Las sensaciones suelen tener colores variados, pero es aún más complicado expresarlos.
Digo que es fucsia cuando me encuentro en un enredo de tristeza, felicidad, confusión, no se, es inevitable no estar irritable por no poder sacar esto.
La confusión que mi cabeza mantiene es implacable, no la puedes domar, es como un caballo en pleno llano sin un rumbo y con eufórica, así se siente el fucsia.
La felicidad es como un azul celeste: completa e insensata, no sé cómo llego y tampoco si servirá de algo, pero ahí está.
Le agregamos un poco de morado: el morado es una explosión de negatividad y suspicacia, no sé cómo expresar en un gran porcentaje este color.
Rosa: por la mentalidad perdida que tengo y por la energía que desprende mi alma.
Todos estos colores son básicamente necesarios para crear al fucsia y no sé cómo describir que tan bueno es para mí experimentar esto, pero al menos estaré renovando mis sentimientos y experiencias, quiero decir que no me aflije este color, pero realmente lo hace, no lo quiero sentir.
Se manifiesta cuando estoy a una corta distancia de ti, aún no se por que, me gustas demasiado, pero aún no te conozco en su totalidad, siento que tú interés es temporal y que si ya obtuviste lo que querías de mi ¿Por qué no decírmelo?, Siento que hay aspectos de ti que jamás me dejaras conocer y siento que hay aspectos de mi que a este corto tiempo te disgustan.
La bomba está suelta y solo espero que estalle, dejaré que mi interés se vuelva temporal, creo que así tú y yo estaremos a la par, dejaré de darte aquella tan peleada exclusividad y tal vez con esto deje de sentír cómo me quema el fucsia.
X: ¿hey a dónde vas?
A dónde no me pueda quemar con esta inestable sensación.
X: ¿Un abrazo?
Por favor....
