestar, pero me interrumpió.

—Nada de peros jovencito, ahora ve y rápido —me ordenó sin siquiera mirarme.

—¿Acaso no lo puedes hacer tu? —le pregunte desafiante.

—No, estoy muy ocupada en este momento, así que búscala y rápido que estoy muy preocupada por ella —dijo mientras daba vuelta a la página de su libro, me miro y dijo— ¿Que haces aún aquí? Te dije que rápido —Me miro con enojó.

—Ya voy —dije con fastidio.

Comencé a caminar por el castillo mientras abría cada puerta de todas las habitaciones que encontraba a mi pasó ¿Donde podría estar? Ni modo que tenga poderes de invisibilidad y este aquí en este mismo momento 😱

—¡Isabella! —grité esperando respuesta, pero obviamente nadie contesto, aveces me pregunto si me caí de la cuna de bebe, porque mi estupidez no tiene limites. Seguí caminando hasta que encontré a una de las sirvientas.

—Hola Maria —dije haciendo un saludo de mano, resiviendo uno de parte de ella igual— ¿Has visto a mi hermana?

—Si señor... —contestó alargando las palabras y jugando con sus dedos ¿Qué le pasa?— es que su hermana... —volvió a decir nerviosa, ya en serio me esta asustando ¿Que esta pasando?

—¿Mi hermana que...? —pregunte con preocupación.

Narra Elsa

Hola me llamo Elsa, si, solo Elsa, tengo 17 años y vivo con mi tío en el Reino Frost, bueno no es exactamente mi tío, ya que bueno soy... Huérfana, según me dijo mi tío, me encontró en un bosque camino hacia aquí cuando era bebé y bueno desde ese momento me a cuidado como una verdadera hija. Tengo poderes de hielo y nieve, pero sinceramente algunas veces los odio, por que... Bueno es extraño y no es fácil sobrellevarlo, ya que mi tío aunque sepa de esto no me puede comprender, por eso la mayor parte del tiempo los oculto lo mejor que puedo...

—¡Elsa! —escuché que me llamaban por la puerta conectada a el castillo— ¡Soy yo, Isabella! —gritó nuevamente.

—Hola mi pequeña castañita —saludé abriendo la puerta, pequeña castañita es el apodo que le puse a Isabella, ya que es una adorable niña de ocho años, con pelo castaño y ojos verdes que hipnotizan.

—Hola Els —Me saludó estirando sus brazos para poder abrazarme, causando que yo riera y la abrazara devuelta.

—¿Que haces aquí? —pregunté mientras cerraba la puerta tras ella— no es que quiera que te vayas, pero me extraña que estés aquí... —dije mientras le sonreía.

—Es que estaba muy, pero muy aburrida... —dramatizó— y le pedí a Maria que me dejara venir
—sonrió mientras se sentaba a mi lado— ¿Juguemos a algo? —me preguntó con un brillo en sus ojos.

—Claro —conteste y le sonreí dulcemente.

Continuara...




El príncipe y la campesina -Jelsa (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora