Final

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El viaje fue largo para un hombre que aún se estaba recuperando físicamente de la tortura a la que había sido sometido.

Fué largo para un par de bebés que no estaban acostumbrados a salir de la seguridad de su hogar.

Y fué largo para un hombre que estaba seriamente traumatizado por las veces que habían herido a su familia.

Los Lightwood–Bane entraron a la casa blanca por un pasaje subterráneo, el camino había sido despejado en su totalidad de guardias por seguridad de los recién llegados. Los padres de Alec no habían sido notificados de que llegarían tan pronto pero Alexander envió un mensaje a Jace cuando estaban aterrizando y el rubio se había movido rápido.

Al tomar el pasillo que daba a las habitaciones de Isabel vieron que afuera habían instalado una salita de espera en la que estaban Maryse, Robert, Jace y Clary.

– ¡Alexander!

Los padres del chico se pusieron de pie de inmediato y trataron de ir a su encuentro para abrazarlo pero Alexander retrocedió un par de pasos al verlos acercarse y el matrimonio aunque se vieron heridos, se detuvieron y no trataron de tocarlo.

– ¿Cómo está?

Preguntó a sus padres haciendo notar que no había ido a tener una agradable charla de reencuentro.

– Los doctores dicen que está estable, aún le dan un tiempo

Alexander tenía cargando a Max. Sólo una mirada a Jace bastó para que el rubio se acercara a saludar a su hermano y cargara al bebé.

Magnus vió con bastante nerviosismo cómo su razón de existir entraba completamente sólo a la habitación en dónde estaba su hermana recostada en una camilla.


– ¿Por qué nos trata así?

Exigió Robert a Magnus olvidando por un momento que estaba hablando con un mafioso que había destruido a casi todas las mafias del mundo por recuperar a su esposo.

– No lo sé, quizá por haber filtrado nuestra ubicación

La primera dama pareció horrorizada



– Nosotros sólo le dijimos a Isabel


Se defendió ella

– Exacto, la persona que lo torturó hasta casi matarlo


Ambos padres palidecieron y buscaron a tientas el sofá.

– Estás mintiendo

Dijo Maryse buscando la mirada de Jace pero sólo encontrando la confirmación de las palabras del moreno. El rubio no se los había dicho pero tampoco iba a negarlo.

– Santo Dios

Dijo Robert Lightwood sujetando su cabeza entre las manos y comenzando a llorar.

Dentro de la habitación Alexander se había quedado parado a los pies de la cama de su hermana.

La increíble melena azabache en la que Isabel había invertido tanto dinero se había ido, su cabeza estaba rapada, los moretones en su cuerpo eran notables a simple vista, sus venas resaltaban al estar tan pálida y aunque seguía siendo bonita se veía tan moribunda que lo único que provocaba en Alexander era lástima.

Estaba conectada a muchas máquinas

– A-alex...ander

Llamó la voz destruida que antes había sido vibrante y escandalosa.

(VM 2)  "Vuelve a mi " #malecDonde viven las historias. Descúbrelo ahora