Salida sin retorno

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.—Maldita sea, sal de una vez y pelea como se debe —Gritó Shoto, respiración acelerada, pesada. Estaba temblando, se habían llevado a las dos personas que más amaba—.. Con una mierda, si no sales voy a sacarte de lo más profundo del puto infierno— a veces las costumbres se pegan al parecer.

—Tranquilicémonos, primero debemos entender que está pasando... —Shinsou trataba de ser racional aun cuando sentía que sus amigos corrían riesgo, el otro par estaba ofuscado por el amor, pero el podía calmarse.

Internamente agradecía no haber llevado a Denki o tal vez perdería la cabeza de igual manera.

—Voy a investigar tras las puertas y paredes en las habitaciones, Shoto deberías revisar el sótano y Shinsou, ve al piso de arriba —Organizó el héroe Lemillion— Cuando desapareció Tamaki solo lo arrastró fuera de la habitación, creo que lo arrastró hacia el sótano pero no alcancé a reaccionar... O debe tener algún quirk para atravesar que se puede transferir —Fue lo único que se le ocurrió.

—Bien, entonces iré arriba, trataré de avisar si.. —La puerta no se deslizaba. Shoto miró la puerta como si fuera algo fuera de este mundo, acercándose volvió a tirar hacia el costado, frunció el ceño, tirando con mas fuerza de esta, pero no parecía poder abrirla.

—¡Cuidado! —La voz de Tamaki resonó fuera de la cocina, Shoto y Shinsou retrocedieron de la puerta esperando lo peor, pero no lo veían ¿De qué les estaba advirtiendo? Guardaron silencio, calmaron sus respiraciones en un intento de escuchar hasta el roce de la ropa de quien fuera que los estuviera advirtiendo

—¡Abajo! —Shinsou alertó, alcanzando a agacharse junto a Shoto, Mirio solo se quedó de pie al ver el cuerpo de Tamaki cubierto por el caparazón de las almejas atravesár la puerta clásica japonesa, quedando en medio de la cocina, flotando, con la cabeza colgando hacia atrás y sus dedos transformados en tentáculos que se movían titubeantes.

—¿Amor? —No pudo evitar tratar de llamarle, parecía consciente aún.

—M-Mirio... N-no puedo... No tengo co-contr-control —Gritó antes de lanzar sus tentáculos a golpear a Mirio quien las evitó gracias a su quirk. El golpe fue brutal, llegando hasta el mueble de la cocina, rompiendo la superficie por completo.—H-huy-huyan —La voz temblorosa de Tamaki fue lo último que escucharon antes de verle regresar de golpe por la puerta y desaparecer por la puerta de papel washi

—¡El sótano! —Shoto corrió hacia la puerta para atravesarla, agradeciendo el material con el que estaba hecha ya que les permitía destruirla fácilmente. Quería bajar y poder tener a sus amigos, a su pareja, a su hijo, más el rostro de Katsuki apareció frente a él apenas logró abrir el sótano.

Ojos en blanco, boca abierta, desorbitado. Estaba pisando el suelo, no flotaba y saliva escurría de su boca temblorosa. No parecía tener control de nada

—¿Kats?—Llamó Shoto, escuchando a Shinsou correr hacia el junto a Mirio—Katsuki, soy yo—El cuerpo de Kats se relajó, los músculos se destensaron haciendo que pareciera por un instante que caería al suelo, Shoto se acercó tratando de inclinarse para agarrarlo mas su esposo se irguió rápidamente, mostrando sus caninos en una sonrisa.

—Boo —Susurró levantando su mano contra el rostro de su esposo. 

Explosión.

Su cuerpo salió disparado hacia atrás, sintiendo un golpe en su espalda y nuca tan fuerte que le dejó desorientado, sin aire y con un ligero temblor en el cuerpo. El ancho del pasillo no era mas de dos metros y esa explosión hubiera sido suficiente para arrojarlo diez o doce metros lejos. 

Mirio corrió para atrapar a Katsuki pero la puerta se cerró de golpe. La única puerta dura tenía que estar ahí

—¡Maldita sea, por qué coño tienen un sótano en una casa tradicional! —Agitó la puerta y sin más la atravesó. Shinsou se quedó con su amigo, revisando su estado y tratando de hacerle reaccionar pues aún parecía sofocado

Risas en la obscuridad - BakuTodoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora