Dos hermanos, un camino (Lanacoln)

Capítulo Extra 3

Vemos en el taller propiedad de la pareja de esposos Sterling/Winchester, en el cual como todos los días se ven a sus trabajadores en cada auto asignado. Pero dejando eso de lado vayamos a ver que hacen nuestra pareja protagonista para este día.

Los ya mencionados se encontraban en la oficina, Lincoln como todos los días se encargaba del papeleo de las cuentas y de los pagos de sus empleados, además de todos los materiales que usan. Lana entró a la oficina para ver a su esposo, esto para darse un pequeño descanso.

_ Si que hace calor, y eso que el aire acondicionado está encendido.— comentó la rubia.

_ Me lo imagino, por cierto. ¿Ya terminaron con el Mustang que trajeron hace un mes al taller?— preguntaba el albino.

_ Ya está listo y limpio, solo es de llamar al dueño y pueda llevárselo.— respondía Lana.

_ En ese caso le llamaré y avisarle que ya está. Si quieres descansar puedes hacerlo, yo seguiré en lo mío.— decía el albino a su esposa.

Mientras Lincoln seguía con su trabajo Lana veía a su esposo trabajar, verlo tan concentrado hacía que su corazón salte de felicidad, ya que cada día que pasa hace que se enamore del hombre que alguna vez fue su hermano mayor. Todavía recuerda el día que ambos unieron sus almas en Santo matrimonio.

Al recordar eso último fue que la mente de Lana le vino un recordatorio que casi se le olvida, y que esto también incluye a su esposo albino. Lo vio y se dirige a él para decirle de ese recordatorio de ella.

_ Oye amor, ¿Sabes que se celebra el día de mañana?— preguntaba la rubia.

_ Mmmm..... ¿El día mundial del medio ambiente?— preguntaba Lincoln.

_ ¿Eres tonto o te haces? ¿Enserio no te acuerdas que se celebra mañana?—dijo molesta la rubia.

_ Jejeje solo bromeo contigo. Sé que se celebra mañana, mañana es nuestro aniversario de boda. Me sorprende cuánto a pasado desde que nos casamos, y quiero que sea así hasta el día que dejemos este mundo.— contaba Lincoln a su esposa.

_ Por poco creí que se te había olvidado. Y si, quien diría que ha pasado 9 años desde que nos casamos, y en esos 9 años hicimos nuestra propia familia y seguir avanzando.— decía Lana a su esposo.

_ Si, tú y nuestras hijas son lo mejor que me ha pasado en la vida. Sin ustedes no sería nada, en especial tú, Lana. De no ser por ti no estaríamos en estos momentos aquí, no tendríamos nada de lo que tenemos actualmente, tú eres mi ángel guardián, mi luz al final del túnel, y sobretodo, el amor de mi vida.

Ante esas palabras del albino este se acercó a su esposa y la besó en sus labios. Lana correspondió al beso de su esposo, son tantas las veces que ha besado a su amado que ha perdido la cuenta, pero una cosa era segura. Cada beso que se daba es tan especial, lleno de amor y cariño.

_ Por cierto, muero de ansias por saber a donde me llevarás a celebrar. Siempre me impresionas en llevarme a lugares muy divertidos.— decía Lana a su esposo.

_ Eso es una sorpresa que tendrás que esperar hasta mañana. Si te lo digo ahora mismo no tendrá el resultado que quiero.— respondió el albino.

_ Aguafiestas, pero bueno. Si es así entonces me gustaría que te afeistes la barba y bigote, no me mal entiendas, luces bien así, pero me gustaría verte cuando nos hicimos novios y luego esposos.— contaba Lana lo quería.

_ Lo haré, también de que luzco viejo para la edad que tengo. Te prometo que me afeito la barba. Por ahora será mejor que regresemos al trabajo, más tarde iré a recoger a nuestras hijas de la escuela.— dijo Lincoln a su amada.