✤ PRÓLOGO ✤

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Una joven chica de estatura promedio, tez blanca y oscuros cabellos se encontraba corriendo por las frías calles de Busan. A medida que avanzaba chocaba con otras personas con las cuales se disculpaba y seguía su rumbo.

La prisa no se debía a cualquier cosa; ella había prometido ir a buscar a su amiga para acompañarla a su casa y decirle algo importante. Dobló en una cuadra buscando la tal academia 'Dance Up', donde su amiga estaba a punto de terminar con su clase.

La respiración comenzaba a fallarle debido a que había corrido por media ciudad sin descanso ni un poco de agua; estaba decidida a llegar a tiempo.

Al divisar un gran letrero con el nombre de la academia sonrió. Bajó la velocidad hasta quedar en frente de la entrada. Puso sus manos en sus muslos y comenzó a respirar profundo intentando recuperar el aliento. 

Levantó la mirada un segundo y observó como varias chicas comenzaban a abandonar el establecimiento, había llegado justo a tiempo.

YeJi buscó con la mirada a su amiga, vió como salían sonriendo y charlando entre ellas. Suspiró y se recostó por el portón del local, se cruzó de brazos y esperó a encontrar a su amiga o que ella se acercase.

Varias chicas pasaban pero no la que ella quería, estaba a punto de resignarse cuando la vió. 

La vió acomodándose el pelo, caminando junto a otra chica un poco más baja que ella.

YeJi juraba que había visto un ángel; sus lindos ojos hacían que se perdiera en ellos sin oportunidad de volver a la realidad a la que se enfrenta; sus hermosas facciones hacían que cada vez más se enamorase de ella. Sus apetecibles labios eran una razón más para que YeJi se pierda imaginando lo suaves que serian al momento de tocarlos. Anhelaba con tocar su suave y delicada piel a cada instante. Soñaba con tener a su merced a tal diosa griega a la que servía sin miedo.

—¡YeJi!—le gritó sonriendo a la par que levantaba su brazo en forma de saludo.

YeJi sonrió y se acercó hasta su amiga.

—¡Chaery!—exclamó abrazando a su menor.

—Pensé que no vendrías—soltó apenada ChaeRyeong.

YeJi se tensó ante sus palabras—D-de hecho... tenía algo que decirte—dijo rascándose la nuca.

—¿Ah si?—soltó divertida la menor.

Esta se despidió de su amiga y se abrazó a YeJi quién estaba lista para lo que se vendría.

—¿Vamos?—soltó nerviosa la mayor. ChaeRyeong asintió. 

YeJi se ofreció a llevar las cosas de su menor en un intento de evitar la conversación que obviamente no quería tener con ella; temía que si lo decía perdiera a su pequeña Chaeryeongnnie.

Llevaban caminando en silencio por varias cuadras, YeJi evitaba mirarla a los ojos para así no caer y perderse en ellos otra vez.

De repente se frenó—Chaery...

La recién nombrada la miró—¿Sí?...

YeJi pasó saliva nerviosa—T-tengo q-que decirte a-algo importante.

—Te escucho...

—Por favor préstame mucha atención Chaery...

La recién nombrada asintió.

—Chaery tú...—suspiró—Tú me gustas y mucho... pero, sé que tú solo me ves como una amiga y sé que capaz esto destruya nuestra amistad pero es que ya no podía ocultarlo... lo siento Chaery...

—Pero YeJi... ¿Por qué te disculpas?—soltó nerviosa.

—No quiero perderte por mis sentimientos Chaery—respondió la mayor mordiéndose el labio—No lo soportaría...

—Sabes que a mi no me gustas ¿cierto?—Dijo apenada.

YeJi asintió lentamente mientras se aguantaba las ganas de echarse a llorar, temía perder a su pequeña Chaeryeongnnie.

—Pero...

El oír a su amiga le dio una pizca de esperanza.

—¿Pero?...—se atrevió a preguntar.

—Nada... lo siento—susurró ChaeRyeong.

YeJi miró hacia el suelo nerviosa; hasta que se le ocurrió algo que posiblemente le cueste una valiosa amistad.

—Dame una oportunidad—dijo—Sólo una...

ChaeRyeong no quiso responder—No quiero darte falsas esperanzas YeJi...—dijo acariciandose el brazo.

—¿Qué importa?—soltó nerviosa la mayor—Prefiero vivir diciendo que lo intente a que te deje ir Chaery...

ChaeRyeong se mordía fuertemente el labio.

—Dame treinta días...—soltó esperanzada la mayor—Treinta días para enamorarte—dijo—Si no lo logro, no volverás a saber de mí...

La menor lo pensó bien. No quería perder a su amiga por esto.

—No puedo YeJi—respondió evitando mirar a la más alta.

—Por favor Chaery...—suplicó su mayor—Te lo he dicho, prefiero vivir sabiendo que lo intenté a que te dejé ir...

—Tengo miedo de que no funcione...

—Al menos lo habremos intentado—respondió la más alta—¿Si me dejarás intentarlo?...

ChaeRyeong lo rumoreó en silencio, solo esperaba que la decisión que tomaría sería la correcta.

—Treinta días...—susurró.

—Sólo treinta...

—E–está bien...

YeJi sonrió y abrazó a su menor.

En ese momento, ambas esperaban que eso funcionase para no perderse la una a la otra.

"Sólo tengo treinta días para enamorarla

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"Sólo tengo treinta días para enamorarla..."

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𝐓𝐫𝐞𝐢𝐧𝐭𝐚 𝐝𝐢́𝐚𝐬 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐞𝐧𝐚𝐦𝐨𝐫𝐚𝐫𝐥𝐚 | 𝐘𝐞𝐑𝐲𝐞𝐨𝐧𝐠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora