El príncipe y la campesina -Jelsa (En edición)

Capítulo 11 "Picnic 2/2"

—La cosa es que... —comencé a decir— quiero que no vallas al picnic -—concluí.

—¡Que! ¿Por qué? —pregunta confundida y puedo ver como sus ojos se cristalizan al instante.

—Hubieras visto tu cara... —reí divertido.

—¡Jack! —grita y me golpea el brazo. No me dolió— no fue divertido.

—Bueno, lo que en realidad quiero que hagas es... —dije antes de acercarme a su oído y comenzar a susurrar mi plan.

—¡Si! Que buena idea —dice cuando terminé de decirle el plan.

—Pero, no se te ocurra abrir la boca ¿Okey? —dije mirándola fijamente.

—¿A que te refieres con eso?

—Y yo que pensaba que yo era el mas retrasado... —murmure— ¡Me refiero a que no le digas a Elsa!

—Bien, pero no grites, te vas a arrugar —mueve las manos de arriba a abajo con una mueca divertida.

—Uff, bien —me calme un poco.

—Yo sabia jajaja —rio con burla

—¿Qué sabias? —pregunté confundido.

—Que a ti te gustaba Elsa —se tapó la boca aguantando una carcajada.

—¿Q-que? —pregunté y pude sentir mis mejillas arder.

¿Por qué Elsa causa esa reacción en mi?

—Que yo ya sabia que a ti te gustaba Elsa, hermanito —dijo dándome palmadas en la cabeza.

—¿Q-que? P-ero si a mi n-no me g-gusta Elsa —tartamudie cada ves mas nervioso.

—Ay jack, es obvio, hasta una niña de ocho años como yo se da cuenta, así que no trates de negarlo —dijo mi hermana tratando de aguantar la risa.

—Y... ¿T-tu crees q-que Elsa... Lo sepa? —pregunté mas avergonzado.

—Hermano, Elsa no es tonta, pero ella no te conoce tan bien como yo, así que si tienes suerte, ella no lo sabe —me tranquiliza.

—Que alivio, ahora ve a preparar lo que te pedí, mientras... Yo pienso ¿bien?

—Bien, bien jajaja, me das risa jack.

—¿Acaso me ves cara de payaso? —pregunté haciendo una mueca.

—Jajaja si, bueno me voy —dijo saliendo de la habitación.

—Ja-Ja-Ja si claro, como si tuviera cara de payaso —dije mirándome en el espejo.

(...)

—Isabella ¿Esta todo listo? —le pregunte secretamente a mi hermana.

—Si —me guiño un ojo.

—¿Vamos? —pregunto Elsa.

—O si, adelantense, yo tengo algo que hacer —me guiña nuevamente el ojo.

—Si vamos, nos vemos al rato Isabella —dije comenzando a caminar.

—Nos vemos luego Isa —escuché decir a Elsa, antes de sentir unos pasos acercándose rápidamente a mi.

—Y ¿A donde vamos? —me preguntó Elsa al llegar a mi lado.

—Es una sorpresa.

—Pero yo quiero saber —hizo un puchero.

—¿Podrías hacerme el favor de no poner esa cara? Te ves muy linda y tierna —dije y enseguida me arrepentí de mis palabras.

¿Cómo pude decir eso?