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El dolor en mi corazón se hizo mas grande al llegar a la puerta de los aposentos que eran de mi padre.
El castillo no se parecía en nada esa madrugada al lugar en el que crecí, parecía más oscuro,más frío y desolado que otras veces. El ambiente era denso, tenía un silencio que te dejaba los nervios de punta,ese no era mi hogar, definitivamente no lo reconocía. El sol aún no había salido por el horizonte,pero en realidad creía que ni con los rayos del sol se podría calmar ese frío intenso y melancólico.
Cada paso que di hasta aquella vieja habitación parecía ser una estaca más en mi pecho,mi mente aún no lo creía,tenía que ver con mis propios ojos el cuerpo inerte de mi querido padre,de lo contrario guardaría algo de fé en mi corazón,aunque tuviera en claro que las palabras de mi hermano estaban llenas de verdad.
Suspiré con la mirada perdida en la manija de la puerta,no tenía el suficiente valor como para girarla y entrar. No obstante,el sonido de unos pasos dentro de la habitación me hizo entrar de inmediato,¿quien podría estar ahí a esa hora?, Fue lo que pensé,aunque la imagen de mi madre pasó por mi cabeza.
—Nadie tiene permitido pasar.— La voz de una mujer me hizo fruncir el ceño.
La dama de compañía de mi madre salió desde la oscuridad,esa fue mi señal para saber que la noticia ya se estaba regando cual sangre por toda la fortaleza roja.
— La reina ordenó...— Continuó la mujer a lo que la detuve.
— Era mi padre.— Hablé duramente.—Me vale una puta mierda que haya ordenado la reina.
Tayla cerró la boca ante mis palabras toscas y groseras,no era digno de mí,pero en ese momento no me importaba. Había perdido a mi papá,nadie podía negarme nada, mucho menos ver su cuerpo sin vida.
Le dí una última mirada con enojo,pero en realidad lo único que quería hacer era llorar más,pero mis lágrimas no lo traerían de regreso. Me acerqué a la cama con dosel,moviendo ligeramente las telas que colgaban de ella, solo para darme cuenta que el cuerpo no estaba. Eso me descolocó lo suficiente como para girar rápidamente viendo de nuevo a la mujer.
— ¿En donde está?—Exigí saber.
—Es una información que no puedo brindarle.— Dudó un poco,de mis labios salió una risa llena de ironía.
—¿En donde está el cuerpo de mi padre?— Repetí aún con la voz mas pesada, acercándome a ella.— Es una maldita orden.
— Las hermanas silenciosas se lo han llevado.—Su voz sonó un poco nerviosa.
Asentí apretando mis puños,me sentía tan mal que mis emociones estaban guiando mi juicio. Recorrí la habitación aún en mi lugar,llenando de memorias mi cabeza de nuevo, atrapandome en mi propio cerebro. Guíe mis pies hasta la maqueta de Valyria, tocando con mis dedos el material del que estaba hecha.
Había pasado años dentro de esa habitación haciéndole compañia a papá, contandole todo acerca de los libros que devoraba al día, encargándome de que su modelo a escala de Valyria se mantuviera impecable tal y como él siempre la tenía.
"— Estoy enamorado de Lucerys, papá.— Confesé por fin sintiendo que me había quitado un peso sobre los hombros,pero el miedo seguía ahí, presente al igual que la posibilidad de recibir el rechazo de mi padre.
En esa misma habitación hablé con él una última vez,donde pude por fin liberar esas cadenas con las que había cargado durante mucho tiempo,dándome cuando que el amor de mi padre no tenía un límite, él siempre me amó,sin importar que yo amara de una manera diferente al resto.
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𝘿𝙧𝙖𝙜𝙤𝙣𝙨 𝙜𝙖𝙢𝙚 | 𝘓𝘶𝘤𝘦𝘳𝘺𝘴 𝘝𝘦𝘭𝘢𝘳𝘺𝘰𝘯
Fanfiction❝En la realeza no está bien mostrar debilidad, pero cuando el amor te hace ciego, rebelde y sobre todo capaz de hacerte gritar a los cuatro vientos que estás enamorado, puedes mostrarle al mundo que aquel amor imposible es tu más grande debilidad. ...