✤ DÍA 17 ✤

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La madrugada era una de las horas más difíciles para YeJi, pero esto no era impedimento para ir a jugar junto a sus amigos en el torneo de basquet del subsuelo

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La madrugada era una de las horas más difíciles para YeJi, pero esto no era impedimento para ir a jugar junto a sus amigos en el torneo de basquet del subsuelo.

A pesar de que pensaba constantemente en su vida en el momento en que más vulnerable se siente, más vacía, más destructible, más sola. En su mente sólo vagan recuerdos de su niñez, junto a su madre y el pequeño DoYoung.

Con danzas improvisadas en las ramas de los árboles, con risas y regaños de aquella mujer que tanto los amaba; con metas y esperanzas gigantes hacia la humanidad, las palabras de los pequeños eran claras al momento de encontrarse solos en lo más profundo de la montaña.

YeJi recuerda ese viaje familiar con una sonrisa.

Corrían rápidamente saltando por los troncos caídos de los árboles, saltaban uno que otro charco despreocupados. Ambos niños se sentían libres de la tan abrumante sobreprotección de los adultos, especialmente de su padre Hwang InYeop. Aunque este siempre buscaba lo mejor para los mellizos, estos deseaban más libertad.

—¡Rápido Youngie!—le gritaba la niña acelerando sus pasos.

El pequeño había hecho una pausa para recuperar el aliento, corrió como un loco detrás de la idiota de su hermana.

—¡Espérame Yeoteong!—le gritó DoYoung cansado.

YeJi se acercó a él riendo y se sentó en medio del camino a observar el horizonte. DoYoung imitó la acción quedando justo al lado de la castaña.

—Youngie ya te dije que deberías hacer ejercicio—rió la pequeña mientras le acariciaba el pelo—Sólo así podrás ser fuerte como yo.

DoYoung rió y comenzó a hacerle cosquillas a su hermana quién empezó a reír sin control contagiando a su hermano.

—¡Ya!—gritó DoYoung entre risas.

YeJi se separó de él y volvió a observar el horizonte.

𝐓𝐫𝐞𝐢𝐧𝐭𝐚 𝐝𝐢́𝐚𝐬 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐞𝐧𝐚𝐦𝐨𝐫𝐚𝐫𝐥𝐚 | 𝐘𝐞𝐑𝐲𝐞𝐨𝐧𝐠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora