Capítulo 37

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Casi una semana después desde que Lincoln y Lana se encontraran con Lola, la cual ayudaron llevando su auto al taller y le hicieran un chequeo para saber que tenía. También de que la misma Lola les contara a los esposos como fue su vida y la de su familia luego de que ellos dos se fueran de la casa.

Aún les sorprendía de lo que tuvo que pasar Lola, de cómo perdió un hijo que estaba por nacer y que estuvo trabajando de sirvienta y que adoptara un niño el cual perdió a sus padres y ayudó atrapar a una pareja de estafadores, mismos a los cuales estuvo trabajando para ellos como su sirvienta.

Pese a todo lo que Lola les contó sobre ella y su familia, de cómo estos también no la pasaron del todo bien luego de ser encerrados y cumplir una condena en la cárcel/correccional. Tanto Lincoln como Lola no creían del todo que ellos hayan cambiado, que estaban arrepentidos de lo que le hicieron al peliblanco.

Vemos a Lincoln quien estaba en su oficina realizando el papeleo correspondiente y viendo que trabajos estaban ya hechos para así entregarlos a sus respectivos dueños. Estuvo así hasta que se tomó un ligero descanso, en eso pensó en todo lo que Lola les contó días atrás.

_ Realmente me sorprendió que Lola haya adoptado a ese niño y ser su nueva madre. Me da mucha lástima ese pobre niño, al menos ya no tendrá que pasar por lo mismo.— decía a si mismo Lincoln.

Seguía pensando en todo lo que su antigua hermana contó, de cómo fue llevada a una casa hogar, luego estuvo en una correccional para menores, el como todo con su familia no volvió a ser lo mismo, también de que pudo conseguir pareja pero que al final se separaron y que Lola perdiera a su bebé faltando poco en nacer.

De la rubia no tenía dudas de que ella no la pasó bien, pudo sentirlo en sus palabras, se sentía contento de que ella hizo lo correcto en adoptar a Jake y también de llevar ante la justicia a esa pareja de estafadores. Aunque no creía del todo que su antigua familia hayan cambiado, cree que ellos aún le deben de guardar algo de rencor ya que indirectamente los llevó a la cárcel no sólo él, también Lana.

Y hablando de Lana, vemos a la rubia mecánica quien entraba a la oficina de su esposo. Lana estaba cubierta de aceite aunque no le importaba en lo absoluto.

_ Hola amor, solo quería avisar de que ya dos autos están terminados para así llamar a los dueños y que puedan llevárselos.— avisaba Lana a su esposo.

_ Gracias por avisarme, enseguida les hablaré y así puedan venir a por ellos y que paguen la otra mitad del dinero.— respondía el albino.

Lana fue a servirse un poco de café para así estar más despierta y seguir con el trabajo, le agregó un poco de azúcar y lo revolvió. Vio a su esposo y lo veía muy pensativo, esto claro llamó su atención ya que sabe que cuando está así su esposo es porque algo le inquieta.

_ ¿Te ocurre algo? Estás muy pensativo mirando a la nada.— preguntaba Lana.

_ No es nada amor, pensaba en llamar a los clientes y así puedan llevarse sus autos y tener más espacio en el taller.— respondía Lincoln.

_ ¿Es por lo de Lola? No eres el único que piensa en eso. Sigo sorprendida de que Lola haya hecho todo eso, se nota que ella ha cambiado, ya no es esa niña arrogante y manipuladora, ahora es más humana y se nota que ama a ese niño que adoptó.— decía Lana a su esposo.

_ No tengo dudas de que Lola ha cambiado, todo lo que contó desde que salió de la correccional para menores hasta llegar a día de hoy deja claro que ya no es la Lola que solíamos conocer, ahora es una Lola renovada y una buena madre para Jake.

_ Pero en donde tengo mis dudas son con los demás. Pienso que ellos siguen creyendo que todo fue por mi culpa, que por mi "mala suerte" fueron a prisión. Dudo que ellos hayan cambiado así como cambió Lola.— contaba Lincoln sobre su duda.

Dos hermanos, un camino (Lanacoln) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora