Kim Jennie, una agente del NYPD mediocre, se verá obligada a aceptar una misión no muy ¿agradable?.
Listo/a para ver una historia que no solo te pondrá expectativas, sino que te hará reír mucho.
1 #Lisa
Jisoo: Hasta que por fin llegas, creí que tendría que ir a buscarte. -se levantó de su silla asoleadora para saludar a la rubia.
Lisa: No fastidies.
Rosé: Hola Lili. -se abalanzó sobre la rubia.
Lisa: Hola Rosé.
Jisoo: Y tú, ¿quién eres? -preguntó la coreana mirando a la castaña que venía detrás de la rubia.
Jennie: Soy Kim Jennie...
Lisa: La idiota que contrató mi padre.
Jisoo: Así que es verdad. -la miró de arriba abajo- Vaya Lisa, creo que te equivocaste cuando me la describiste, porque de verdad está...
Lisa: Cállate Jisoo. -la miró feo.
Rosé: Yo soy Rosé. -se le fue encima a la castaña.
Jennie: Un gusto, Rosé.
"¿Me está tocando el trasero?"
Rosé: Mira Jichu, Jen tiene números de teléfonos escritos en su abdomen. -le acariciaba el abdomen- ¿Puedo dejarle el nuestro?
Jisoo: Claro, Rosé, ponlo en grande. -le guiñó un ojo a su novia y Lisa rodó los ojos.
Rosé: Vamos a buscar una pluma, Jen. -se llevó a la castaña a recepción.
Jisoo: Lisa, tu guardaespaldas está muy buena.
Lisa: Vas a empezar. -se acostó en su silla asoleadora.
Jisoo: Pero si es la verdad, está muy buena.
Lisa: Cállate, tuve suficiente con una morena estúpida en recepción.
Jisoo: ¿Estás celosa?
Lisa: ¿Celosa yo? ¿De esa enana? Por Dios, ni aunque me gustaran las mujeres tendría tan mal gusto.
Jisoo: Pues díselo en su cara.
Rosé: Mira Jichu. -se acercaba a su novia junto a la castaña- Se lo puse en grande y con un pato al lado. -señalaba orgullosa el abdomen de la castaña.
Jisoo: Bien hecho, Rosé. -le guiñaba esta vez un ojo a la castaña.
Lisa: Kiram, ve a buscarme una limonada. -le ordenó a la castaña.
Jennie: Sí, Srta. Manobal. -se fue a buscar la bebida.
Rosé: Jichu, tengo envidia de Lili. ¿Por qué ella puede tener un guardaespaldas tan sexy y nosotras no? -hacía pucheros- Lili, ¿nos podrías prestar a Jen? -miraba a la rubia.
Lisa: No.
Jisoo: No te preocupes, Rosé, cuando Lisa se descuide iremos por Jennie. -le sonrió y a Rosé se le iluminaron los ojos- Ven, Rosé, te voy a enseñar algo. -cogió la mano de su novia y se fueron corriendo, Lisa rodó los ojos, ya se imaginaba a dónde iban.
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