𝘿𝙧𝙖𝙜𝙤𝙣𝙨 𝙜𝙖𝙢𝙚 | 𝘓𝘶𝘤𝘦𝘳𝘺𝘴 𝘝𝘦𝘭𝘢𝘳𝘺𝘰𝘯

04. ❝Driftmark.❞

•❅──────✧❅✦❅✧──────❅•

❝Querido Luke.

Te he extrañado más que a nada desde que te fuiste, hablar contigo por medio de trozos de papel no es suficiente,te extraño.

Espero que te esté yendo bien en Dragonstone,¿has hecho amigos?, ¿si te tratan bien?, Déjame saber todo por favor. Te adoro y espero que nos veamos pronto, trataré de convencer a mi padre para que me deje viajar,te estaré informando.

Te quiere, Aeserys.❞

—¿Que haces encerrado aquí a esta hora?— Aemond abrió la puerta de mi habitación sin permiso.

— No quiero hablar con nadie.— Murmuré entre dientes.

— Espero que no te hayas vuelto extraño al igual que Helaena.— Sentí su peso en el colchón.— Me preocupa que te estés echando a morir solo porque los hijos de Rhaenyra se fueron.

— No te importa.— Me quejé al sentir que quitó las mantas que se mantenían sobre mí.— ¡Vete Aemond!

— No voy a dejar que te sigas lamentando aquí, Aeserys,no seas tonto.

— No voy a salir a ningún lado.— Froté mis ojos.— Vete.

— No me iré sin ti, eres al igual hermano que le tengo algo de cariño,no voy a permitir que te mueras por no comer o salir de este lugar.— Trató de hacerme levantar.— ¡Levántate!

— ¡Que no!— Grité.

— ¡Entonces te haré levantar por las malas!

Me empujó al suelo y caí de cara, solté un quejido de dolor al impactar contra el suelo de piedra, no me iba a morir por estar triste,me iba a morir por los tratos que me daba Aemond.

— ¡Idiota!— Lo insulté por primera vez en mi vida.— Casi me matas tú.

— Anda, vámonos, debes comer.— Me tendió su mano pero no la recibí.

Me levanté por mi cuenta acariciando mi frente,de seguro tendría un moretón en algunas horas.

— No me apetece comer,por tu culpa ahora me duele la cabeza.— Seguí acariciando mi frente.— Tonto.

— Perdón,¿si?, Pero me obligaste a hacerlo,tenías que levantarte de ese lugar. Han pasado solo unas semanas,¡unas semanas desde que se fueron! Y ya te has echado a morir en esa cama, por todos los siete.— Me tomo del brazo.— Te haré comer y ya está.

No me dio mas remedio que seguirlo, me guió hasta el comedor donde estaban todos, incluida mi madre. Suspiré frustrado.

— Aeserys,hijo mío.— Papá alzó sus manos al verme así que me acerqué.

Al estar a su lado me sonrió como pudo, se notaba más enfermo que antes, su estado me traía preocupación. Me abrazó a lo que le correspondí sintiendo la mirada pesada de mi progenitora. Al separarme de él me señaló una silla a su lado, en medio de mamá,a lo que no tuve otra opción que sentarme, Aemond sentó en frente.

Los sirvientes empezaron a servir la comida,todo olía bien como siempre.

— ¿Un poco de cerco, príncipe?— Preguntó uno de los sirvientes.

— Así estoy bien, gracias.— Negué.

No quería comer nada en realidad.

Me serví un poco de patatas con salsa y ya, no me apetecía comer y menos estar al lado de mi madre por lo que había pasado en días anteriores. No le había dirigido la palabra en todo ese tiempo aunque ella insistiera.