dejar ir

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Alec abrió la puerta de ese enorme invernadero subterráneo y entró, recorrió algunos pasillos de flores hasta llegar al centro del laberinto.

Se sentó en posición india y tronó su cuello para estar un poco más relajado para la ocasión.

Entonces cerró los ojos y se sumergió en su mente como lo venía haciendo cada que quería cambiar de lugar con Alexander. Entonces no dejó que la conversión se diera, quedándose a mitad de camino.

"¿Qué necesitas?"

Preguntó esa voz tan educada como el primer día que la había conocido, la diferencia era que ahora no estaba gritando de dolor hasta quedarse afónico.

"Hay algo de lo que debemos hablar"

El lugar en el que solían encontrarse era obscuro, parecía un almacén abandonado pero carecía de puertas y ventanas.

Alexander sabía que Alec no estaría tan tranquilo si se tratara de Magnus y los niños, ni siquiera con Jace, si hubiese un problema con ellos, el chico se vería al borde de un ataque psicótico.

"Qué es"

Preguntó tomando asiento en una silla tan vieja y podrida que rechinó y se inclinó hacia atrás

"No sabes todo lo que sucedió cuando estuvimos secuestrados"

Dijo comenzando a abordar el problema

"Las... lastimé a Izzy. Y por eso ella... Ella no quiere verme?"

Parecía que Alec había tomado un trago de vinagre.

"ELLA FUÉ LA QUE NOS HIZO DAÑO"

Alexander estaba sorprendido

"Ella no lo haría, no es posible"

Alec sonrió

"¿Eso crees?"

Y dejó fluir las imágenes







Cuando abrió los ojos era una celda lúgubre, con goteras y apestaba a mierda.

"Vamos, chica, solo tienes que golpear un poco"

Una mujer de cabello rojo y cuerpo de sirena sujetaba por los hombros a su hermana y le susurraba en el oído con veneno lo que tenía que hacer. Le había puesto en las manos un látigo.

Él creía que ella no lo haría

"Golpealo o tú tomarás su lugar "

Advirtió ella, entonces Alexander fué conciente de que estaba incado y esposado, el cuerpo le dolía, no tenía camisa y lo rodeaban hombres con armas.

"Lo siento "

Susurró su hermana antes de levantar el látigo y hacerlo ondear.

Después todo fue agonía y dolor

Las horas pasaron y Alexander dejó de creer que en algún momento ella se detendría y tomaría uno de los castigos por él, aunque fuera para ayudarle a reponer fuerzas.

Pero no

No se detuvo cuando él ya había caído inconsciente más de cinco veces

No se detuvo de arrastrarlo por la escalera de caracol hasta la prisión subterránea

No se detuvo cuando lo arrojó a ese agujero y cayó con un golpe sordo

Y definitivamente no lo hizo cuando cerró la puerta de arriba











Alexander abrió los ojos y regreso a ese tétrico lugar

"Entonces fué ella"

Ya no lo negaba, no se oponía a los hechos que Alec le había mostrado.

"Tiene cáncer. Agoniza y quiere verte para pedir perdón antes de morir"

Crudo y rápido, así siempre había sido Alec.

Hubo un denso silencio que pareció durar horas.

"¿Estás de acuerdo? ¿Qué no tu propósito es protegerme?

Alexander se veía como un niño pequeño reclamando algo a su padre

"Te estoy protegiendo de tí. No podrías perdonarte no estar ahí para ella"

Alexander compuso una media sonrisa

"Gracias"

Dijo pero Alec le torció los ojos

"No quiero tu gratitud, quiero que me liberes, que me dejes ir y seas lo suficientemente valiente para enfrentar las desgracias de la vida en primera y única persona".

Alexander comenzó a negar

"Aún no estoy listo, te necesito"

No quería llorar pero tenía un nudo en la garganta. Él había creado a Alec porque no quería estar en primer plano, no quería el dolor y el sufrimiento que pasaría cuando fué secuestrado, no quería romperse y fué por ello que convocó a un soldado de acero para que fuese su escudo.

Alec se ablandó ante lo aterrado que se veía Alexander.

"Lo sé, nadie está listo nunca para experiencias así, pero debes dejarme ir. Te estás perdiendo el ver a tus hijos crecer, estás perdiendo las mañanas para despertar al lado de tu esposo y los ratos para bromear con Jace. Sé que tienes miedo, Alexander, pero hazlo por ellos, sé valiente por ellos y dame mi paz".

Alec lucía mortificado

Alec estaba cansado

Alec era un soldado

Y Alec ya no quería seguir existiendo

"Eres el villano en una historia mal contada"

Le dijo Alexander sintiendo pena por su creación, todos veían esa parte suya como un monstruo, no como un guardián.

"No los que me importan"

Le respondió el pensamiento y Alexander pensó en sus hijos, en Magnus y en Jace.

"No, ellos nunca creerían nada malo de tí"

Había sacado el premio gordo en esa familia.

Alexander suspiró con las manos temblando y asintió.

"Te gradezco todo lo que hiciste por mí "

Le dijo y Alec rodeó esa mesa podrida para abrazar a Alexander quien se aferró a su escudo con cobardía... Pero tuvo el valor suficiente para soltarlo.

"Eres fuerte y tienes una familia que te ama y te necesita, vas a lograrlo "

Una puerta apareció en la habitación y se abrió.

Alexander se puso de pie y permaneció ahí hasta que el otro cruzó la puerta y la cerró tras de sí mismo .

Era hora de volver a ser Alexander

(VM 2)  "Vuelve a mi " #malecDonde viven las historias. Descúbrelo ahora