08

645 93 32
                                    

—De acuerdo, repasemos una última vez el plan —pidió Jaeyoon mientras se colocaba cerca de la abertura de la puerta, acto seguido colocó a Jungwon protectoramente detrás de él.

En menos de dos minutos entrarían al nuevo túnel, lo que les daría el tiempo suficiente para salir e intentar ingresar al vagón, no querían hacerlo, pero debían, en el momento en que se detuvieran en Busan era casi seguro que todo sería luz y por ende esas cosas ni de chiste los dejarían salir del baño donde se encontraban refugiados, debían aprovechar esa oportunidad de salir sin ser vistos al máximo.

—En cuanto entremos al túnel abriremos un poco la puerta, lo suficiente para lanzar tu teléfono del lado contrario al que vamos, Heeseung te llamará así esas cosas irán en dirección al sonido, saldremos en formación, tú y yo al frente —explicó Ni-ki señalando— Así intentaremos abrir la puerta de aquel vagón a la fuerza, Jungwon, luego Sunoo y por último Sunghoon, los tres permanecerán en medio y Heeseung estará en la retaguardia por si alguna de esas cosas se acerca —todos asintieron pues sabían bien el plan, solo esperaban a que todo saliera como lo planeado, sería su única oportunidad y duraría menos de un minuto. Todos confiaban en las habilidades de los dos mayores, sabían perfectamente que esos músculos servirían para algo.

Heeseung se había ofrecido a cuidar la retaguardia, no era tan fuerte como ellos pero podría hacer algo para defender a los omegas.

Los dos minutos pasaron demasiado rápido para el gusto de los chicos. En segundos la pequeña ventana que se encontraba dando al pasillo en el baño dejó de recibir iluminación, Sunoo se colgó bien la mochila mientras Jaeyoon abría poco la puerta, lanzó su celular como un disco de Hockey por el piso, lo hizo con tanta fuerza que este quedó hasta el otro extremo del vagón tres, Heeseung le llamó y en segundos "Touch My Body" de Sistar comenzó a sonar a todo volumen, haciendo que los muertos corrieran en dirección a dónde se encontraba el celular, esa fue su señal; los seis salieron como si fueran un batallón de ataque listo para la guerra, ordenados en fila, las entrañas de Sunoo se revolvieron cuando Ni-ki movió por primera vez la perilla de la entrada, Jaeyoon hacia presión para que la puerta se abriera, era de metal, pero estaba seguro que se movería un poco para dejarlos pasar.

Los gritos dentro del vagón no se hicieron esperar. Heeseung se acomodó la protección de su cuerpo listo para atacar, porque tal vez uno o dos zombies serían atraídos por ese ruido.

Ni-ki golpeó su hombro contra la puerta mientras forcejeaba de nuevo la perilla. Las entrañas de Sunoo volvieron a removerse, tenía el presentimiento de que algo no iría bien, tocó el hombro de Heeseung cubierto por la "armadura" de revistas que traía puesta, por alguna razón sentía que no debía alejarse de él en esos momentos.

—Déjennos entrar —recitó Jaeyoon con los labios pegados a un pequeño orificio que hacía que el sonido pasara al vagón al que intentaban ingresar, Riki se golpeó de nuevo contra la puerta y está crugió un poco, ya casi lo lograban, Heeseung alejó un par de zombies de ellos llamando de nuevo a Jaeyoon.

—¡Largo de aquí! ¡Muéranse! —gritó una voz masculina desde el interior.

Riki miró a Jaeyoon, ambos asintieron, ya era cuestión de segundos para que el túnel terminara, sincronizados golpearon de nuevo la puerta con todas sus fuerzas haciendo que esta se abriera un poco, más de una persona los interceptó queriéndoles impedir el paso, muchos alfas se colocaron de frente mientras Riki y Jaeyoon hacían uso de su musculatura para abrirse paso, el primero en entrar fue Riki, pero quedó medio aplastado entre tantas personas que querían impedirles el paso, con fuerza tomó el antebrazo de Jungwon que era el Omega que se encontraba más cerca, con a penas sus manos siendo tomadas con fuerza en medio de toda esa maraña de cuerpos que no los dejaban pasar, Jungwon tomó el brazo de Sunghoon.

Train to Busan. ‹𝟹 HeesunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora